El amor es inesperado (Segunda parte)

Capítulo 53

(4 meses de embarazo)

(POV Emma)

Me despierto gracias, aunque no de buen grado, al despertador que no para de sonar desde hace un buen rato. Lo apago a desgana y alargo la mano hacia atrás, para llegar a mi marido, pero solo siento la cama vacía.

- ¿Killian? -Pregunto levantándome.

- Perdona amor -dice saliendo del baño a medio vestir-, me he despertado hace más de una hora y había pensado en prepararme antes de que te despertaras.

- Oh, está bien -digo estirándome-. ¿Nervioso?

- ¿Qué? ¡No! ¡Para nada! Solo voy a saber si ese bebé que llevas ahí es niño o niña, no es para tanto. -Responde irónico.

- No sé a qué viene la impaciencia si está clarísimo que es niña.

- ¡NIÑO! Mi hijo va a ser un barón.

- Qué decepción te vas a llevar. -Le vacilo saliendo de la cama.

- ¿Yo? ¿Por qué? Eres tú la que lleva cuatro meses errando en el sexo de su bebé.

- Ya, ya, lo que tu digas. Por cierto, recuérdame que cuando volvamos del médico, entremos en una juguetería.

- ¿Para qué? Allison ya tiene demasiados juguetes.

- Oh, no. No para Allison.

- ¿Entonces..? -Pregunta confundido.

- Voy a comprarte un muñeco y que así vayas practicando para cuando te toque cambiar pañales.

- No pienso perder esa apuesta, Swan.

- ¡Claro que no! Porque ya lo has hecho. El bebé no puede cambiarse el sexo a su antojo, esa apuesta la tengo ganada desde el primer día.

- A veces me pregunto cómo me enamoré de ti. -Bromea ayudándome a calzarme.

- No lo hiciste, simplemente viste algo que te era imposible tener y te empeñaste en conseguirlo. -Digo siguiéndole el juego.

- Será eso.

- Seguro que sí, está claro que no me quieres ni un poquito.

- Nada de nada.

Killian acaba de ponerme los zapatos y se levanta quedando a mi altura. Me coge de la cintura y me acerca rápido, pero con delicadeza, hacia él.

- Ni siquiera sé cómo puedo estar más de dos minutos en la misma habitación que tú. -Concluye.

Mi marido me aprieta todavía más a su cuerpo y se inclina, dejando un tierno beso en mis labios.

- Te amo. -Dice a escasos centímetros de mi boca.

- Pensaba que me odiabas.

- No, lo que odio es que ahora soy incapaz de vivir sin ti.

- Yo también te amo.

Esa vez soy yo la que toma la iniciativa, creando una danza perfecta con nuestros labios. Un calor se apodera de mí a la vez que el beso se intensifica, así que empiezo a deslizar por sus hombros, la camisa entre abierta que lleva puesta. La prenda cae hasta sus codos, de dónde no podía pasar debido a que sus brazos no paran de recorrerme la espalda, él dirige uno de ellos por debajo de mi camiseta, con intención de quitármela.

- ¡Buenos días! -Dice una enérgica e ilusionada Allison.

Killian y yo nos separamos abruptamente, mirando a la puerta, donde vemos a la pequeña sonriente mirándonos desde el pasillo.