Capítulo 20

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Advertencia de lemon en este capítulo, leer bajo su propia responsabilidad.

Nuestra pareja está tomada de la mano, la noche preciosa con toda la luna en su máximo brillo, es ideal para ellos que están más enamorados que nunca.

Sakura se adelantó y corrió como niña pequeña, Shaoran va tras suyo y la toma de la cintura caminando tan contentos, como si el mañana no existiera.

Shaoran besa su cuello tan suave y blanco, la joven se estremece, sus labios y sus manos tienen algo que no puede evitar dejarse llevar y sentirse tan bien.

Han caminado mucho, no saben dónde están, Shaoran mira a su alrededor y no ve a nadie. Sakura también está buscando un indicio conocido para volver al punto y reunirse con los demás.

—Lo siento creo que nos perdimos—se rasca la cabeza Shaoran avergonzado.

—¿Y ahora como volveremos al hotel y con los demás?—Shaoran ve en el rostro de su amada asustado y con incertidumbre.

—Tranquila mi amor, estoy contigo—la abraza y siguen caminando.

Ven unos matorrales y entran para ver si por ahí hay alguien cerca y pueda orientarlos a volver.

Pero nada, todo lo que encuentran es solo bosque y palmeras inmensas. Sakura está cansada y resignada, pero Shaoran está dispuesto a encontrar un lugar para pasar la noche.

En el centro del camino encuentran una cabaña, sólo la ilumina la luz de la luna, por dentro está oscura y por fuera abandonada.

Shaoran se acerca para ver si hay peligro o alguien está dentro. Empuja la puerta y por la oscuridad no ve nada.

En el piso encuentra unas maderas, las frota y logra obtener un poco de calor. Al observar todo, es que no hay nadie, todo está desordenado y algo sucio. El joven entra y comienza a levantar cosas.

Sakura se acerca y ve todo con cautela, ve que su novio tiene un palo con llama prendida, ayuda a acomodar el lugar.

—Tendremos que pasar la noche acá mi amor—dice el joven con culpa—. Lo siento, no debí hacer esto.

Sakura se acerca a él y lo abraza, él corresponde con una mano, a ella no le importa si está a su lado.

—No te culpo Shaoran, ninguno pensó que esto pasaria.

Shaoran la miró y le dio un tierno beso. Ella corresponde y se vuelve intenso. Se separan por falta de aire.

Terminan de acomodar el lugar donde dormirán esa noche, Shaoran fue por más palos secos para hacer una fogata dentro de la cabaña y Sakura está buscando unos trastos viejos que al parecer el dueño anterior dejó. Están viejos pero limpios.

Un camastro hecho con maderas es acomodado para que ambos puedan descansar. Shaoran alista la fogata y pronto los dos se acurrucan cerca al fuego.

Su ropa ya está seca, están disfrutando del momento y de la llama que se concentra en sus ojos.

Shaoran mete sus manos por la fina cintura de su amada, dejando estremecimientos en toda su piel. Sus labios toman por asalto su cuello y ella no pone resistencia.

Las manos de Shaoran sube por sus senos y un gemido sale de la boca de Sakura.

Shaoran se detiene y pone su cabeza en su nuca. Sus hormonas y ese deseo loco de tomarla están creciendo tanto.

—Sakura lo siento, no puedo evitarlo—susurra en su nuca erizando los vellos de la joven.

—Shaoran, también estoy igual que tú—se suelta de él y se pone frente a él.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐏𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora