Capítulo 42

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Durante todo el camino Ling estaba amordazada y con los ojos vendados. El golpe en su cabeza fue tan fuerte que al despertar se sintió mareada.

El auto en movimiento paró, se hizo inconsciente desmayada para ver dónde estaba. Esos hombres la sacaron a rastras. De reojo miraba todo el lugar, una casa llena de árboles alrededor, están lejos de la ciudad.

Entraron a la casa, toda por dentro es un desastre, muebles viejos y cortinas rotas. Ling por dentro está muy nerviosa,¿Qué haría con ella suegra?

La tiraron cerca a un mueble viejo, el dolor fue tan agudo que tuvo que despertar. Los dos tipos la miraban con lascivia, sus ojos se abrieron desmesuradamente y se alejo de ellos.

—Ya sabes las órdenes de la señora, no podemos tocarla—dijo uno que se aleja hacia la puerta—. Vámonos ya Kuno, la cuidaremos desde afuera.

El tal Kuno mira de pies a cabeza a Ling sin dejar su lujuria de lado. Eso la estaba poniendo furiosa.

—¿No escuchaste a tu amigo?¡Lárgate!—masculla con rabia.

—Ya escuché, no soy sordo. Pero aprovecharé la oportunidad en el momento menos pensado—. Se relamió los labios sin pudor.

Eso a Ling le provocó ganas de vomitar, observa todo a su alrededor, la habitación donde se encuentra es sucia y vieja, se acerca por la ventana, los vidrios sucios y rajados le indican que esta propiedad no pertenece a los Li.

—¿A dónde diablos me ha traído está loca?—susurra.

La cama está sucia y vieja, no hay ninguna sola decente, lo último que escuchó de ella fue que su familia pagaría las consecuencias de haber traicionado a su hijo.

En eso recuerda que su teléfono está dentro de su pantalón, lo saca con rapidez, ve que tiene batería, y lo pone en perfil silencio. Intenta llamar a su familia en Hong Kong pero es inútil, la señal está muerta.

Un mal presentimiento tiene de todo aquello, la puerta está por abrirse, se coloca lejos de ahí, y Leran Li ingresa con otros dos hombres, todos altos, de negro y con pasamontañas. Eso a Ling la está dejando muy mal.

—Te tengo una sorpresa—conecta su teléfono y activa el altavoz—¡Habla!

Ling salta de temor, agarra el celular y habla:

—¿Hola?—pregunta.

—¡Hija!—la voz de angustia y miedo de una mujer se escucha al otro lado del auricular.

—¿Ma-mama?—pregunta con temor—.¿Estás bien, y mi padre?

—¡Qué fue lo que hiciste Ling, tu padre está...—un silencio se formó, Ling mira a Leran que la observa con una sonrisa macabra, la joven se llena de miedo y de sus ojos salen lágrimas gruesas—.¡Mataron a tu padre, además estamos en la ruina y quiebra total!

Ling suelta el teléfono, lágrimas salen sin control, su cuerpo se desploma, se lleva las manos a la boca, a esto se refería esa mujer cuando esa vez que se casó con su hijo le advirtió si cometía la osadía de engañarlo.

Ella como estaba muy enamorada de él, jamás le dió crédito a sus palabras, ahora pensando en todo, la única responsable es ella, su familia nada tiene que ver en esto.

—¡Es un monstruo, yo soy la responsable de todo!—grita con furia—.¡Es verdad, Akane no es hija de Xiao-Lang, es…

—De Xiang Ming, no te desvivas por darme explicaciones querida, ya lo sé todo—completa la mujer—. Te lo dije una vez, quien traiciona a mi hijo, es como traicionarme a mí. ¡Ya saben lo que tienen que hacer!—trono los dedos y los cuatro hombres la llevaron a un sótano.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐏𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora