Capítulo 21: Un Pasado y un Presente Conectados.

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Ocho años después:

El tiempo ha pasado como un abrir y cerrar de ojos, en estos años nuestras cuatro parejas han definido sus vidas lejos el uno del otro.

Cómo ha cambiado el giro de todos, en especial de nuestra pareja castaña. Después de esa mala noche, ninguno volvió a buscar al otro. O eso es lo que piensan.

Los señores Li al día siguiente de esa noche negra en la playa, tomaron sus maletas, la de sus hijos, su sobrina y regresaron a China, todo bajo la petición de Shaoran. Wei también tuvo que regresar con ellos, la casa de Japón quedó cerrada bajo siete llaves, sólo una persona de la confianza de ellos va a limpiar toda la casa los fines de semana.

En la casa amarilla nuestra protagonista ha crecido y madurado. Ahora con 24 años es una hermosa mujer.

Lo que siempre fue una joven muy distraída y despistada, ahora es alguien irreconocible. Sus hermosos cabellos largos ahora son cortos hasta la altura de sus hombros.

Se ha preparado y esforzado tanto en la materia de los números, todo gracias a una persona que se ha convertido en su incondicional. Es una excelente ejecutiva bilingüe en el área de marketing y finanzas.

Una carrera muy difícil para la Sakura anterior, su mirada ahora denota madurez y mucha responsabilidad. Hace cuatro meses se ha mudado a un departamento, quiso independencia, las cosas en casa esos años han sido muy tensas, sobre todo con su hermano.

Ese día está saliendo a una entrevista de trabajo. Una nueva empresa abre sus puertas en Tomoeda y gracias a la recomendación de su gran incondicional es que se está dirigiendo a la entrevista con el gerente general.

Se acicala la ropa, un hermoso vestido pegado a su cuerpo de color azul marino, sus zapatos de tacón medio sus cabellos sueltos adornados con unos ganchos. En sus manos sus papeles y su bolso.

Llega a la recepción y una joven muy amable la recibe.

—Buenos días—saluda con su sonrisa.

—Buenos días—responde la joven de cabellos castaños y ojos miel—.¿En qué puedo ayudarte?

—Soy Sakura Kinomoto, tengo una entrevista de trabajo con el gerente.

—Oh claro—revisa su computadora y en diez minutos comienza su entrevista—. Acompáñame por favor.

La joven se levanta y Sakura la sigue. Suben por el elevador, por fuera se ve toda la ciudad. Llegan al último piso, muchas personas están trabajando sin parar. Pero eso no fue impedimento para que todos observen a la joven con curiosidad, en especial los varones.

La joven toca la puerta, se escucha un adelante e ingresa dejando a Sakura con muchos nervios.

Cinco minutos después la joven sale con una sonrisa y le dice que pase.

Sakura pasa saliva, este trabajo es importante, no quiere dejar mal parado a la persona que se ha arriesgado tanto. Sus pies se mueven, toma el pomo de la puerta y entra.

La joven se para en la puerta, la oficina es amplia, con un ventanal enseñando una bella vista, el asiento está de espaldas, carraspeó para llamar la atención del gerente.

—Buenos días—dice ella, rompiendo la tensión—. Soy Kinomoto Sakura, tengo una cita con usted para pasar la entrevista.

Sus nervios son muy poderosos, intenta controlarse pero es inútil. El tipo no se mueve y eso la pone muy ansiosa.

—Póngase cómoda señorita—la silla gira y lo que Sakura ve la deja sin aire y a punto de desplomarse.

—No puede ser…

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐏𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora