❝𝔼𝕝𝕖𝕔𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤❞

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❈𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 Ⅵ


⋯⋯⋯⋯ ↠ 𝔻 𝔸 𝕀 𝕊 𝕐 ↞ ⋯⋯⋯⋯


El sábado finalmente llegó y la "audición" para ingresar al equipo de Quidditch de Slytherin había provocado que mi estómago no pudiera ingerir más alimentos, más allá de la mordida que le di a mi tostada. No sabía muy bien si era un malestar o simplemente eran los nervios, pero me mantuve en confianza, ya que había entrenado duro para esto (a pesar que todo fue por un malentendido) y estaba dispuesta a entrar al equipo, no había otra opción.

Esa mañana fue particularmente oscura. El cielo estaba repleto de oscuras y densas nubes, cargadas de agua. Una vez escuché a mi madre enseñarle a Jimbo, mi hermano mayor su nombre: Nimboestratos.
A pesar que eso fue hace años, aun lo recordaba a la perfección con cada vez que miraba estas nubes. No era algo que mi madre pudiera enseñarme, ya que para la vista de todos, nosotros éramos una familia feliz y muy unida, siendo el ejemplo de una familia de la élite, junto con los Black, pero todas estas tenían sus secretos, y el secreto de la mía: Nunca fui deseada. Pero aun así, la perfección y la ambición de darles orgullo a mis padres y de recibir el mismo cariño que le daban a Jimbo fue parte de mi prioridad.

La relación con mi hermano era algo extraña, ya que cuando nací él ya era bastante grande, por lo que sus intereses nunca estuvieron a la par de los míos. ¿Qué clase de niño de doce años quiere jugar con una bebé de dos? Quizás existieran hermanos así, pero el mío no lo era.

Sin embargo, no era algo que me molestara. Estaba tan acostumbrada a ese estilo de vida, por lo que muchos jóvenes de mi edad que compartiéramos el orgullo de ser las cinco familias puras más importantes (existentes entre las 28 familias puras), podíamos saber a la perfección lo que era convivir con un núcleo familiar algo... quebrado.
Sirius lo sabía muy bien, ya que después de haber sido aceptado en Gryffindor, sus primas y sus padres no fueron particularmente amables con él, una visión que vemos en cada cena de navidad, en la cual mi familia siempre es invitada ya que obviamente, compartiré el apellido Black en el futuro.

Cuando salí del castillo para dirigirme al campo de Quidditch en compañía de otros Slytherins, noté que el día estaba bastante helado, a tal punto en que no podía evitar temblar ante el frío.
Existía una delicada bruma que estaba a escasos centímetros del suelo, gracias a la lluvia que hubo durante la madrugada, pero como mi sala común estaba las mazmorras, no nos enteramos de nada al respecto.
Una vez llegamos el campo, apreté mi agarre a mi escoba (un regalo de Jim) una Nimbus 1000, y aún recuerdo lo que rezaba la carta cuando llegó a mis manos.

"Sé más rápida y destrózales el culo"

Dieron las instrucciones de lo que se realizaría ese día, por lo que cada uno debía mostrar sus habilidades aprendidas y reforzadas durante los entrenamientos, y ganar cierta cantidad de puntos para poder acceder al equipo.
Yo estaba algo nerviosa, ya que no tan solo estaba con algunos chicos que deseaban entrar al equipo como yo, sino también estaba con otros que querían mantener sus puestos, por lo que la competencia era enorme y para conseguir lo que ambicionaba, entonces debía ser mejor.

Nos subimos a nuestras respectivas escobas y con un leve zapateo en el suelo, empecé a levitar en el aire. Me incliné hacia adelante, sujetando con fuerza mi escoba y avancé rápidamente a mi posición, esperando a que el partido empiece.

Como este no era nada más que las elecciones de los jugadores, entonces no sería un juego largo o serio, pero si lo suficiente como para ver las habilidades de cada uno en un juego amistoso, si es que se pudiera llamar así.

Cicatrices Invisibles | Remus Lupin [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora