❝𝐋𝐚 𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞❞

139 24 14
                                    


▷ 12 


⋯⋯⋯⋯ ❀ 𝒟 𝒶 𝒾 𝓈 𝓎 ❀ ⋯⋯⋯⋯


Una de las cosas que me gustaba de asistir a clases de pociones, son las veces en las que el profesor Slughorn nos pedía que creáramos una poción que él consideraba adecuada para nuestro nivel, y nos dejaba tranquilos por toda la hora, por lo que podía estar todo el rato pensando en mis cosas mientras que mis manos se encargaban de sacar las medidas exactas de los ingredientes. A estas alturas, todo lo que hacía era poco menos en automático, podía incluso ser un autómata y nunca lo sabría.

intentábamos hacer una poción que te quitaría en menos de 12 horas todas las imperfecciones de la cara, ya bien sean granos o cicatrices de estos mismos. Según Sluggy, era ideal que nosotros supiéramos hacerla para cuando queramos lucir decentes en alguna reunión importante, o como él dijo: Para que puedan convertirse en ministros.
El profesor Slughorn era un buen docente, sabía muchísimo y te transmitía toda su pasión por las pociones en una sola sesión de clases, sin embargo, es un hombre que emana la palabra Slytherin por los poros, su ambición era contagioso y no le veía para nada malo desear conseguir riquezas o poder con tus propios medios, una de las razones por la que muchos lo preferían por encima de algunos profesores, ya que te hacia sentir que eres capaz de conseguir muchas cosas con muy poco.

Mientras estaba regulando la llama para que mi poción empiece a hervir y así mezclarse de mejor manera con los jugos de los ingredientes, tenía a una Lily que estaba con la nariz metida en su libro de pociones que le instruía en qué sentido revolver su mezcla.

—Aquí dice que hay que revolverlo en sentido de reloj, pero tú no lo estás haciendo así—Le dijo la Pelirroja a Severus.

El chico estaba revolviendo tres veces en sentido de reloj y seis veces en sentido contrario.

—Así se mezclan mejor los ingredientes, si lo haces así corres con el peligro de quemarlo todo—Dijo el chico con su voz monótona.

—Hmmm, no, prefiero seguir las instrucciones del libro.

—¿Y vas a dejarlo reposar en las llamas por 1 minuto? Si lo haces se te quemará y no servirá.

—Hay que dejarlo reposar, mira, aquí lo dice—Acercó su libro a la nariz de Severus, a lo cual el chico se apartó un par de centímetros.

—Pues yo digo que no es necesario.

—ES necesario, Sev. Si no lo haces, tu poción no tendrá el reposo que necesita.

—Las pociones reposan en el instante en que los colocas en el frasco de cristal, no mientras lo estas calentando, porque estarías desaprovechando todos sus beneficios.

—Ugh—Gruñó la pelirroja y al fijarse que también estaba a su lado, empezó a empujar ligeramente su hombro con el mío—¿Y tú que estás haciendo?

—Estoy esperando a que hierva el agua—Respondí volviendo mi atención a los ingredientes.

—Lo estas haciendo mal, tienes que agregarlo todo al agua antes de que hierva.

—Si lo hago así, me demoraré más de 20 minutos en hacerlo—La miré—¿Por qué estas algo irritable hoy?

—Potter estuvo molestándola más temprano—Respondió Severus en su lugar.

—Ah.

Mientras Lily empezaba a resoplar y a criticar el cómo estaba quitándole la pus al bubotubérculo, Severus intentaba tranquilizarla con algunas palabras un poco melosas, pero viendo el cómo Lily estaba reaccionando, yo creo que no le estaba prestando mucha atención, a lo cual el chico dejó de hablar y se concentró en revolver su poción a su propia manera.

Cicatrices Invisibles | Remus Lupin [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora