❝🅿𝖗𝖊𝖔𝖈𝖚𝖕𝖆𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘❞

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○Ⓒ𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔•Ⓣ𝖗𝖊𝖈𝖊○


┅┅┅┅┅┅◇𝐃𝐚𝐢𝐬𝐲


—¡¿Qué?! —Exclamé levantándome del césped con tanta velocidad que hizo mis rodillas crujir un poco.

—No grites—Dijo Lily mientras masticaba una manzana.

Era sábado y el día estaba perfecto. El sol brillaba con mucha fuerza y había muy pocas nubes en el cielo, por lo que era ideal para estar en el césped descansando después de varias semanas sin calor.

Ambas habíamos pasado toda la mañana juntas tal como lo hacíamos todos los fin de semanas. Cuando podíamos ir a Hogsmeade, íbamos juntas y nos regresábamos agotadas pero satisfechas de haber disfrutado del viaje. Incluso habíamos tomado la tradición de irnos siempre en el mismo vagón cada vez que tomamos el expreso de Hogwarts. Al final nos convertimos en siamesas, y ya muchos de los estudiantes no encontraban raro que al lado de Lily siempre estuviera yo.

Y ese día no era la excepción.

—¿Es que te volviste loca? —Pregunté volviendo a sentar en el suelo mientras sobaba mis rodillas.

Tantos accidentes jugando Quidditch habían hecho mis rodillas como unas simples galletas. Si me agachaba, estas crujían. Si me sentaba, estas crujían. Si me acostaba, estas crujían. En fin, crujir había formado parte de mi vida.

—No seas así, él no es tan malo—Lily se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja. Se lo había cortado hace poco menos de dos meses.

—Estamos hablando de Potter—Bajé la voz por si el susodicho hombre estuviera cerca, como frecuentemente estaba. Parecía un tábano revoloteando alrededor de Lily.

—¿Y qué tiene? Creo que maduró y es gentil conmigo, mucho más que cualquier estudiante de Hogwarts.

—¿Simplemente vas a olvidar TODOS esos años de acoso y de agobio, solo porque maduró y es gentil contigo? No te entiendo, simplemente no lo hago.

—Dee—Suspiró Lily.

Después de tanto tiempo juntas, Lily había creado un apodo para mí y era extraño, puesto que estaba acostumbrada a que me dijeran Daisy o... Dizzy.

—No lo he olvidado, y por eso mismo estoy siendo cautelosa. Pero me invitó a salir el próximo fin de semana y no pude negarme. Fue muy dulce y caballeroso, no me sentí para nada presionada.

Rodeé los ojos.

—No sabía que tenía que pedirte permiso—Lily me miró con irritación.

—Sabes que no necesitas hacerlo, somos amigas, pero... ¿Y si quiere hacerte daño? ¿Quieres que los acompañe? Estuve practicando con algunos maleficios y podría salvarte en caso de...

Lily sonrío.

—Gracias, pero no.

—¿Y si intenta tocarte? Ya sabes como son algunos hombres, y no me sorprendería que Potter sea tal cual. Es que no me trago que haya cambiado de la noche a la mañana. Al menos conmigo sigue siendo igual.

Es verdad, todo el mundo habla de como Potter maduró y es mucho más serio en clase. Hasta la profesora McGonagall aplaudió sus buenas calificaciones, y su responsabilidad a la hora de entregar sus deberes, pero conmigo... sigue siendo el mismo imbécil descerebrado.

—La otra vez embrujó mi silla y ni siquiera las medimagas lograron despegar mi trasero. ¡Estuve 12 horas con dolor de espalda y con las piernas entumecidas!

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2022 ⏰

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Cicatrices Invisibles | Remus Lupin [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora