Cicatrices Invisibles | Remus Lupin [Libro 1]

❝ℙ𝕖𝕣𝕕𝕠𝕟 𝕪 𝕟𝕒𝕕𝕒 𝕞𝕒𝕤❞

❈𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 ⅩⅤⅢ

⇴ 𝓟𝓪𝓻𝓽𝓮 Ⅰ

⋯⋯⋯⋯ ↠ 𝔻 𝔸 𝕀 𝕊 𝕐 ↞ ⋯⋯⋯⋯

Después de la última clase, generalmente teníamos un par de horas antes de la cena, por lo que muchos estudiantes preferían pasar el rato en los jardines o en cualquier otro lugar, con el fin de descansar un poco antes de ponerse a hacer los deberes.
Y como aquel día el clima estaba un tanto extraño, yo aproveché de ir a buscar un libro y perderme en sus páginas, aunque, para ser sincera conmigo misma, tenía la esperanza de encontrarme a Remus en la biblioteca.

Su extraño comportamiento en la tarde no tan solo despertó en mí un sentimiento muy cálido, sino que también surgió en mí una potente necesidad de verlo, aunque sea de lejos.

El dormitorio de chicas tenía la misma decoración que la sala común, con la diferencia que cuatro camas estaban por toda la estancia y sus paredes, estaban decoradas por posters de Las brujas de Macbeth y de Los Trasgos, como también algunos calendarios y fotos de familiares.
Frente a las camas, se encontraban nuestros baúles con nuestras cosas personales y algunos materiales.

Caminé hacia mi lado del dormitorio. Las paredes no estaban muy decoradas, solamente había colocado un calendario y algunos letreros que me daban ánimos para seguir estudiando, como también algunas fotos que se movían de mi abuela y yo cuando tenía 7 años.
Me agaché frente a mi baúl y empecé a buscar por debajo de mi ropa y túnicas algunos libros. Como no quería que nadie supiera que tenía libros de muggles, los escondía muy bien entre mi ropa interior. También le pedí a Eara que le colocara un compartimiento secreto al baúl, por lo que servía muy bien para ocultar objetos y generalmente, colocaba ahí dichos libros y mi diario con mis memorias e ideas del momento.

Cuando finalmente encontré el libro que había estado leyendo en el último tiempo, lo escondí entre mi suéter, asegurándolo con el borde de mi falda para que no se cayera, sin embargo, debía mantener la mano en el lugar para asegurarme que no se resbalara con el movimiento que haría.
Aproveché de ordenar un poco el baúl para no levantar sospechas, y mientras hacía eso, no podía evitar en lo que debía hacer cuando me encontrara con Remus.

Sabía que él no quería volver a verme ya que podría generar malentendidos, pero... ¿Y si yo quería verlo? Realmente necesitaba verlo por unos segundos.
No podía evitar pensar en él y en la manera en como frunce el ceño cada vez que está concentrado, o como de vez en cuando aprieta su pulgar entre sus dedos cuando su mente trabaja de una manera sorprendente. O esas veces en que empieza a hablar sobre ciertos temas y de la nada, empieza a enredarse con las palabras, provocando que en mi estallara una ternura irrefrenable.

Sin importar todas las veces en que soñé con ser amada por alguien, no podía evitar ahogar este lado romántico que me llevaba a ver las cosas de un color de rosa. No podía simplemente ignorar el deseo que sentía mi corazón por haber encontrado, finalmente, a la persona que me correspondería.

No obstante, todo parecía ser algo difícil, ya que él no deseaba traicionar a Sirius. ¿Traicionar qué? Lo nuestro no era nada más que una farsa. Una relación que no podía haber un rastro de romanticismo, porque vamos. Sirius y yo somos dos mitades hermanas.
Nos podíamos amar y apoyar, pero ese era nuestro límite y nunca podríamos ir más allá, ya que sabemos a la perfección que no es real. Nada de esto es real.

Sin embargo, yo encontré algo real. Un sentimiento tan real como la vida misma, un sentimiento que jamás pensé que podría experimentar. Esta calidez que se situaba en mi corazón era tan acogedora, y realmente quería experimentarlo por el resto de mi vida.
Remus era, en cierta manera, la luz que necesitaba para poder encontrar mi camino. Y leer esta clase de libros, era mi manera para expresar lo agradecida que estaba por él.
Permití que me llenara de lecturas muggles, lecturas que me destruían el corazón una y mil veces, provocando que no tan solo me sintiera, hasta cierto punto, identificada con ellos.
¿Cómo podía sentirme identificada con un muggle? Crecí con la idea que eran simplemente seres inferiores a nosotros. Seres salvajes. Pero a la vez, crecía una idea en mi ser que me permitía verlos como seres extraordinarios.