❝ℂ𝕒𝕓𝕖𝕫𝕒 𝕕𝕦𝕣𝕒❞

217 32 23
                                    

❈𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 Ⅹ


⋯⋯⋯⋯ ↠ 𝔻 𝔸 𝕀 𝕊 𝕐 ↞ ⋯⋯⋯⋯


Había visto en muy pocas ocasiones a Sirius enojado o irritado, por lo que verlo con aquella expresión fría y con los ojos completamente enfocados en Mulciber, provocó que en lo más profundo de mi ser surgiera un terror que no había experimentado hace mucho tiempo.

Cuando pequeña, mi padre solía castigarme demasiado, a tal punto en que me golpeaba o gritaba, por lo que ver a Sirius con aquella expresión, me hizo recordar de alguna manera a mi progenitor. No pude evitar estremecerme ante aquella comparación.

Sirius siempre fue mi protector. Me consoló en los momentos más oscuros de mi vida y viceversa. Ambos estuvimos para el otro gran parte de nuestra niñez, por lo que el comparar a mi padre con Sirius era... horrible.

—Sirius—Musité cuando intenté apartar el cuerpo de Mulciber, pero éste tenía mayor fuerza que yo, por lo que fácilmente me puedo comparar con una pulga intentando mover una piedra.

El chico apenas me miró. Simplemente se quedó ahí, parado en medio del pasillo, con su esbelta figura inclinada levemente hacia adelante. Tanto mi primo como el ogro este tenían la misma altura y posiblemente la misma fuerza, no lo sé, y no quería averiguarlo.

—Apártate de ella, ahora mismo—Siseó las palabras con un cierto toque de amenaza tras ellas. Oh, no. No quería que empezaran a golpearse como un par de orangutanes, o peor, intercambiar hechizos hasta que alguno recibiera una lesión grave.

—¿O qué? —Preguntó el Slytherin con una sonrisa desdeñosa.

—¿Quieres averiguar lo que sucederá si no te alejas de ella? —Preguntó Sirius acercándose de una manera peligrosa.

Sus ojos, a pesar de ser grises, se notaban muy oscuros, casi peligrosos. Tenía la mirada fija en Mulciber y si ambos hubieran sido unas fieras, entonces Sirius sería como un puma, por la elegancia de sus movimientos y sus ojos completamente fijos en su presa.

—Supongo que hoy estoy un poco... curioso—Dijo el chico apretándose mas hacia mí. Este hombre realmente me quería asfixiar.

Era realmente lamentable ver como ambos intentaban de jugar al macho alfa, mientras que yo intentaba apartar con todas mis fuerzas el cuerpo de Mulciber, pero este se acercaba cada vez más hacia mí con cada intento de empujarlo. Ya me estaba enfermando.

—Eso me alegra muchísimo—Se quitó las manos de los bolsillos para a continuación tronárselas—Porque hoy me siento un poco... dispuesto a enseñarte lo que sucederá si tocas lo que es mío.

¿Lo que es suyo? ¿Acaso soy un objeto? Genial, me acabo de enterar.
Mientras Mulciber intentaba ayudarme a formar parte de la pared y Sirius estaba sacando su lado macho alfa, los acompañantes de Sirius se acercaban a su retaguardia para ayudarlo o evitar que peleara, pero a juzgar por la mirada de James, sabía muy bien que no tenía intenciones de evitar que Sirius se peleara, o quizás sí. El caso es que mientras ellos se miraban fijamente como un par de amantes, yo había dejado de intentar apartar a Mulciber, por lo que me dispuse a bajar mis manos hacia mi cinturón y sacar de este mi varita.

—Si no harás nada, entonces sería bueno que nos dejaras en paz. Tus amenazas vacías nos están molestando un poco—El Slytherin apoyó su mano libre en mi cintura y me atrajo a este, haciendo que mi mano quedara atascada en mi cinturón y en su cuerpo. Ay, por Salazar y los fundadores.

Cicatrices Invisibles | Remus Lupin [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora