Capítulo 33

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—¿Imágenes? ¿Qué fue lo que viste? —preguntó Seigen, curioso.

—No fueron lo suficientemente claras como para saberlo. Pero...

—¿Pero? ­­—indagó Arima.

—Cuando creo saber algo, me doy cuenta que no sé nada —Todos se desconcertaron, había cambiado de tema—. Y por alguna razón, lo sé... Abe no Seimei, era una mujer... El rey de los kegares... el porqué de la larga lucha contra los kegares, el destino de las estrellas gemelas... Lo entendí en un extraño sueño —dijo seria. Guardó silencio y añadió—: ¿Qué soy? ¿Qué hicieron conmigo? ¿¡Por qué tengo esa información en mi mente!? ¿¡¡Por qué siento que puedo causar destrucción!!? ¿¡¡Por qué tengo miedo de mí misma!!?

Todos quedaron perplejos. Unos se preguntaban de qué hablaba exactamente, ¿de dónde había sacado esa información? ¿Qué estaba pasando?

—¿Alguien lo sabe? ¿¡Hay alguien que pueda explicármelo!? —Su desesperación se hacía notar por demás. Pero nadie decía nada.

—¿Subarun? —Subaru se sobresaltó, pero no hubo respuesta—. ¿Arata-nii-chan? —Se puso nervioso, pero tampoco hubo respuesta—. ¿Ken-chan? —Nada. La misma reacción se repitió—. ¿Ka-chan?

—... Lo siento —respondió negando con la cabizbajo y sudando frío.

—¿Naru? —Se dirigió a Narumi Loroi y éste negó con la cabeza con pesar—. ¡¿Tátara!? ¡¿Miku!? ¿¡Sakura!? ¿¡Cornelia!? —No obtuvo respuesta de nadie. La misma reacción se repetía una y otra vez.

—¿Shimón...?

—Lo siento, Ciel. Solo... detente, por favor —respondió Shimón suavemente.

—¡Tenma! —Elevó su voz un poco, esperaba que él dijera algo. Tenma se sobresaltó y sudó frío, frunció el ceño al ver el rostro de Ciel con una leve esperanza.

—Realmente, no lo sé... lo siento.

—¡Entonces...! —Se dio la vuelta y miró a Seigen—. ¿Lo sabes, papá? —Seigen se sobresaltó y guardó silencio por unos segundos, luego abrió sus labios para decir algo.

—Es suficiente, Ciel —Arima interrumpió a Seigen. Ciel frunció el ceño y se volteó hacia él.

—¡Entonces, dímelo tú! ¿¡Hasta cuando piensas ocultármelo, no crees que sea suficiente!?

—No deberías creer lo que Carl dijo —mencionó. Ciel frunció el ceño aún más, comenzaba a molestarse.

—¡¿Por qué crees que estoy preguntando!? ¿No escuchas nada de lo que te digo? —Hizo una leve pausa y continuó—. ¡Es porque todavía confió en ustedes! ¡No tengo nada más que eso, por favor, no me lo quites, Arima! —gritó molesta. Estaban sorprendidos. Arima suspiró profundo y la observó fijamente.

—De acuerdo —dijo y suspiró rendido.

—¡¡Arima-sama!! —exclamó Tsuki Zeze, alarmado. Ciel lo miró de reojo con el ceño fruncido. Esta vez, su mirada no era completamente fría, demostraba confusión.

—Entiendo tu preocupación, Tsuki, pero ya es momento que la verdad salga a la luz —dijo a lo que Tsuki Zeze, solamente apretó los dientes. No podía hacer nada al respecto. Arima dirigió su mirada a Ciel, quien lo miraba desconcertada, y añadió—: Tenía que pasar tarde o temprano. ¿Estás lista para escuchar todo lo que te tengo que decir? Es posible... no; de hecho, no te va a gustar.

—Sí, estoy lista.

—Bien. ¿Estás familiarizada con el "Ritsu", cierto".

—Sí. Es un grupo de Onmyoujis de la casa Amawaka que se especializa en matar gente en vez de kegares. Mejor dicho, matan a los exorcistas que no mantenían la paz en la isla y la mayoría de los objeticos son exorcistas que tienen la maldición de Jugon Monoimi. Básicamente, a aquellos que se corrompían por el miasma de magano.

—Correcto. Carlos perteneció a ese grupo.

Ciel y Shimón se sorprendieron, eso no se lo esperaban. Aunque no eran los únicos, debido a que todo lo que Arima estaba a punto de contar, es completamente confidencial y solos unos pocos sabían sobre ello.

—¿Quieres decir...?

—Carlos era un miembro de la Casa Amawaka —interrumpió Seigen, afirmando sus sospechas. Ciel frunció el ceño.

—Para que entiendas, te contaré desde el momento en el que todo inició. No me interrumpas y escucha hasta el final, ¿de acuerdo? —Ciel asintió, seria con el ceño fruncido—. Hace treinta y cinco años, el padre de Carlos, Sebastián y el padre de Mike, Drake, ex Onmyoujis e investigadores de la isla —Arima guardó silencio por un momento y observó a Ciel quien parecía confundida, y como si supiera lo que ella pensaba, asintió con la cabeza y continuó—: Ellos y un grupo de Onmyoujis encontraron una "extensión" de la isla que parecía estar contaminada. Sin embargo, emanaba una fuerte energía, no era mala, ni buena. Los Onmyoujis intentaron iniciar una expedición, pero varios murieron al simple contacto con esa "extensión". Tres años más tardes, con las debidas precauciones lograron iniciar la expedición.

«Suena justo como en aquel momento...»

—Después de dos años, lograron encontrar la fuente de energía, mejor dicho, se dieron cuenta que era la propia isla que emanaba esa energía debido a la una gran batalla que hubo en ese lugar. Al final, llegaron a la conclusión, que todo ese poder era solamente residuos, muy reducidos, de la lucha de Abe no Seimei y el rey de los kegares. Y la razón por la que la isla no había entrado en contacto con la isla Tsuchimikado, era gracias a que esta última posee una gran cantidad de energía Yang, repeliendo la energía yin de la "extensión" que aunque también poseía yang; si ambas entraban en contacto, la energía yin de la "extensión" desaparecería. De esa manera, la energía yin de la "extensión" actuaba como protección contra la isla Tsuchimikado.

»Drake y Sebastián crearon una forma de extraer una parte del poder de la isla para estudiarlo. Después de todo, la isla iba a desaparecer pronto. Es por eso que había salido a la luz, por decirlo de una manera. Cinco años más tarde, regresaron a la isla Tsuchimikado, donde continuaron con las investigaciones a las cuales se sumaron Carlos y Mike, que en ese entonces, tenían 15 años. Aunque no se involucraron demasiado, puesto que eran muy jóvenes, pero talentosos, especialmente Mike.

»Dos años más tarde, Drake murió en una misión. Aunque, en realidad, Sebastián lo asesinó, porque aparentemente y según las notas que se encontraron, Drake iba alarmarme para cerrar la investigación y deshacernos de todo. Pero no es hasta dos años después que se descubrió la verdad, para entonces Carlos ya había hecho delas suyas.

»Ese mismo año, en el que Drake murió, involucraron a tu madre.

—¿Qué? —pronunció con los ojos abiertos a mas no poder, completamente anonadada.

Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora