Capítulo 8

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Dedicado a: user93715416Anto_Lunahinatacuter, y Holawuehace.

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Seis años atrás...

—Adiós, Ciel —se despidió mientras la abrazaba—. Me hubiese gustado que te quedaras un poco más...

—A mí también, Mayu-nee. Pero ya sabes que es difícil...

—Lo sé —dijo haciendo un puchero, luego sonrió y dijo—: Cuídate mucho.

—Sí, tu igual —sonrió—. Por cierto, ¿no era que tú también volvías, papá? —pregunto curiosa y confundida.

—Sí, pero no he terminado un trabajo, volveré en cuanto lo termine.

—Entiendo...

—Ciel-sama —llamó un chico castaño de ojos verdes—, es hora de irnos.

—Vamos Kai, deja que se despida... —replicó otro chico, este era de cabello azul-celeste al igual que sus ojos.

—Si se demora, perderemos el vuelo, Damián —reprochó Kai con el ceño fruncido.

—Eres un aguafiestas.

—Eres demasiado relajado.

Ambos comenzaron a desafiarse con la mirada.

—Ya basta chicos, mejor vámonos... —se interpuso Ciel entre los dos, sudando frío y con una sonrisa nerviosa. Ellos dos eran como el agua y el aceite, no se llevaban tan bien y aunque no pareciera se conocían desde que eran niños e increíblemente juntos, formaban un gran equipo.

—Como diga, Ciel-sama —contestaron al unísono, ya más tranquilos.

—Bueno, adiós —se despidieron y se fueron.

—Por cierto Damián, Kai —llamó la atención—, ¿Cuántas veces debo decirles que no agreguen el "sama"? —mencionó con un aura negra a su alrededor.

—Lo siento, a veces es inevitable —respondió Damián y Kai solamente asintió.

—Vamos chicos, después de todo, ustedes son cinco años mayores que yo.

—Pero usted es alguien importante.

—No es así, Kai —contradijo—. Solo soy una extraña con poderes que fue criada por todos en la isla. Además, ustedes me sirven desde hace cinco años y hasta solo dos años comenzaron a agregar el "sama"... bueno, a excepción de Kai...

—No eres una extraña —contradijeron al unísono.

—Lo soy, pero me gustaría que dejen de agregar el "sama" —bajó la mirada y forzó una sonrisa—, de esa forma no me sentiré tan extraña —confesó.

Conocían bien a Ciel y sabían que a pesar de que siempre ha estado rodeada de gente, se siente sola. No tiene una familia a la cual pertenezca. Seigen la ha cuidado desde que ella llegó a la isla, así que él es su figura paterna. Seigen le presentó a Mayura hace cinco años, poco después de que ellos comenzaran a servirle, y desde entonces Mayura ha sido la figura de una hermana mayor, aunque ambas tienen la misma edad.

Al principio, ellos no querían servirle, no entendían el porque les habían asignado a dos chicos de diez años cuidar de una niña de cinco, en especial de alguien "rara" como ella. Nadie sabía de donde vino, simplemente un día apareció y por su poder, decidieron mantenerla bajo vigilancia. Con el tiempo, la conocieron mejor y llegaron a quererla. Normalmente, su trabajo de cuidarla, duraría un año y les pagarían bastante por ello, pero luego ellos quisieron continuar sin nada a cambio.

La primer persona en tratarla como alguien "normal" fue Mayura, quien siempre, desde que la conoció la ha tratado con amabilidad, sin prejuicios y la ha aceptado tal y como es.

—Lo siento, creo que he sido demasiado egoísta... —se disculpó con una sonrisa débil, mientras se acomodaba un mechón de cabello y se sentaba en una banca. Ambos se acercaron a ella.

—Lo sentimos, Ciel —se disculparon sinceramente—. De ahora en adelante ya no habrá más "sama" —Ciel se sorprendió al escucharlos decir aquello.

—¡Gracias! —agradeció con una enorme sonrisa.

—Lamentamos interrumpir este hermoso momento, pero hemos venido a llevarte —Apareció un hombre de la nada, sujetando a Ciel, le había tapado la boca con una mano.

Abrieron los ojos de par en par, estaban sorprendidos. No sintieron el momento que se acercó aquel tipo, había otro que lo acompañaba y... un basara.

—¿Qué demonios...?

—Suelta a Ciel en este instante —ordenó Kai serio y molesto con un tono de voz penetrante.

—¿Uhm? ¿Porqué...? —se acercó al rostro de ella y dijo—: Si es una gran fuente de poder —aseguró con una sonrisa maliciosa.

—¿Sabes? pareces un pervertido de esa manera —dijo el otro hombre con desagrado.

—Eres un aguafiestas, Jet —se quejó rodando los ojos.

—¿Jet...? ¡No puede ser... ustedes son... Jet y Carlos, ex Onmyoujis...! —descifró Damián sorprendido.

—¿Algún problema con...? ¡¡Ahg!! —se quejó del dolor. Ciel lo había mordido, aprovechó y le dio un codazo en el estómago, logrando escapar de él. Damián y Kai se pusieron delante de ella en posición de pelea, protegiéndola.

«¿Por qué no pudimos sentir nada, sino hasta que tenían a Ciel», se preguntaron confundidos, al mismo tiempo en el que activaron el portal hacia magano, de esa manera protegerían a la personas y podrían pelear más libremente.

Ambos lados se pusieron en posición de combate y activaron sus encantamientos. Los primeros en atacar fueron Carlos y Jet, el basara sorpresivamente no se movió de su lugar. Damián y Kai contraatacaron fuertemente, no tenían ni la más mínima intención de ceder. Una feroz lucha dio inicio.

Ciertamente, Carlos y Jet se habían vuelto más fuertes, pero Kai y Damián los superaban. El basara al notar eso, se unió a la lucha, de una poderosa patada los estrelló contra un edificio, destruyéndolo de paso.

—¡¡Damián, Kai!! —gritó angustiada.

El basara se ubicó al lado de Carlos y Jet, los tres se dirigían hacia Ciel. Esta última activo sus encantamientos y dos pistolas aparecieron en sus manos con las cuales les disparó, haciéndolos retroceder. Al instante, Damián y Kai salieron de los escombros y se colocaron al lado de ella, para atacar nuevamente, esta vez irían con todo lo que tenían.

—¿Están bien?

—Sí, no te preocupes... —respondieron limpiándose un rastro de sangre de sus bocas.

Jet, Carlos y el basara elevaron su poder repelando así el ataque de Ciel y se lanzaron nuevamente contra ellos. Damián, Kai y Ciel dispararon contra ellos un encantamiento poderoso, se trataba de una ráfaga poderosa de la cual, no saldrían como mínimo, ilesos. Eso si es que sobrevivían ante tal poder.

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Hola, espero que les haya gustado.

Próximo capítulo: Miércoles 08/04/2020.

Adiós y gracias por leer.

Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora