Capítulo 5

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Dedicado a: user93715416HolawuehaceAnto_Luna y hinatacuter.

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Carl golpeó a Ciel en el abdomen fuertemente, haciéndola escupir sangre. Ciel fue a dar hasta unos escombros, soltando un quejido del dolor. Comenzaba a quedarse sin energías.

—¿Sabes...? puedo perdonarles la vida a todos, siempre y cuando obedezcan —soltó de la nada mientras se acercaba a ella junto a N°11 y 15. Ciel sonrió y soltó una leve risa.

—¿¡Qué es tan graciosos!? —preguntó N°15 agarrándola del cabello, obligándola a verlo—. No deberías burlarte —amenazó serio con voz gruesa, dándole un puñetazo en el rostro rompiéndole el labio.

«Han venido personas fuertes, puedo sentirlo y no siento ninguna presencia maligna viniendo de ellos. Puedo confiarle a los chicos...», pensó Ciel escupiendo sangre por el golpe. Volteo a ver a N°15 y sonrió de lado con una mirada fría. Lo tomó del cuello y apretó fuertemente, tanto a cómo podía en las condiciones que estaba. Antes que alguno de ellos actuara, le atravesó el estómago con una ráfaga de Ki. Se levantó y tiró el cuerpo de N°15 a un lado.

—Parece que aquellos inútiles no pudieron deshacerse de los intrusos —comentó Carl furioso por alguna extraña razón—. N°11, te lo encargo —ordenó serio y en un instante desapareció. Si había algo que identificaba bastante a N°11 era su rapidez, no era tan fuerte pero era el más rápido de los números.

—¿Sabes que no puedes vencerlos solo con N°11, cierto? —dijo Ciel con el ceño fruncido.

—No quiero vencerlos —sonrió de lado, maliciosamente—. ¿Y tú sabes que puedo hacer parecer que todo esto fue obra de los kegares y algún basara? —se burló con una sonrisa maliciosa.

—¿Kegares? ¿Basara? ¿De que estas hablando?

—Así que en verdad olvidaste todo, ¿eh? —comentó con una sonrisa.

—¿Qué...? —Un golpe en las costillas hizo que se callara y escupiera sangre.

Ciel se lo devolvió con un golpe en el mentón haciéndolo retroceder. Carl sonrió ampliamente con sangre en la boca, la escupió y se abalanzó contra Ciel.

«Algo trama... Se mueve extraño... ¿es por esas personas...?», pensó Ciel mientras esquivaba y bloqueaba los ataques de Carl.

Aprovechando que Carl peleaba extraño, usó su velocidad para aparecer detrás de él y darle una fuerte patada que lo mandó a volar, estrellándose contra un edificio en mal estado y al caer al suelo, los escombros cayeron sobre él. A paso lento Ciel se acercó a él. Grave error. Carl al percatarse que ella se acercaba, aumento su ki, haciendo volar los escombros que habían caído sobre él y varios golpearon a Ciel quien se protegió con los brazos. Aprovechando aquello, se acercó a ella lo suficiente para proporcionarle una poderosa patada en la pierna izquierda, haciéndola caer. Soltó un quejido del dolor, le había roto la pierna.

—Has resistido hasta aquí —comentó Carl acercándose a ella, quien lo miraba con el ceño fruncido e intentaba levantarse—, era de esperarse. Pero, me has traído muchos problemas ¿sabes? —confesó poniéndole un pie sobre la pierna rota de Ciel. Antes que hiciera algo presionara N°11 apareció. Enorme fue la sorpresa de Ciel al ver que N°11... tenía a Nina.

—¡¿Nina?! —se sobresaltó Ciel desconcertada y preocupada. N°11 la sostenía mientras le tapaba la boca y no le permitía moverse.

«¡¿Ese era el plan de Carl?! ¡¿Cómo es posible?! No sentí que hubiera una batalla... ¡¡Maldición, utilizó su velocidad a su favor, de seguro nadie se ha dado cuenta!!», dedujo Ciel angustiada.

—Bien hecho —sonrió Carl satisfecho—. No te preocupes, no la mataré —se dirigió a Ciel—. Después de todo, es la única con sangre especial, ¿sabes lo mucho que costó encontrarla?

—¡No dejaré que la tengas! —aseguró Ciel con el ceño fruncido, intentando levantarse. Tenía que protegerla, sin importar qué. Sin embargo, en su condición, no era algo fácil de hacer.

—¿¡Y cómo piensa hacerlo!? —le dijo lanzándole un patata tirándola de nuevo al suelo. Se acercó a ella y esta vez, aplastó con su pie la pierna rota de Ciel—. ¿¡Ah!? —le gritó presionando aún más. El rostro de Ciel se desfiguró del dolor y por mucho que intentó contener sus gritos, no podía. Nina lloraba a mares al escuchar los gritos de Ciel y al ver lo que le hacían. Ciel tenía que hacer algo pronto, pero... ¿Cómo?



—Listo, ya está —dijo Mayura terminando de sanar a una chica castaña de unos dieciséis años.

—G-gracias... —tartamudeó nerviosa. Para tranquilizarla Mayura le sonrió brindándole confianza.

—¿Son todos, cierto? —preguntó Rokuro para asegurarse.

—Sí, terminamos de curarlos —afirmó Benio tranquilamente.

Todos estaban regados. Benio, Rokuro, Shimón y Mayura, finalmente habían terminado de curar a todos los que estaban heridos.

—Bien, es hora de salir de aquí —comentó Shimón.

—¡Espera...! —llamó Set sobresaltado y todos lo quedaron viendo—, falta una persona.

—¿Eh, quien? —preguntaron al unísono los cuatro Onmyoujis.

—Es quien nos ha estado protegiendo hasta ahora, ella... —guardo silencio y observó a su alrededor preocupado, todos lo veían confundidos—. ¡No está...! —se sobresaltó angustiado.

—¿Quién...? —se preocupó Mayura.

—¡Nina, no está! —respondió alarmado buscándola—. ¡¡Nina!! ¿¡Donde estas!? —gritó preocupado, comenzaba a tener miedo de lo que podía pasarle y más que nada, se sentía culpable.

—¡Es cierto, Nina! Es la niña a la que protegió ante todo... —mencionó la chica castaña—. ¡¡Nina...!! —comenzó a gritar para ayudar a encontrarla, a los segundos todos estaban gritando su nombre.

—¡¡Nina...!!

—Vamos a buscarla, no nos podemos permitir que le pase algo —dijo Mayura decidida y todos asintieron.

—Sería más fácil si nos dividiéramos... —comentó Rokuro rascándose la nuca, nervioso.

—Podemos... hacerlo —mencionó Benio llamando la atención.

—Si hacemos cuatro equipos podemos hacerlo —señaló Shimón.

—¡Vamos a hacerlo! —indicó Mayura seria.

De esa manera, formaron cuatro equipos —el grupo A, B, C y D—, y salieron en busca de Nina. En cada grupo había un Onmyouji se encargaría de proteger a su tropa, en el A: era Mayura, en el B: Benio, en el C: Shimón y en el D: era Rokuro.



«Se han dividido... Deben estar buscando a Nina», dedujo mientras protegía a Nina. Entonces, Ciel elevó su ki al máximo de su capacidad actual.

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Normalmente actualizo un capítulo por semana, pero esta vez hice una exepción por mi inactividad de estás ultimas semanas. A pesar de que estuve bastante ocupada, no es excusa, así que, espero que les guste y gracias por leer.

Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora