Capítulo 11

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¡Hola, la chica desaparecida está de vuelta!

¡Esperen, no me maten!

Sé lo que piensan, ya era hora ¿no? Lo sé, tengo mucho sin publicar nada y lo siento, no tengo excusas. Simplemente tuve un bloqueo, no sabía que escribir. Pero la inspiración ya volvió (ayer) y ya tengo control, nuevamente, sobre la historia.

Este capítulo está dedicado a todos ustedes. Espero les guste.

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Carl había aprovechado el tiempo que Ciel estuvo en el hospital para dar nuevamente con Nina. Con Ciel fuera de juego, sería más fácil. No obstante, no contó con que Nina no estuviera en casa.



Set y Nina se encontraban de regreso a casa, junto a sus padres. Después de visitar a Ciel, estaban contentos. De repente, el autobús en el que iban se dio la vuelta. Set inmediatamente, protegió a Nina.

Muchos resultaron gravemente heridos, pero afortunadamente nadie murió.

—¡¡Nina!! —reaccionaron sus padres, pero se sorprendieron al ver a Set protegiéndola.

—¿Estás bien, Nina? —preguntó Set separándose de ella. Este tenía algunos moretones y se había lastimado una pierna con una varilla.

—Sí... —asintió—. Tu pierna... —notó preocupada.

—No te preocupes, no es nada —le sonrió. Rompió un trozo de tela de su camisa y se la colocó en la pierna—. Mamá, papá, ¿se encuentran bien? —preguntó preocupado.

—Estamos bien... —respondieron al unísono. Estaban sorprendidos por como había protegido a Nina.

—Gracias por proteger a nuestra hija —agradecieron los padres de Nina, antes que Set dijera algo, una voz se escuchó.

—¡Oh, pero que suerte tengo! —Apareció Carl sonriente despegando el "techo" del autobús, sobresaltando a todos en especial a Nina y a Set, este último se posicionó delante de ella de manera protectora.

«¡Maldición...! ¡¿Qué hace él aquí?!», pensó sudando frío.

«Debo protegerlos...»

—¿Crees que podrás conmigo? —mencionó Carl burlesco al notar sus intenciones.

—Tsk —chasqueó la lengua, molesto—. Váyanse de aquí y llévense a Nina —dijo Set serio. Los padres de ambos se sorprendieron.

—¿Qué estás diciendo? —cuestionaron sus padres desconcertados.

—¡Set, tú no puedes con él, ven con nosotros! —exclamó Nina preocupada, sorprendiendo a los demás.

—Aunque no creas, se un poco de artes marciales, debería ser capaz de darles algo de tiempo —le dijo con una sonrisa tierna.

—¡Pero...!

—Estaré bien.

De un momento a otro, Set se fue a impactar contra un poste tras haber recibido un fuerte golpe de Carl.

—¡¡Set!! —gritaron Nina y los padres de Set. Mientras los demás veían aterrados a Carl. Rápidamente un escándalo se formó en ese lugar.

Set se levantó con dificultad, tener una pierna lastimada no era de ayuda. Se apresuró al ver que Carl sostenía a Nina.

—¡Suelta a mi hija! —dijo su padre golpeando a Carl con una varilla, pero este sonrió y de un puñetazo lo mandó a volar. Este se estrelló contra una lámina metálica que lo atravesó.

—¡¡David!! —gritó su esposa aterrada. Nina estaba en Shock, sus ojos estaban abiertos a más no poder y sus lágrimas desbordaban a mares. Todos quedaron en shock al presenciar aquello.

—¡Agh! —Carl se quejó al sentir un dolor en la espalda, obligándolo a soltar a Nina. Set lo había golpeado con una objeto metálico (parte del autobús), haciéndole una leve herida.

—Llévense a Nina, ¡rápido! —dijo nuevamente, sudando frio.

—¡No te podemos dejar! —replicó su madre.

«No puedo detenerlo por mucho tiempo... debo crear una apertura para que escapen», pensó desesperado.

—¡¡Mamá, papá y Señora Miriam, deben huir!! —gritó Set alterado. En ese momento Miriam reaccionó y tomó en brazos a Nina quien seguía en Shock y comenzó a correr.

—¡Lo siento! —exclamó con lágrimas en los ojos. En cambió Set sonrió aliviado.

Sin embargo, sus padres se resignaban en dejarlo ahí solo y peor con ese hombre que podría matarlo en cualquier momento. En cuanto Carl, notó que Miriam huía con Nina en brazos se enfadó y mandó a volar a Set, estrellándolo contra un muro. Mientras, Set intentaba mantenerse consciente.

—¡¡Set!! —gritaron sus padres.

—Que tontos —llamó la atención—. El idiota les dio la oportunidad para huir, pero si tanto quieren estar con él, los mandaré al otro mundo —dijo creando una esfera de Ki y finalmente, se las lanzó.

—No... —murmuró Set desesperado intentando levantarse pero aún estaba desorientado—. No... No... Mamá... Papá... —balbuceó con lágrimas en los ojos, arrastrándose para llegar a ellos. En un último esfuerzo, logró ponerse de pie y se dirigió hacia ellos, pero ya era tarde—. ¡¡Noo...!! —gritó desgarradoramente.

—¿Todavía estabas vivo? No te preocupes, pronto estarás con ellos, pero primero...

En un abrir y cerrar de ojos, Carl apareció detrás de Miriam, apuñándola por detrás con una espada que hizo aparecer con su poder. Miriam cayó al suelo.

—¿Mamá...? —Llamó Nina saliendo de su trance. Salió por debajo del cuerpo de su madre y abrió los ojos como platos al verse cubierta de sangre, proveniente de madre. Set apareció tan rápido como pudo para proteger a Nina, se sentía impotente, incapaz de hacer algo.

En ese instante, en medio de todo el caos, aparecieron los Onmyoujis y Ciel. Esta última al ver todo anonadada, lo primero que hizo fue saltar a protegerlos a ambos.

—C-cuida de ella... Por favor... —tartamudeó con dificultad Miriam. Esas fueron sus últimas palabras.

—¡¡¡Carl!!! —gritó Ciel a todo pulmón con odio en su voz, elevó su poder, estaba furiosa, un aura oscura la rodeó y su mirada se oscureció. Apretó fuertemente sus puños y le dio un puñetazo en el mentón, que lo elevó por unos segundos en el aire para luego caer hacia atrás. Carl se reincorporó rápidamente y escupió sangre.

—Esto no acabará aquí —dijo limpiándose la sangre que salía de su boca. Ciel saltó hacia el para golpearlo nuevamente, pero este desapareció—. Aún no es el momento, Onmyoujis —se escuchó su voz, pero no había nadie.

—¡Nina...! —Ciel se dio la vuelta y vio que Set (en muy mal estado) con lágrimas en los ojos cargaba a Nina y la abrazaba. En cambio, Nina estaba ida, estaba en Shock y derramaba lágrimas sin cesar. Ciel corrió hacia ellos y los abrazó—. ¡Lo siento! ¡Llegué demasiado tarde!

—No es tu culpa —dijo Set con una leve sonrisa.

—Déjame ayudarte —mencionó Mayura para comenzar a curarlo con sus poderes.

—Gracias...

Unos cuantos minutos se habían convertido, nuevamente, en un infierno. Por ahora, no podían hacer más que observar. Tal y como Ciel había dicho, Carl no se detendría. ¿Cuál era su objetivo? ¿Por qué hacia todo esto? Esas y más preguntas se venían a la mente de todos.

«Carl... Definitivamente, lo derrotaremos...», pensó Mayura con el ceño fruncido, determinada. No permitiría que más personas experimentaran más dolor, ya les había causado demasiado —incluyéndola a ella, aunque de manera indirecta con la desaparición de Ciel.

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¡Gracias a todos por su apoyo y comprensión! En serio, ¡muchas gracias!

Espero que les haya gustado.

Próximo capitulo: Domingo 19/07/2020.

Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora