Capítulo 3

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Lamento la tardanza, pero estuve bastante ocupada. 

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Las llamas cubrían toda la casa, todo estaba destruido. Había personas muertas, quemadas o asesinadas.

«Maldición...», pensó inquieta, jadeando. Un sollozo llamó su atención.

—Nina... —susurró al ver a la niña llorando, se agachó a su altura y le sonrió tiernamente—. No te preocupes, los protegeré. Te protegeré y te llevaré de vuelta a casa —dijo decidida.

—... lo sé, pero... ¡mírate como estas, Ciel...! —sollozó—. Estas herida...

—Estaré bien —interrumpió segura de sus palabras. De repente, se escuchó un ruido y Ciel se asomó cuidadosamente.

Ambas se hallaban detrás de una enorme roca, habían logrado salir de la superficie junto a algunas personas. Ciel, procuro mantener al mínimo las personas muertas, esa era la razón por la cual estaba cubierta de heridas, su ropa rasgada y semi quemada, y estaba cubierta de tierra. Observó cuidadosamente y divisó alrededor de diez personas, aparte había otros tipos de monstruos de los cuales no sabía que eran, así que pensó que tal vez eran algún experimento de ellos. Volvió su vista a Nina y los demás que habían logrado sobrevivir hasta ahora.

—Bien, escuchen cuidadosamente —dijo Ciel seria y todos tragaron en seco—. El objetivo sigue siendo el mismo, sobrevivir —sentenció—. Tal y como dijimos, irán a esa cueva, no deben salir de allí a menos que yo les diga, sin importar qué, ¿de acuerdo? —declaró seria a más no poder y todos asintieron temblorosos.

—... Espera... ¿irán...? —preguntó preocupado un chico rubio de ojos verdes—. ¿Qué piensas hacer, Ciel? —tragó en seco, sabia la respuesta, pero esperaba que no hiciera esa "locura", según él y de hecho lo era.

—Lo que tengo que hacer —respondió, antes de que el reprochara ella volvió a hablar—. Set, necesito un favor, cuida de Nina por mí, por favor —suplicó con una mirada y voz suave llena de amabilidad y otras cosas que Set no pudo descifrar. Antes que alguien dijera algo, salió del escondite. Había llegado el momento.

—... Vamos —dijo set serio, tomó a Nina de la mano y corrió junto a los demás hacia la cueva subterránea.


—Así que por fin decidiste salir, Ciel —comentó un hombre de manera burlesca—. ¿Crees que puedes protegerlos? —Ciel frunció el ceño y de un momento a otro, él apareció frente a ella, dándole un puñetazo en el rostro estrellándola contra una montaña — ¿Cómo piensas hacerlo?

Ciel cayó al suelo, se puso de pie, escupió sangre y lo miró fijamente con el ceño fruncido. Los hombres la rodearon, eran cinco, quedando en frente de ella el líder, Carl.

—Con mi vida —declaró seria, colocándose en posición de combate.

Rápidamente, se abalanzó contra Carl, al mismo tiempo en el que todos se abalanzaron contra ella. El N°29 y 55 iban sobre ella con una patada voladora, ella dio un giro de 180°, tomó del pie al N° 29, apretándolo tan fuerte que lo rompió y lo lanzó contra N°55 arrasando también con N°33, mandándolos a volar contra un edificio destruido en el cual quedaron incrustados entre la vigas. N° 15, 11 y Carl, la atacaron juntos. Ciel bloqueó y esquivó tanto ataques como pudo al mismo tiempo en el que se defendía. De una patada en el abdomen mandó a volar a N°15 y de un codazo le rompió la nariz a N°11, para luego estrellarlo contra un pared y abalanzarse contra Carl, quien rápidamente le dio un puñetazo en el estómago, haciéndola escupir sangre. Sin embargo, Ciel aprovechó y le dio un puñetazo en el rostro partiéndole el labio. Seguido de eso, ambos chocaron antebrazos, mientras se miraban furiosamente.

—Acabaste con los cinco, en tan solo un minuto —mencionó Carl con una sonrisa—. Como era de esperarse —aseguró con una sonrisa malvada.

—¿Dónde están los demás números? —preguntó furiosa.

—Hmm... No te importa —mencionó burlesco y lanzó una patada la cual ella logro bloquear—. Esto aún no termina —aseguró y aparecieron N° 11 y 15, uniéndose nuevamente a la batalla.


—O-oye, Set... —llamó Nina preocupada y asustada.

—Tranquila, todo estará bien —le dijo con una sonrisa y Nina asintió, estaba asustada por todo lo que había pasado y lo que estaba pasando, era demasiado para una niña de tan solo cinco años.

—¿Cómo puedes estar tan seguro? —habló de la nada una chica de cabello Azabache al igual que sus ojos.

—¿A qué te refieres...?

—En cualquier momento podrían encontrarnos. No podemos confiar en esa chica.

—¿Sabes que ella es la que nos ha protegido, no?

—¡Ja! Dile eso a los que han muerto —replicó molesta.

—No tiene culpa, no puede proteger a tantos y aun así, se sigue esforzado, lo sigue intentado —habló Set—. Deberías ser más agradecida.

—¿Agradecida, dices...? —susurró furiosa— ¿Debería estarlo, por la muerte de mi hermano? ¡¿Ah!?, ¡¿debería?! —Alzó la voz indignada—. ¡¡Me voy, no necesito que me protejan!! —gritó saliendo del refugio.

—Esper... —Set intentó detenerla, pero en cuanto ella salió fue asesinada, dejando congelados a todos.


—Están yendo a aquella dirección... —mencionó Rokuro con el ceño fruncido. Se encontraban en la cima de una montaña, desde ahí podían ver a una gran cantidad de kegares, algunos habían intentado cruzar el portal, pero los detuvieron.

—Definitivamente algo está pasando allá —comentó Benio.

—Sí... —apoyó Mayura.

—Vamos —dijo Shimón serio, todos asintieron de la misma manera y salieron corriendo a ese lugar. Aunque, no sería tan sencillo como eso, tendrían que exorcizar a la enorme cantidad de kegares para poder llegar a ese lugar.

Los cuatro prepararon sus encantamientos mientras corrían y comenzaron el ataque. Rokuro con los golpes poderosos de su brazo, Benio con sus piernas súper rápidas, Shimón con sus ataques aéreos y Mayura con sus poderosas garras. Sin contar, la poderosa resonancia de las estrellas gemelas y la gran sincronización que tenían Mayura y Shimón, entre ellos se resguardaban. Los cuatro sin detenerse, lograron avanzar y exorcizar a una enorme cantidad de kegares en tan solo cinco minutos. Ya están cerca de ese lugar, aparecieron cinco hombres con máscaras y números en sus camisas.

—No los dejaremos ir más allá.

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Dedicado a: user93715416Holawuehace y Anto_Luna.

Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora