Capítulo 35

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16 años atrás...

Era una noche fría, la luna brillaba con intensidad, las hojas de los árboles se sacudían al son del viento y el sonido de los grillos se escuchaba con claridad. Se escabulló con sumo cuidado a la habitación. Depositó con delicadeza un cuerpo con una herida profunda en el pecho en el suelo. Sacó de su bolsillo un pañuelo en el cual se limpió la sangre de sus manos. Se acercó a la cuna y sonrió al ver al bebé durmiendo plácidamente.

«Perfecto, sigue dormida —pensó con una sonrisa de lado. Extendió sus manos para sujetarla en sus brazos, pero una extraña luz lo rechazó—.¿¡Qué!? Estoy seguro de haber desecho el hechizó de Arima-sama... No me digas que...» —dedujo y amplio su sonrisa con burla.

—Así que fuiste tú, Katia. Aun después de muerta me sigues dando problemas —suspiró con una sonrisa burlesca—, pero no es nada que no pueda hacer.

Recitó un hechizo, deshaciendo el encantamiento que Katia había puesto en el bebé para protegerla. Inmediatamente la tomó en brazos y prosiguió a salir de la casa Tsuchimikado. Sin embargo, cuando estuvo a punto de abandonar la habitación, una figura apareció en frente de él, escondido entre las sombras, sorprendiéndolo.

—¿Qué demonios estás haciendo, Carlos? —inquirió, molesto.

—Tch, ahora entiendo... Al eliminar el hechizo te alarmó a ti, debido a que Katia los conectó, si lo hacía de esa manera, inmediatamente aparecerías frente a mí... Debo admitir que la subestime...

«No estoy muy seguro de lo que acaba de pasar, pero no necesito entrar en detalles para entenderlo» —pensó con el ceño fruncido.

—No presté atención cuando Sebastián te llamó "traidor", pero ahora veo que debí de hacerlo.

—Ha... —suspiró—. Te has dado cuenta demasiado tarde, Seigen-sama —dijo preparando su garras para atacar, al mismo tiempo en el que colocaba un encantamiento sobre la recién nacida, que la mantendría dormida hasta quitar el encantamiento. Si quería cumplir con su objetivo, debía terminar pronto, antes que más personas se involucraban. Seigen hizo lo mismo y se preparó para atacar, tenia que se precavido para no lastimar al bebé.

En el instante que ambos chocaron sus poderes, Carlos se vio abatido por los de Seigen, quien era más poderoso. Lo sabía, pero él también tenía "trucos" bajo la manga. Al instante, hizo aparecer una espada y bloqueó varios ataques. Ambos luchaban con gran precaución.

—No entiendo porque haces esto ¿Qué fue lo que pasó?

—¡No lo entenderías! —exclamó mientras lo atacaba—. La manera en la que hacen las cosas impide que miren más allá. Si puedo salvarlos y terminar con esta larga lucha, lo haré.

—Está bien que quieras acabar con esta lucha, pero no está bien la manera en la que lo haces —contraatacó.

—A veces son necesarios los sacrificios para un bien mayor —Ambos estaban frente a frente, Carlos empuñando su espada y Seigen con sus garraar, estaban igualados.

—¿¡Asesinando y manipulando a los demás!? —Se exaltó arrinconándolo contra la pared.

—¡Estaría salvando a todos! —exclamó mientras forcejeaba.

—¡A cambio de la vida de inocentes! ¿No sentiste nada al asesinar a tu propio padre? —preguntó molesto.

—¡Por supuesto que lo hice! —respondió, molesto. Aumento su fuerza y se liberó de Seigen para luego atacarlo—. ¡Pero... su muerte era necesaria, él estaba completamente corrompido! Si continuaba con vida... se hubiese llevado la vida de muchos solo porque sí. Los conocimientos de mi padre eran peligrosos. Por eso no puedo lamentarme —mencionó serio con el ceño fruncido.

—No puedo creer lo que dices... —susurró Seigen furioso. Le molestaba la manera en la que hablaba de la vida de las personas como si fuesen una pieza de un juego—. ¡Tú no puedes salvar a nadie! ¡Devuélveme a Ciel! —declaró. Era inútil intentar hablar con él.

Carlos realizó un par de encantamientos y le lanzó varias esferas de energía, sorprendiendo a Seigen. Aprovechó aquel momento para escapar junto a la niña en brazos. Seigen al percatarse, enfureció y fue tras él, tenía que terminar con todo de una vez por todas.

—No escaparás —aseguró serio. Usando la velocidad a su favor, apareció delante de él—. Koku kirara —recitó el encantamiento y atacó a Carlos. Sin embargo, este logró evitar su muerte, moviéndose en el último segundo. No obstante, quedó herido de gravedad y en ningún momento, soltó a la niña. Al mismo tiempo en el que Arima hacia aparición. No había pasado mucho tiempo desde que Carlos se infiltró y debido al uso de sus encantamientos, logró percatarse de su presencia. Se sorprendió al ver a Seigen pero no dijo nada. Carlos frunció el ceño, ahora sí estaba en serios problemas, tenía que escapar pronto.

Arima y Seigen avanzaron hacia él, a lo que desesperado por escapar, apuntó con su espada a Ciel. Haciendo que los otros dos s detuvieran abruptamente.

—Si se acercan, ella muere —aseguró. Arima y Seigen apretaron los dientes y fruncieron el ceño. Carlos abrió un portal para escapar y se fue acercando con dificultad. Por otro lado, Arima y Seigen no encontraban una manera de recuperar a Ciel. Sin embargo, Ciel abrió los ojos, sorprendiéndolos, y en ese mismo instante desprendió un gran poder, que duró unos segundos, obligando a Carlos a retroceder y soltarla. A lo que Seigen, utilizando su velocidad a favor, actuó rápidamente y atrapó a Ciel. Al momento en el que volteó Carlos escapaba por el portal; sin embargo, Arima logró arrancarle un brazo en un intento de evitar que escapara.

Todo aquello había pasado en tan solo unos minutos. Y ahora, Seigen se encontraba con Ciel en sus brazos, deshaciendo el encantamiento que Carlos había puesto en ella.

—Necesito que me expliques lo que está pasando —habló Arima con seriedad.

—Claro —asintió Seigen mientras veía a Ciel, quien parecía estar observándolo.

«Está increíblemente tranquila, como si nada hubiese pasado» —pensaron ambos.

—Por otro lado —Llamó la atención—. Esta niña, no sabemos la capacidad de sus poderes, por lo que está en grave peligro y al mismo tiempo, es un peligro —Seigen guardó silencio por unos momentos y Arima continuó—: De momento, le pondré un sello a sus poderes.

—Creo que será mejor, al menos mientras aprende a usar sus poderes.

—Exactamente, el sello no durará mucho tiempo, aunque quiera —confesó mientras realizaba el sello—. Conforme los años pasen el sello se irá debilitando, hasta que un día, su verdadero poder salga a la luz y esperemos, que pueda controlarlo.

Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora