Capítulo 21

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Después de unos intensos minutos de lucha, Ciel finalmente terminó estrellándose contra un pilar de rocas y todos los escombros cayeron sobre ella. No parecía que saldría de allí.

—¿Se ha terminado...? —dijo en voz alta la anunciadora. Todos estaban expectantes a lo que pasaría y otros aseguraban que ya no saldría de allí, y que había perdido.

«Ciel...»

De repente, Ciel salió de los escombros con una sonrisa en el rostro, mientras se sacudía el polvo de la ropa y se tronaba la cabeza.

—¡¡Ha salido!! ¡¡Ciel, ha salido!! —anunció con asombro.

—Ah... Eso dolió —admitió sonriente. Se colocó en posición de batalla—. Sí, lo sabía —asintió con la cabeza—. Después de todo, tendré que usar el equipamiento de vestimenta... ¡¡Gaihou Goura Kyuu Kyuu Nyo Ritsu Ryou!! —recitó el encantamiento.

—¿Qué rayos...? Dijiste que no lo necesitabas —reprochó una chica de la casa Mitosaka.

—¿Eso dije? —dijo pensativa, lo había olvidado. A todos les resbaló una gota de sudor por la frente—. Bueno, no importa —Se colocó en posición de pelea y sonrió.

En un abrir y cerrar de ojos, Ciel estaba en frente del hombre de la casa Zeze, con sus puños fuertemente apretados, que impactaron en el estómago de este, creando una gran onda de choque, que lo mandó a volar inmediatamente.

«Es rápida...»

El resto, rápidamente preparó sus encantamientos aparte del de vestimenta —que ya llevaban puesto— y se prepararon para atacar. El de la casa Loroi invocó una mano gigante para aplastarla; el de la casa Ujii invocó una barrera que relampagueaba, estaba cargada con rayos, El de la casa Mitejima, invocó dos grandes misiles; la de la casa Kazukami, invocó su "armadura" y preparó una ráfaga de poder, y así cada uno se preparó para atacarla.

—¡¿Qué están haciendo?! —se exaltó Arimori junto a Mayura. Era demasiado.

—¡Oh, Ciel no tiene escapatoria! ¿Qué hará? ¿Va a rendirse? —anunció sorprendida y entusiasmada.

Ciel ni se inmutó y corrió en dirección a ellos.

—¡¡Ha decidido ir hacia ellos!! ¿¡Acaso piensa que puede con todo eso ataques poderosos?! ¡¡Es una locura!!

Todos atacaron al mismo tiempo. Ciel no se detuvo; en cambio, juntó las palmas de sus manos mientras corría y una gran cantidad de espadas flotantes aparecieron en un círculo arriba de ella.

—¡Bailen, mis espadas!—dijo y todas las espadas atacaron de un solo golpe—. ¡¡Vals Carmesí!! —Todos los ataques chocaron unos con otros, creando varias ondas de energía, obligando a la anunciadora a alejarse. El viento provocado por las ondas llegó hasta los espectadores.

—¡¡Asombroso!! ¿Qué fue eso? —preguntó Rokuro emocionado—. Parece una combinación de los ataques de Shimón y Tenma... Tampoco vi que recitara un hechizo.

—Efectivamente, eso es debido a que Ciel fue entrenada por todos los Comandantes Celestiales y al igual que Tenma no necesita recitar ninguno. Aunque de vez en cuando lo hace —respondió Arimori—. Pon atención.

Rokuro volvió la vista a la arena. Ciel se detuvo de repente y golpeó el suelo con la palma de su mano, al mismo tiempo en el que la tierra debajo de ella se alzaba. Dos golem de tierra aparecieron y atacaron al de la casa Loroi. Mientras desde la cima Ciel recitaba un encantamiento.

¡¡Seigou Gen-pu Tensei Kouro Kyuu Kyuu Nyo Ritsu Ryo!! —Una fila de pistolas aparecieron alrededor de Ciel—. ¡¡Sangei Endless Rhapsondy!! —Todas las pistolas dispararon de inmediato a los Onmyoujis. Unos pocos lograron esquivarlo, pero fue inútil, al final fueron alcanzados.

—¡¡Asombroso!! ¡¡Ese es el Tensei Kouro de Subaru-sama!!

Uno logró escapar y apareció detrás de Ciel, atacándola con una patada, que ella logró bloquear y contraatacar al mismo tiempo con el ataque de unas feroces garras como las de Mayura. Dio un giro en el aire y aterrizó bien.

—¡¡I-increíble, ha terminado con casi todos!! ¡¡Solo quedan, Dean de la casa Sada, Jiriya de la casa Amawaka y Damián de la casa Unomiya!! Estos no han movido ni un solo dedo desde que comenzó el combate.

—Tch... —chasqueó la lengua con una mueca en los labios. Volvió a ponerse en posición de pelea, su mirada se oscureció y se centró en sus oponentes. Vencer a Jiriya no era problema, pero si lo eran los otros dos. Damián era fuerte y no sabía con exactitud qué tan fuerte se había vuelto estos últimos años. Y Dean, sin duda también era fuerte.

Los tres se colocaron en posición de pelea, serios. Habían visto el poder de Ciel y no podían tomarla a la ligera. Una atmósfera tensa se formó en la arena.

El viento sacudía sus cabellos mientras se miraban fijamente. Lo que más le preocupaba a Ciel, no era que la fuerza de ellos, sino que lucharía contra Damián, que de por sí no la recordaba y la miraba con unos ojos fríos. Tan solo pensarlo, le desagradaba, pero tenía que hacerlo.

«Su concentración ha aumentado»

—¿Así que realmente va a hacerlo...? —susurró Mayura para sí misma. Sin embargo, Set la escuchó.

«¿A qué se refiere?», pensó confundido. No entendía el porqué de su preocupación. A su lado, Nina parecía entusiasmada de ver lo fuerte que era Ciel.

Los cuatro prepararon sus encantamientos y atacaron al mismo tiempo. Los poderes chocaron entre sí creando una inmensa onda de choque que corrió por toda la arena.

—Tendremos que reforzar la barreara... —dijo Kengo con una sonrisa de lado y el ceño fruncido.

—Han pasado años desde la última vez que te vi —mencionó Dean serio.

—¿Disculpa? —pronunció Ciel sorprendida y confundida—. ¿Te conozco?

—Sí, aún era joven. Tenía quince años. Solías visitar a Sakura-sama junto a Kai y Damián —afirmó viendo de reojo a Damián. Este ultimó hizo un gesto confundido.

Ciel abrió los ojos exageradamente, ¿Cómo se le ocurría decir eso, en frente de Damián? Era obvio que lo dijo apropósito.

—¡Ya te recuerdo! ¡Tú eres Danishi! —exclamó sorprendida y él sonrió de lado. Por fin lo recordaba. Se dio cuenta que lo llamó por el "apodo" que ella le había puesto y se sonrojó levemente—. Quiero decir... Dean —corrigió inmediatamente. Él soltó una carcajada, haciendo que su sonrojo aumentara.

—¡No te burles! —reprochó con el ceño fruncido.

—Lo siento —se disculpó sonriente—. ¿Continuamos? Debo advertirte que no pienso contenerme, quiero saber de lo que eres capaz —mencionó serio con una leve sonrisa.

—Sí, más te vale.

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¡Hola! ¿Cómo están?

¡Antes que me maten...!

Lamento no haber podido actualizar el miércoles como dije, pero tuve probelemas con el teléfono. Sin embargo, ya está bien. Por ello, decidí publicar dos capítulos el día de hoy.

Espero que les haya gustado.

Adiós y gracias por leer.

Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora