Capítulo 7

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Dedicado a: user93715416Anto_Lunahinatacuter y Holawuehace.

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Todos se encontraban en una habitación aparte, estaban todos los comandante celestiales, las estrellas gemelas, Seigen y Arima Tsuchimikado, líder de los Onmyoujis.

—¿Realmente vendrá...? —indagó Rokuro dudoso. En repuesta a eso, la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a Ciel —con ropa que Mayura le dio— junto con una enfermera, que luego de indicarle el camino a Ciel, se fue.

Ciel aún se encontraba algo confundida, cosa que todos notaron de inmediato. Sus ojos aún estaba carentes de vida, pero curiosamente, reflejaban algo más que no podían descifrar.

—¿Y bien, quienes son ustedes y para que me trajeron aquí? —cuestionó Ciel de manera tranquila, pero al prestar atención, aunque parecía calmada, estaba a la defensiva. Todos se quedaron viendo, parecía no recordarlos o no era ella y se habían equivocado. Después de todo, dicen que cada uno tiene un gemelo en algún lugar.

—No te preocupes, no te haremos nada —habló Mayura de manera suave dedicándole una sonrisa. Ante aquellas palabras, Ciel inspeccionó a todos con la mirada, las palabras de Mayura eran ciertas, no le harían nada.

—Bien —llamó la atención Arima—, mi nombre es Arima Tsuchimikado, líder de los Onmyoujis y ellos son... —los presentó a todos y comenzó a explicarle todo acerca de magano, los kegares, Onmyoujis, etc. Le explicó todo lo básico—. Así que, ¿podrías decirnos como terminaste allí? —indagó Arima serio.

Ciel no respondió, en lugar de eso, de manera inconsciente dio un paso hacia atrás y se agarró la cabeza.

—... ¿Estás bien...? —preguntó Arima pensando que tal vez había dicho demasiado. Pero, no recibió respuesta alguna.

—¿Ciel, estas bien...? —preguntó Mayura preocupada. En ese momento, Ciel dejó de agarrarse la cabeza y observó a Mayura inmediatamente.

—Mayu-nee... —habló finalmente con lágrimas en los ojos, sorprendiendo a todos. Los ojos de Mayura se llenaron de lágrimas e inmediatamente la abrazó.

—¡Ciel...! ¡Lo sabía, sabía que eras tú! —aseguró Mayura entre lágrimas.

—Sí... lo siento, por haberlos olvidado... —se disculpó entre lágrimas abrazando a Mayura.

—No te preocupes por eso —le dijo Mayura con una sonrisa, separándose de ella—. Papá, es Ciel, está de vuelta —anunció contenta con la voz quebrada, volteó a ver a Ciel y dijo—: ¿verdad? —preguntó asegurándose de que realmente era así y Ciel asintió. Seigen se acercó y colocó una mano sobre su cabeza.

—Bienvenida —dijo con una sonrisa.

—¡Bienvenida de vuelta! —dijeron al unísono Rokuro, Benio y Shimón con una sonrisa.

—Sí, estoy de vuelta... —mencionó con la voz quebrada.

 —mencionó con la voz quebrada

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Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora