Capítulo 19

58 7 0
                                    

Sin decir nada más fueron directo al jardín. Si Mayura decía que probablemente estaría allí, debía ser así. De camino, se mostró distante con Shimón, cosa que todos notaron. La gran mayoría sabían lo pegados que eran ellos dos, y algunos sospechaban que tenían algo.

—¿Qué le hiciste, Avemaru? —se burló Tenma. Shimón frunció el ceño.

—... No estoy seguro... —comentó dudoso.

—¿Ni siquiera lo sabes? —Se burló nuevamente Tenma—. Eres un tonto.

Tenma siguió molestando a Shimón todo el camino, mientras Rokuro platicaba con Arimori y en algunas ocasiones con Benio y Mayura. Estas dos, iban más adelante mientras conversaban. De repente, se detuvieron.

—Yo de ti, dejo de burlarme Tenma —comenzó Shimón captando la atención de Tenma—. Mira —Señaló con su dedo índice en dirección donde se encontraban Ciel y Set, abrazados. Tenma solamente guardó silencio con el ceño fruncido.

Todos estaban sorprendidos, pero más que nada confundidos. Ciel y Set no se separaban, sino hasta que Ciel abrió la boca y dijo algo.




Desde lejos, Nina vio como Set lloraba abrazado a Ciel y corrió en dirección a ellos. Mientras, Ciel consolaba a Set. Luego de pensar muy bien sus próximas palabras, finalmente habló.

—Te entrenaré —aseguró decidida con un tono de voz suave. Set se sorprendió y lentamente se separó de Ciel.

—¿En serio...? —preguntó incrédulo. Ciel sonrió y asintió. Antes que dijeran algo, Nina apareció corriendo y directamente, fue a abrazar a Set. Este la tomó en sus brazos.

—No llores —pidió Nina con un tono de voz tierno mientras le secaba las lágrimas.

—No te preocupes, lo necesitaba —mencionó Set con una sonrisa tierna.

—Lamento interrumpirlos —habló Mayura apareciendo con los demás. Ciel frunció el ceño al ver a todos—. Tienes vistas Ciel —le dijo con una sonrisa.

—Hola, Bienvenidos —saludó Ciel cortésmente haciendo una leve reverencia. Inmediatamente se sintieron incomodos, ella no era así.

—¿Por qué tan cortes, Ciel-nee? Tú no eres así —afirmó Arimori.

—¿¡Ciel-nee!? —se sorprendió Rokuro abriendo los ojos exageradamente.

—Hablaré contigo luego —respondió tranquilamente—. También, tengo un favor que pedir, pero dejando eso de lado... ¿A qué se debe el honor de su visita? —se dirigió a todos.

—¿Puedes dejar de hacer eso? —replicó Rokuro con una mueca.

—Vinimos a visitarte... queríamos que fuera... una sorpresa —contestó Benio tranquilamente. Mayura había hablado con ella, contándole todo. Así que al igual que Mayura, le daría su espacio.

—Entiendo... —Miró de reojo a Nina que parecía nerviosa y dijo—: Bueno como ya saben, ellos son Set y Nina —Señaló a cada uno—. Chicos, ellos son "Las estrellas gemelas" Benio-sama y Rokuro-sama, El Comandante Celestial, Shimón-sama, El comandante Celestial más fuerte, el "Kijin" Tenma-sama, y por ultimo pero no menos importante, Arimori-sama próximo jefe Onmyouji —dijo nombrándolos a cada uno.

—Oye, Ciel —Kinako llamó la atención—. ¿No te olvidas de mí?

—¡Es cierto! ¡Lo siento! —se sobresaltó nerviosa, haciendo reír a los demás—. Él es el Shikigami de Benio-sama, Kinako y... espero que no esté molesto —susurró para sí misma pero lograron escucharla. Extendió su mano con la mirada expectante de los demás—. Ven... Hura.

De la nada apareció un Shikigami con la apariencia de un gatito pequeño, blanco con rayas negras.

—¡Qué lindo! —se entusiasmó Nina con los ojos brillantes.

—Él es Hura, mi Shikigami —dijo y este último parecía algo molesto—. Lo siento, Hura —se disculpó con una sonrisa nerviosa—. Han pasado muchas cosas.

Hura suspiró y dijo—: Lo sé, no te preocupes —Ciel suspiró aliviada—. Cuanto tiempo —saludó y todos le devolvieron el saludo. Hura solía ser callado, casi no hablaba.

«Es sorprendente, que no haya desaparecido», pensaron todos, pues había más de una razón para que eso sucediera. En cambio, parecía que Hura estuvo durmiendo en el interior de Ciel.

—Hura, me sorprende que no desaparecieras. Aunque me alegro de que no fuera así —mencionó Ciel.

—Estoy igual que tú. De hecho he "dormido" en tu interior y no me enteré de nada hasta que me invocaste. Se podría decir que perdí la consciencia desde... —dudó por unos segundos—. Desde la tercera vez que hicieron experimentos contigo.

Todos se sorprendieron.

—¿La tercera...? —Ciel dejó la frase en el aire y su mirada se oscureció. Sospechaba algo, pero no estaba segura. En un mismo día le habían inyectado dos cosas diferentes, pero la primera fue más desagradable, algo que no quería recordar.

—¿Sabes algo...? —indagó Shimón junto a Tenma.

—No. —respondió fría y su mirada se oscureció. Intentó inútilmente no reflejar el desagrado, pero fue todo lo contrario, en su rostro se reflejó algo más que desagrado e inevitablemente, un escalofrió recorrió su cuerpo. Se sintió enferma y se abrazó a sí misma inconscientemente.

El rostro de Ciel se volvió pálido y diferentes emociones la atacaban al mismo tiempo, sentía ira, tristeza, vergüenza, temor y más, todo al mismo tiempo. Se mareo y su vista se volvió borrosa.

—L-lo siento —tartamudeó agitada mientras caminaba sujetándose la cabeza—, debo irme...

Ciel avanzó unos pasos, pero sintió que caería en cualquier momento. Solo podía ver manchas borrosas, ya no podía distinguir quien era quien, escuchaba voces pero no podía diferenciarlas. Se acercó a dos "manchas", intentó diferenciarlas y se dejó caer en una de ellas.

Ciel se había dejado caer en los brazos de Shimón, quien la sujetó inmediatamente.

«Fue hacia Shimón...»

Todos estaban preocupados, ¿Qué le había pasado? No lo sabían. Sin esperar nada, Shimón la llevó a una habitación vacía, seguido de los demás.

—Hura, ¿Tienes una idea de la que acaba de pasar? —indagó Mayura preocupada y todos lo quedaron viendo atentos. Sin embargo, Hura guardo silencio por unos minutos, como pensando lo que diría. Y finalmente asintió.

—Sí, pero no puedo decir nada —Fue lo único que dijo y desapareció. Había vuelto al interior de Ciel.

Sin darle tiempo de reprochar. Ciel comenzó a moverse en la cama mientras susurraba algunas palabras.

—Déjame... —susurró agitada, sudando frío y todos voltearon a verla preocupados—. Detente... ¡suéltame! —Se levantó de golpe, estremecida y con la respiración entrecortada.

—¡¡Ciel, ¿Esta bien?!! —se exaltó Mayura preocupada. Ciel los observó con los ojos bien abiertos, bajó la mirada, se sujetó la cabeza y guardó silencio por unos momentos.

—... Lo siento —dijo con voz queda. No les volvió a dirigir la mirada.

---------------------------------

¡Hola, espero que les haya gustado!

Próximo Capítulo: Miércoles 19 de Agosto.

¡Adiós y gracias por leer!

Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora