Capítulo 43

23 4 1
                                    

Mayura corría por los pasillos seguida de los chicos que había rescatado. De manera sigilosa y sorpresiva, mataba a los guardias que se encontraba, evitando exponer a los chicos a una lucha prolongada, no podía permitírselo, más de alguno saldría herido o sin vida. Por ello, se encargó de mantenerlos reunidos, en silencio y alertas.



—Finalmente apareces, Mike —dijo con burla—. ¿Qué tanto hacías?

—No es de tu incumbencia, Dorian. Mejor metete en tus asuntos —respondió de mala gana.

—¡Ja! Te crees la gran cosa —Lo sujetó del hombro—. Por si no lo recuerdas, yo fui quien creó el radar, la pieza más importante que nos ha dado la victoria, gracias a mi —recalcó las últimas palabras.

Mike soltó una risita, le golpeó la mano alejándola de su hombro y dijo—: ¿Gracias a ti? —se burló—. Por favor, no me hagas reír. ¿Hasta cuándo seguirás con lo mismo, te sientes tan poco? ¿Tanto así ha herido tu orgullo el hecho de que exista alguien mejor que tú? —Dorian abrió la boca para reprochar, pero Mike lo interrumpió—. Eres patético —negó con la cabeza. Lo quedó viendo fijamente de manera fría y agregó—: La única razón por la que no has podido avanzar y te quedas estancado, es por tu propio orgullo y ego. Tú mismo te limitas y menosprecias, temes intentar algo nuevo, te conformas con lo que tienes e inútilmente, eres incapaz de avanzar sin que alguien fracase primero antes que tú, te aprovechas de eso y luego te vanaglorias diciendo que lograste algo que nadie más ha logrado, pero eso a despensa de los demás, de los fracasos e información de otros. Tienes experiencia, sí, pero no la capacidad, ni la determinación a fallar una y otra vez hasta lograr lo que te propones y decir con orgullo que hiciste algo con tus propios méritos, sudor y sangre. Así que no me vengas con esas estupideces, Dorian.

Dorian guardó silencio, molesto, incapaz de decir algo. Mike entró a otra habitación y miró minuciosamente todo el lugar, donde se hallaban varios tipos de herramientas y químicos, propios de un laboratorio. Se aseguró que nadie lo viera y con cuidado derramó una sustancia azul en otra de color verde que burbujeaba. En el momento que amabas hicieron contacto, comenzó a burbujear más, creó una gran cantidad de espumas que, cuando se deshacían se convertían en vapor. Se colocó una máscara con un encantamiento para protegerse, mientras escuchaba a todos gritando ante el peligro en el que se encontraban. Sin darles tiempo de reaccionar, sacó varias bombas de gas con un veneno extremadamente poderoso. Inmediatamente, el veneno comenzó a actuar, paralizándolos, aprovechando esto hizo aparecer su espada y comenzó a matarlos de uno en uno. No hubo gritos que alarmarán a nadie, el vapor había hecho su trabajo en afectar las vías respiratorias. En un instante, ese lugar se había llenado de sangre, todos estaban muertos.

Limpió su espada y se dispuso a salir del laboratorio, pero antes de hacerlo, alguien sujetó su pierna izquierda, se giró sorprendido y vio a Dorian aferrándose a él, jadeando y sudando frío.

—¡¡E-eres un maldito!! —soltó mordiente—. ¿¡Cómo… cómo te atreves a traicionarnos!? —elevó su voz, seguido vomitó sangre. Mike lo observó y guardó silencio por un momento. No había forma en la que Dorian pudiese sobrevivir, solo era cuestión de tiempo.

—No tengo que rendirte explicaciones. Ha llegado tu fin y eso es todo —dijo fríamente, lo pateó alejándolo de él y salió del laboratorio, no sin antes cerrar con llave. Afuera se encontraban los cuerpos de los guardias sin vida, no tenía tiempo para limpiarlo, así que continuó su camino. Sin embargo, antes de llegar a la esquina, se encontró con un guardia. Este último miro detrás de Mike y vio los cuerpos sin vida de sus compañeros e inmediatamente se lanzó a atacarlo, Mike reaccionó a tiempo y bloqueó su ataque, lo sujetó de la cabeza y lo estrelló contra la pared, sin darle tiempo de reaccionar, hizo aparecer nuevamente su espada y lo atravesó—. Eso estuvo cerca, debo reunirme con Mayura. —susurró para sí mismo, limpiando la sangre en la espada. Observó su reloj y añadió—: Faltan veinte minutos y aún hay varios obstáculos por enfrentar y será difícil para ella proteger a tantas personas a la vez…

Corrió con todas sus fuerzas, recorriendo varios pasillos, y entre más corría más se preocupaba, en ningún momento se encontró con algún guardia, los único que había encontrado había sido sus cuerpos con vida.

«A estas alturas, ya deberían de estar buscando al responsable de todo esto, pero, aun así, no me he topado con algún guardia, la única explicación posible es que… han encontrado a Mayura. ¡Debo apresurarme!», pensó.

Después de correr por varios minutos, logró divisar a Mayura y al gran grupo de chicos que corrían tras ella, estaban alertas y silenciosos.

«Gracias al cielo, parece que están bien…», pensó con alivio.

—¡Mayura! —gritó, sobresaltando a los chicos. Al escuchar la voz de Mike, Mayura se detuvo en seco, volteó a verlo y enseguida se encaminó hacia él, seguida por los demás.

—¡Mike! —Se acercó a él—. ¿Lo has logrado? —Él asintió—. Como puedes ver, ya he sacado a todos, ahora iba a encontrarme contigo para salir de aquí.

—¿No te han intersectado los guardias? —Mayura negó con la cabeza—. En todo el camino aquí no los he visto, estaba preocupado que te hubiesen acorralado.

—Ahora que lo mencionas, después de salir del último pabellón, los guardias disminuyeron por completo, ya se me hacía raro que en los últimos pasillos no me he encontrado con ninguno —informó preocupada.

—¿Qué diablos está pasando? Esto no es normal…

—Lo sé, pero…

Un fuerte estruendo se escuchó, sobresaltando a todos. La pared que conectaba con el exterior estaba rota y repentinamente, un guardia había salido volando frente a ellos y terminó estrellándose en la pared a unos metros de ellos. Aquello asustó a los chicos y alarmó a Mayura y Mike, quienes se colocaron en posición de combate. Una cortina de humo se había formado, nublando la vista de todos.
________________
Hola, aquí estoy de vuelta.
Lamento tan pocos capítulos y haber estado perdida tanto tiempo. Pasaron muchas cosas, pero aquí estamos de nuevo.
Próximo capítulo: 31 de diciembre.

Una lucha sin héroes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora