YoonGi entró al apartamento, haciendo el menor ruido posible. Seguramente NamJoon estaría durmiendo pero aun así prefirió ser cuidadoso.
JungKook le había ofrecido quedarse en su habitación para descansar un poco, suponiendo que YoonGi lo menos que quería era regresar a su apartamento, pero este se negó diciéndole que de todas formas tenía que ir para arreglarse antes de ir a trabajar. Ante eso, el pelinegro se ofreció a acompañarlo hasta la entrada del lugar.
YoonGi se quitó el saco que el mayor le había prestado para cubrirlo del leve frío, y tras un suspiro se sentó en el sofá.
En ese momento se estaba sintiendo tan... ligero. Sentía que era la primera vez que se desahogaba de verdad entre los brazos de alguien. Por primera vez en medio de su sufrimiento había alguien que lo estaba escuchando y le brindaba su hombro para llorar o simplemente apoyarse en él.
Estrujó el saco entre sus manos, y sin pensarlo, llevó la prenda a su nariz, inhalando profundamente. Sintiéndose tan cautivado y a la vez tan protegido con solo tener cerca el aroma del pelinegro.
Esto está tan mal...
JungKook era su lugar seguro, eso ya lo daba por hecho. Pero no se suponía que debía sentir algo en su pecho al pensar en él.
JungKook llegó a la cocina cuando TaeHyung se estaba sirviendo una taza con café. Su hermano vestía con un albornoz y parecía estar de muy buen humor.—¿SeokJin ya se fue? —preguntó, apoyándose sobre la isla.
—Está terminando de alistarse.
—Ya veo.
TaeHyung tomó un sorbo de su café. Sin embargo, no podía sentirse tan tranquilo como quisiera porque la mirada fija de su hermano le estaba incomodando.
—¿Qué? —preguntó finalmente.
—Nada —el pelinegro se alzó de hombros—. Es solo que jamás creí que tú serías... ya sabes... el que recibe.
TaeHyung se atragantó con el café, llevándolo a toser sin parar por un buen tiempo.
—¡Luzbel! —le recriminó con la voz ahogada y las mejillas teñidas de rojo, tanto por la vergüenza como por haber tosido demasiado.
JungKook frunció el ceño. Era de notar que su hermano había pasado mucho tiempo en la Tierra, pues cosas como la vergüenza no era algo que un ángel comúnmente sería capaz de sentir.
—Oh, bien. Estoy más que tarde—dijo SeokJin para sí mismo con tono irónico, viendo el reloj en su muñeca izquierda mientras entraba a la cocina.
TaeHyung se mordió sutilmente el labio inferior ante sus propios pensamientos. Sabía que era su culpa el que SeokJin llegara tarde al trabajo, pero en definitiva no iba a arrepentirse. Aunque eso llevara a que JungKook se diera cuenta de que él era el pasivo en la relación.
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La Tristesse du Diable ✦ ≪KookGi≫
Fanfic❝Cualquiera pensaría que el diablo disfrutaba de ser él; un ser poderoso, con su propio reino y que gustaba de torturar a los que llegaban a él. Alguien que no sentía pena, empatía, consideración, y que solo le gustaba seducir a los humanos para ll...