✪Trîgintâ três✟

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—¿Y qué es lo que sientes? —preguntó YoonGi en voz baja. Esa confesión lo había puesto aún más nervioso, aunque por supuesto trataba de disimularlo.

—¿Tú qué sientes cuando estamos juntos?

—¿Yo? —preguntó torpemente.

El pelinegro asintió con la cabeza. Tal vez encontraba una respuesta para él en la misma respuesta que YoonGi le daría. Si era verdad que lo que el menor sentía por él era algo parecido al amor, entonces él sabría si lo que sentía era lo mismo. Después de todo era uno de los sentimientos que él no había experimentado nunca, no en el sentido romántico. Aunque también estaba consciente de que las probabilidades eran bajas, pues él no podía sentir algo como eso, estaba convencido.

YoonGi por su parte dudaba en si decirle la verdad o no. Nunca se le había confesado a alguien, ni siquiera a NamJoon; lo de ellos se había dado de manera muy natural, sin que ninguno de los dos tuviera que confesarse frente al otro.

Y quizá YoonGi podía estar dispuesto a hacerlo. Pero el problema es que ahora no sabía si era el momento correcto para aceptar sus sentimientos por JungKook cuando este se encontraba delante del él, viéndolo a los ojos. Tal vez aún era muy pronto.

TaeHyung frunció el ceño cuando entró de nuevo a su casa, encontrándose con aquella escena tan rara. ¿JungKook y YoonGi en una atmósfera tan íntima? Eso era completamente extraño, no podía negarlo. Sí era cierto que pasaban mucho tiempo juntos, pero jamás los había visto así.

No le parecía raro por el lado de YoonGi, sino más bien por el lado de Luzbel. Él no era así.

Verlos tan cerca el uno del otro, con la mano de YoonGi sobre el pecho de JungKook y este último sujetándola como para evitar que el menor la retirara (aunque no parecía querer hacerlo), mientras se veían con un anhelo inusual... Definitivamente eso era muy extraño para él.

Carraspeó, logrando capturar la atención de esos dos, quienes se separaron tan solo al verlo.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó a Luzbel mientras se cruzaba de brazos.

—Aún no me acostumbro a la sensación —respondió con honestidad, sabiendo perfectamente que su hermano hablaba sobre la ausencia de sus alas.

—Sí, supongo que a todos nos pasó al inicio —caminó unos pasos hacia él—. Pero lo tuyo es diferente. Te arrancaron las alas, Luzbel.

—No necesito que me lo digas, pude sentirlo.

YoonGi pasó su mirada de TaeHyung a Luzbel repetidas veces. Sí era cierto que él también quería saber todo lo que sucedió, pero tal vez lo mejor en ese momento era darles algo de espacio a ellos dos.

—Debo ir a mi apartamento —avisó—. Necesito alistarme, hoy debo regresar al trabajo.

—¿Regresar al trabajo? —preguntó JungKook, confundido.

—No te preocupes, no es nada —sonrió, restándole importancia—. Si necesitas algo, solo llámame, ¿sí? Estaré pendiente

Apretó su hombro en un gesto de despedida. Y mientras se dirigía hacia la salida se despidió silenciosamente del castaño, agradeciéndole con la mirada por haber permitido que cuidara de JungKook y también por haberlo dejado pasar la noche ahí.

Cuando la puerta se cerró, el castaño se giró nuevamente hacia su hermano.

—¿Me dirás quién te hizo eso?

—¿Acaso no es obvio? Piensa en un ángel y no te equivocarás.

—Mikhael —no hizo falta cuestionarlo, ahora estaba seguro de que no podía ser nadie más que él.

La Tristesse du Diable ✦ ≪KookGi≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora