—¿Ya te sientes mejor?YoonGi asintió con la cabeza, aún con su rostro oculto en el pecho del contrario. Había perdido la cuenta de cuánto tiempo estuvieron en la misma posición.
JungKook le había estado haciendo mimos y susurrándole cosas bonitas y alentadoras para hacerle sentir aunque sea un poco mejor. Y aunque YoonGi no lo dijo con palabras, su cuerpo lo daba a notar, había funcionado.
Definitivamente JungKook era su lugar seguro.
—Bien —el pelinegro detuvo las caricias en el cabello del menor y depositó un besito sobre la cabeza de este—. Porque ya debes irte a trabajar.
YoonGi suspiró desganado. No quería moverse de allí, no cuando estaba tan cómodo entre los brazos de su "novio aún no tan novio".
—¿Quieres que pase por ti al salir del trabajo?
—Eso estaría bien —respondió mientras hacía un esfuerzo para separarse de él y darle inicio a sus deberes de la mañana.
Se sentó a la orilla de la cama y tomó su celular para ver si tenía alguna notificación.
—Podríamos ir a algún restaurante —propuso Luzbel—. Ir al cine... oh, ya sé. Ya que tú preparaste la cena ayer, yo lo haré esta noche. ¿qué te parece? ¿Te apetece tener una cena romántica conmigo?
—Suena lindo —volteó a verle—. Pero no puedo —suspiró una vez más, bloqueando la pantalla de su celular—. Los de la banda tendremos una reunión esta tarde.
Y definitivamente no era algo que podía darse el lujo de rechazar, no cuando pronto tendría deudas que pagar.
—¿Banda? —preguntó interesado, incorporándose sobre el colchón—. ¿Puedo ir contigo?
—¿Quieres venir a los ensayos de la banda? —se mostró confundido.
—Me gustaría, sí —asintió con la cabeza—. ¿Sabes? Verte tocar la batería el primer día que nos conocimos fue... encantador. Me dejaste realmente cautivado —sonrió.
—No digas eso —sonrió avergonzado, volteando de nuevo hacia al frente.
—Tienes talento, Min YoonGi —continuó el pelinegro, un poco divertido por las reacciones del menor. Ya que YoonGi le estaba dando la espalda, se acomodó de rodillas detrás de él, llevando ambas manos a los hombros del contrario—. Y los chicos con grandes talentos como los tuyos, merecen ser bien cuidados —susurró en su oído antes de dejar un beso sobre su mejilla derecha—. Te prepararé el desayuno.
YoonGi no dijo nada, solo siguió a JungKook con la mirada hasta que este salió de la habitación. Sonrió, con un sentimiento dentro de él que no pudo describir muy bien.
Le sorprendía el hecho de que JungKook fuera tan atento con él. Prepararle el desayuno, hacerle mimos, acompañarlo a sus ensayos con la banda. NamJoon en su vida se había interesado en ir a uno de sus ensayos o leer la letra de algunas de sus canciones, y mucho menos se había tomado la molestia de cocinarle, ni una sola vez.
No es que quisiera estarlos comparando a cada minuto, pero en ese momento fue inevitable. Esa era su segunda relación y estaba demás decir que había demasiada diferencia entre ambas personas.
La atención que JungKook le brindaba era agradable, le gustaba. Pero estaba tan acostumbrado a la frialdad de su exnovio, donde los detalles y las muestras de cariño eran tan mínimos, que hacía que lo que estaba teniendo con Luzbel le pareciera irreal.
Sin embargo, en caso de que lo fuera, quería proponerse el disfrutarlo antes de despertar.
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La Tristesse du Diable ✦ ≪KookGi≫
Fanfic❝Cualquiera pensaría que el diablo disfrutaba de ser él; un ser poderoso, con su propio reino y que gustaba de torturar a los que llegaban a él. Alguien que no sentía pena, empatía, consideración, y que solo le gustaba seducir a los humanos para ll...