La debilidad de los empresarios!

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En un edificio de 15 pisos se encontraba en la cima 4 oficinas diferentes y elegantes, cada una de un empresario diferente, lo común era que los 4 eran fríos y calculadores, nada los hacía reír, nada los hacía sonreír, eran piedra excepto por una debilidad en común, el hermoso bebé que había en su casa.

(◍•ᴗ•◍)

En ese momento jisung tenía miedo, llevaba trabajando para esa empresa millonaria durante 5 meses, pero cada vez que le tocaba subir al último piso a entregar las 4 carpetas llenas de los informes y cuentas de la empresa sentía sus piernas temblar.

Esos cuatro hombres que había en el pisó más alto de todo el edificio intimidaban a todos los trabajadores de la misma.

-Tranquilo Jisung -menciono Wonho.

-Solo debes llevarle los informes a los jefes y ya - dijo serio pero a la vez queriendose reír de ternura  por mirar la cara de jisung.

-¡Si! Pero ellos me asustan, ¡tienen cara de que quieren matarme! -grito alterado.

-Oye tranquilo, solo dales los informes y sal de allí, se que puedes sungie- dijo Wonho haciendo puñitos con sus manos para desear suerte al más bajito.

-Esta bien- menciono pasando gordo su saliva.

Comenzó a caminar hacia el elevador de cristal que daba vista a la hermosa Corea, se adentro con los 4 informes en mano y oprimio el botón del número 15 con una mezcla de nervios y tensión en el cuerpo.

"Todo saldrá bien" Dijo para si mismo.

Entró en el último pisó, y como siempre el ambiente estaba lleno de silencio, las paredes negras y el gran ventanal de cristal en los extremos.

Estaban cuatro puertas frente a él, cada una decía el nombre de cada empresario, empezaría por entrar en la puerta del hombre que era menos frío y cortante, Taehyun.

Tocó la gran puerta 1 sola vez, escuchando un "adelante" De una voz  gruesa.

Tomó la manija y entró con mucha cautela, mirando a uno de sus cuatro jefes escribiendo y haciendo grandes cuentas en la compuradora.

-¿Qué ocurre Jisung? - se dirigió a el otro muchacho con voz sería pero tranquila.

-Yo vengo a entregarle el informe del més- dijo en voz baja y sin hacer mucho ruido.

-Si gracias ya puedes retirarte - dijo retirandole el informe a jisung de su mano.

Este salió despavorido de allí, por lo menos esta vez no fue tan malo.

Después fue a cada una de las otras oficinas privadas de cada uno de sus jefes, hasta que pasó algo inusual y que le recorría de intriga el cuerpo.

Entró a la oficina que más miedo le daba, su jefe Soobin era el más frío y calculador de los cuatro.

Su oficina era demasiado grande y de un color vino muy formal, su jefe portaba un traje negro entallado haciéndolo ver un poco más intimidante.

Le entregó el informe con miedo pero hubo algo que lo desconcertó.

Antes de retirarse se podía notar a simple vista  que todo era del mismo color, vino y negro, excepto por un detalle, que hacía su cabeza querer explotar.

En el escritorio de su jefe había una crayola de color rosado decorada con stickers de corazones, de esas que usan los niños pequeños para pintar.

Acaso su jefe soobin le gustaba  pintar con  crayones?....

O era algo más....

𝕠𝕤𝕚𝕥𝕠 bebé! TXT  𝒍𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝑺𝒑𝒂𝒄𝒆! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora