Capítulo 182: Onda Psíquica
✡
Después de que Alisa se marchó airada a sus habitaciones, el salón quedó en completo silencio.
Raidel se recostó en la hierba, con la mirada fija en las nubes artificiales.
—Diablos, ¿ahora qué le sucede? —murmuró—. ¿En verdad cree que soy un demonio? ¿Qué tontería es esa?
—Ella es bastante terca —comentó Sendor—. Será muy difícil hacer que cambie de opinión. Cuando se le mete algo a la cabeza…
Keila se sentó al lado de Raidel.
—¿Estás bien? —dijo, visiblemente preocupada.
—Sí, todo gracias a ti. Si no hubieras formado ese muro de tierra, ahora yo estaría mirando… estrellas.
Ella esbozó una pequeña sonrisa y posó una mano sobre su hombro.
Raidel también se permitió sonreír. ¿Cuántas veces ella le había salvado el trasero? Ya había perdido la cuenta.
—De todas formas creo que Alisa necesita atención médica urgente. Perdió completamente la cordura. Creo que se le acabó de congelar la última neurona en funcionamiento que le quedaba —soltó un suspiro—. Y la culpa la tiene ella misma por usar ese maldito hielo inútil que solo sirve para congelarle el cerebro... ¡Por todos los cielos!, ¿qué clase de Rem de mierda es ese?
—No te preocupes, ella estará bien —dijo Sendor, bastante seguro de sus palabras—. Solo está un poco alterada por todo lo sucedido en la última misión. Pronto se recuperará…
—No es la única —volvió a suspirar Raidel—. Yo tampoco he logrado olvidar los horrores que viví aquel día. Las pesadillas me asaltan cada madrugada sin falta. Todas las noches me despierto bañado en sudor y no puedo dejar de temblar ante las atrocidades que se muestran en mis sueños.
Keila asintió con la cabeza, comprensiva. Ella también tenía pesadillas, pero quizás las de Raidel eran infinitamente peores. Después de todo, no había que olvidar que, por alguna razón, un demonio realmente poderoso estaba tras su cabeza. ¿Qué podría querer él de Raidel? Esa era una pregunta de la que no había respuesta.
El muchacho intentó tranquilizarse antes de decir:
—Las habilidades que mostró ese Mago Oscuro llamado Dowen fueron abrumadoras; abrumadoras y terribles. En especial esos Poderes Psicodélicos…
—Poderes Psíquicos —lo corrigió Sendor—. Aunque sí es cierto que esa es una de las habilidades más terribles que existen. Forman parte de la Magia Negra. Son Artes Prohibidas, por lo que su uso no está permitido. Sin embargo, algunas personas, tales como los Magos Oscuros, no tienen ningún reparo ni vergüenza de usar semejantes artimañas…
—Jamás creí posible que alguien fuera capaz de controlar a otra persona con tanta facilidad como si se tratase de alguna especie de marioneta… —murmuró Raidel con la mirada aún fija en las nubes que surcaban lentamente el cielo.
Sendor se sentó enfrente de él y de Keila.
—Mientras mayores son los poderes psíquicos de un mago, éste es capaz de controlar a más personas al mismo tiempo.
ESTÁS LEYENDO
✡ Guerra de Dioses y Demonios 2: La Ira del Dios de la Muerte
Fantasy✡ Segundo volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios". Este libro abarca la continuación de la historia desde el capítulo 101. En esta segunda parte, y tras los trágicos acontecimientos del libro anterior, nuestro protagonista se verá arrastra...