✡ CLXI

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Capítulo 161: Poder

—Por todos los dioses del abismo sin fondo, ¿qué demonios hace el Equipo Zero aquí? —gruñó Fran completamente desesperado. Incluso parecía que había perdido el juicio.

—Y bueno, ¿se puede saber quiénes son ellos? —dijo Alisa con calma. Su tono de voz no reflejaba ninguna preocupación en lo absoluto.

—¡Ellos son indiscutiblemente el mejor equipo del Batallón 42! —exclamó Fran—. El Equipo Zero es como la élite de la élite… Los miembros que conforman aquella unidad están simplemente a otro nivel…

—Vamos, no exageres —dijo Raidel, mientras desenfundaba su guadaña y se preparaba para la acción—. No creo que sean para tanto…

—¡No los conoces! —insistió Fran hablando en un tono mucho más elevado de lo que era necesario—. Su líder, Zoden, fue uno de los candidatos para convertirse en el líder del Batallón 42, pero al final el White Darkness escogió a Vork…

Al escuchar eso, la expresión en los rostros de Raidel y Alisa cambió de manera repentina. ¿Uno de los miembros del Equipo Zero estuvo cerca de convertirse en el líder del Batallón 42?

A continuación los ojos de Fran se fijaron en algo más. Cerca de la puerta derribada del castillo se encontraba de pie una persona bastante peculiar. Se trataba de un hombre delgado y larguirucho que llevaba un parche en el ojo y de cuyo cuerpo emanaba una especie de líquido verdoso que parecía de naturaleza corrosiva.

—¡Demonios, es Gador! —escupió Fran—. Evidentemente estamos ante el infame Equipo Zero. —Frunció el ceño y rechinó los dientes—. ¡Maldición, esto es hacer trampa! ¡Un Equipo como aquel no debería de participar en este juego! ¡Es simplemente demasiado poderoso para nosotros! ¿Por qué Vork permitió esto? ¿Acaso desde un principio era imposible ganar el juego?

—¡Pffff! —soltó Alisa, meneando su rubia cabeza de un lado a otro—. ¿Qué clase de motivación es la que nos estás dando? Tienes más miedo que cualquiera de nosotros o cualquiera de los que está luchando allá abajo… ¿Y tú te haces llamar nuestro líder?

—Coincido con la repelente —dijo Raidel—. Tú puedes quedarte quejando aquí arriba, pero nosotros bajaremos a luchar… Entrené demasiado estos días como para acobardarme al final.

—¡Ninguno de ustedes lo comprende! —empezó a decir Fran, pero luego se detuvo al darse cuenta de que varios guerreros se estaban aproximando al castillo desde lo lejos, quienes volaban sobre animales mágicos o escobas voladoras.

—Los demás equipos están llegando —observó Keila, y luego se giró hacia Fran para decir—. Si vas a tomar una decisión será mejor que la tomes ahora…

—Demonios, me lo ponen difícil, ¿saben? —suspiró el líder luego de unos momentos de silencio—. Si supieran el poder del Equipo Zero estarían de acuerdo conmigo en que…

Su frase se vio nuevamente interrumpida en cuanto varias flechas fueron arrojadas hacia su dirección. Afortunadamente el ave prehistórica actuó rápido y las esquivó todas.

—¡Los demás equipos nos vieron y están empezando a atacarnos! —exclamó Keila—. Debemos movernos… ¡y rápido!

Fran hizo que su bestia se dirigiera hacia el otro extremo del Castillo, en donde no había tanta actividad como en este sector.

Mientras tanto, los demás Equipos que iban llegando al campo de batalla se dirigieron hacia Rosana y Gador sin dudarlo ni por un segundo y dispuestos a luchar. Evidentemente no sabían que ellos eran miembros del terrible Equipo Zero. Si lo hubieran sabido, se habrían retirado. Nadie en su sano juicio retaba abiertamente a uno de los miembros del Equipo Zero.

✡ Guerra de Dioses y Demonios 2: La Ira del Dios de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora