Capítulo 175: Venganza
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Tras la cruenta batalla contra Dowen, ambos equipos habían tomado un breve descanso de unos minutos; tiempo en el que trataron sus heridas más superficiales. Luego prosiguieron con el recorrido.
El Equipo Ceifador sobrevolaba los aires en el pterodáctilo de Fran, mientras que el Equipo Wandor iba sobre la gigantesca águila que había creado Selia.
El ave prehistórica iba al frente, ya que ellos eran los únicos que tenían luz gracias a Sendor y a su hechizo en el cual su báculo se hacía luminoso. Por otro lado, el báculo de Selia se había transformado en el águila, así que no podía hacer lo mismo. Afortunadamente aquella criatura mágica tenía visión infrarroja; es decir, podía ver en la oscuridad. Aunque de todas formas lo único que debía hacer era seguir al pterodáctilo.
Habían transcurrido unos diez minutos desde que ambos equipos habían emprendido el vuelo, pero desde entonces no se habían encontrado con ningún enemigo. Parecía como si todo el Castillo estuviera desierto.
Ya habían perdido la cuenta de todas las bifurcaciones con las que se habían encontrado. Más o menos a cada treinta segundos el túnel por el que estaban yendo se dividía en varios caminos diferentes, y a ellos no les quedaba más alternativa que escoger uno al azar e ir por allí.
En su recorrido se habían tropezado con cientos de pasadizos, sin saber cuál era el correcto. Fran se preguntaba a dónde diablos irían a parar al final… Aunque la verdad era que esto no parecía tener fin. Daba la impresión que lo único que hacían era dar vueltas en círculos…
Entonces llegó un momento en el que vieron movimiento por primera vez. Fran y los demás desenfundaron inmediatamente sus armas, listos para luchar o morir, pero lo que vieron ante sus ojos los tranquilizó un poco. Solo se trataba de un pequeño enjambre de insectos voladores. Quizás veinte o treinta. Los insectos tomaron otro camino y se perdieron de la vista.
Los compañeros recorrieron los túneles en completo silencio por unos cinco o diez minutos más. Fran estaba cada vez más nervioso. No sabía qué hora era, pero sin duda faltaba poco tiempo para el eclipse y para la invocación. Quizás unos treinta minutos… o menos. Esto no era nada bueno… Se preguntó si lo mejor no sería intentar huir... ¿pero encontrarían alguna salida? No recordaba el camino de regreso…
Fran observó que sus compañeros tampoco estaban precisamente animados. Seguramente pensaban lo mismo que él.
Aunque al cabo de pocos minutos todo cambió de manera tan drástica que Fran y los demás habrían dado lo que fuera para que los túneles se hubieran quedado vacíos y en silencio.
Primero escucharon una mezcla de innumerables aullidos infernales y chillidos espantosos que procedían desde todos los extremos del túnel: Desde el frente, atrás y los lados.
Eran cientos de demenciales bramidos que resonaban cada vez con mayor intensidad y potencia. El cuerpo de Raidel se estremeció involuntariamente. Keila apenas logró reprimir un grito de terror. Por un instante las manos de Sendor temblaron tanto que casi se le cae el báculo mágico que llevaba en las manos.
Pero la incesante cadena de horrendos chillidos solo fue el comienzo.
Los compañeros escucharon entonces unos ruidos rasposos y como de naturaleza pegajosa que repiqueteaban contra el suelo de piedra. Lo que resultaba especialmente aterrador era que aquellos sonidos parecían ganar cada vez más proximidad, como si los compañeros estuvieran siendo perseguidos.
Sus peores temores se volvieron realidad en cuanto sus ojos mostraron la abominable horda de amorfos engendros que aparecieron de la nada detrás de ellos. Algunos daban saltos de diez metros de altura, intentando alcanzar al halcón de Selia para así devorarlo. Aunque la mayoría de los demonios se arrastraban por el suelo a una velocidad absurda que ni siquiera los tigres ni guepardos deberían tener.
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✡ Guerra de Dioses y Demonios 2: La Ira del Dios de la Muerte
Fantasy✡ Segundo volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios". Este libro abarca la continuación de la historia desde el capítulo 101. En esta segunda parte, y tras los trágicos acontecimientos del libro anterior, nuestro protagonista se verá arrastra...