Capítulo 111: Hielo
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Raidel volvió a soñar con la figura negra y encapuchada. En esta ocasión, aquella persona se encontraba encima de lo que indudablemente era un dragón, el cual estaba volando rápidamente por los cielos a quinientos metros de altura. El viento golpeaba el cuerpo de aquel individuo, agitando sus negras ropas y ondulando su capa. Y aunque en el sueño no se podía distinguir su rostro debido a la capucha, a Raidel le dio la impresión de que esta persona estaba sonriendo.
Algo parecido a un chasquido sonó en alguna parte, lo que hizo despertar a Raidel de su profundo sueño.
El muchacho abrió los ojos de par en par.
Lo primero que notó fue que no podía moverse, puesto que tenía como diez kilos de gruesas e innumerables cobijas que enrollaban su cuerpo de pies a cuello.
Se encontraba dentro de una cabaña de madera, acostado sobre un colchón que estaba ubicado en el suelo.
El viento rugía fuera de la cabaña con gran potencia, lo que hacía que varias tablas que estaban medio zafadas crujieran y golpearan unas con otras gracias al impacto del viento.
Y aunque Raidel estaba bien protegido allí dentro, todavía seguía teniendo algo de frío, por lo que se quedó acostado un buen rato, preguntándose en dónde demonios se encontraba y qué había sucedido...
Obviamente estaba en la cabaña del Ermitaño. Aunque lo extraño era que había olvidado varios fragmentos de lo ocurrido el día anterior... Lo último que pudo recordar fue que se encontraba escalando la montaña en medio de la noche y que tenía ganas de desmayarse, y luego de eso... nada; solo oscuridad. No pudo recordar nada más... ¿Acaso perdió la conciencia en medio del recorrido y Keila lo había cargado hasta la casa del Ermitaño?
Lo único que se escuchaba en aquel momento era el rugir del viento y los crujidos que producían las ventanas y las tablas. Aparte de eso, todo estaba en silencio.
Y tras varios minutos de darle vueltas al asunto, Raidel decidió levantarse. Todavía tenía puesta su negra capa de viaje. El muchacho hizo a un lado las cobijas y se puso de pie.
Ahogó un gruñido al notar que sus músculos estaban entumecidos y adoloridos. Los días anteriores se había esforzado bastante para subir aquella maldita montaña.
El muchacho observó que se encontraba en una pequeña habitación del segundo piso. Aparte del colchón no había más que varios muebles viejos, estanterías empolvadas, libros desparramados por el suelo, tres canastas llenas de trapos viejos y un machete sobre una mesa de madera. La mochila de Raidel con sus pertenencias estaba en una esquina de la habitación.
El pelirrojo observó por la ventana. El viento soplaba con una fuerza abrumadora. Alcanzó a ver una porción de suelo cubierto de nieve, pero aparte de eso, nada más.
Raidel abrió la puerta de su habitación y se dispuso a bajar por las escaleras, pero titubeó al dar el primer paso. No sabía muy bien por qué, pero estaba algo nervioso. Aunque quizá esto tuviera algo que ver con la afirmación de Keila de que el Ermitaño es la persona más poderosa del continente Roca Blanca, y que además aquel individuo estaba loco.
Sin embargo, luego de recordar a Deon y al White Darkness, Raidel se dispuso a salir de su habitación y a bajar por las escaleras sin más demora.
Y cuando llegó al primer piso, el muchacho se puso alerta, como si en cualquier momento el Ermitaño fuese a salir de una oscura esquina para lanzarse sobre él y atacarlo hasta la muerte.
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✡ Guerra de Dioses y Demonios 2: La Ira del Dios de la Muerte
Fantasy✡ Segundo volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios". Este libro abarca la continuación de la historia desde el capítulo 101. En esta segunda parte, y tras los trágicos acontecimientos del libro anterior, nuestro protagonista se verá arrastra...