Capítulo 184: Deserción
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Los compañeros dieron media vuelta para observar que quien había dicho aquellas palabras había sido nada más ni nada menos que… Alisa.
Ella se encontraba de pie, a unos veinte metros de distancia de ellos.
Los compañeros se sorprendieron de verla allí. Habían estado tan concentrados en su conversación que nadie había notado su presencia.
—¿Cuándo llegaste? —dijo el líder, observándola fijamente—. ¿Qué fue lo que escuchaste?
—Escuché todo, Fran —replicó ella, sin abandonar el tono frío y apático de su voz—. Cuando salí de mis habitaciones en busca de aire fresco, te vi entrar a este salón. Creí que los entrenamientos se iban a reanudar y por eso te seguí —lo observó con unos ojos llenos de desprecio—. ¿Qué creen que están haciendo?
—Pues eso está bastante claro —dijo Raidel—. Abandonaremos la organización.
La mirada que Alisa le dirigió no pudo ser más mortífera.
—Serán idiotas. ¿En verdad creen que pueden huir con vida del White Darkness? ¿Por qué mejor no se lanzan de un precipicio si tanto desprecian su vida?
—A esto no se le puede llamar vida —replicó Fran—. Lograremos huir hacia la libertad y tú vendrás con nosotros.
—Oh, ¿ya me incluyeron en su suicidio grupal? —Sus rubios cabellos ondularon ligeramente con el batir del viento—. En mi caso y a diferencia de ustedes, mi vida no es tan patética y miserable como para querer morirme tan pronto. Pero de todas formas agradezco su oferta.
—No tienes más opción que venir con nosotros —dijo Sendor—. Si eres la única que se queda, el White Darkness lo verá como algo muy sospechoso. Seguramente te interrogarán a fondo para querer saber a dónde nos fuimos…
Fran le dirigió a Alisa su mirada más pacífica y tranquilizadora antes de decir:
—Vamos, Aly, ¿acaso piensas abandonar a tu equipo? ¿Abandonar a tus amigos?
—Oh, no, no se confundan —dijo ella con su mirada gélida—. Ustedes no irán a ningún lado —les dirigió una sonrisa de menosprecio—. Si voy ahora mismo a las habitaciones de Vork y le advierto que unos traidores planean abandonar la organización…
—No serías capaz —lo interrumpió Raidel con el ceño fruncido. Pese a lo mal que se llevaban ambos, él no creía que Alisa fuese esa clase de persona… ella no.
—¿En verdad creen que yo los considero como compañeros aún después de que ustedes piensan traicionarnos? Solo son basura —escupió al suelo—. Vork debe saber sobre esto. Adiós. Hasta nunca.
Se dio media vuelta, y empezó a caminar hacia la salida, en medio de la estupefacta mirada de los compañeros. Nadie podía creer que en verdad ella estuviera haciendo esto.
Keila se cubrió la boca con ambas manos, sin saber qué hacer.
Sendor empezó a murmurar una sarta de maldiciones.
Raidel la observó fjamente.
—¡Por todos los santos, ahora sí que perdió la cabeza! ¡Se ha vuelto completamente loca!
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✡ Guerra de Dioses y Demonios 2: La Ira del Dios de la Muerte
Fantasy✡ Segundo volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios". Este libro abarca la continuación de la historia desde el capítulo 101. En esta segunda parte, y tras los trágicos acontecimientos del libro anterior, nuestro protagonista se verá arrastra...