CAPÍTULO XXVI. Verdades a medias

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Despidió a Maki con rapidez y sin pensarlo dos veces se acercó al camerino de Itatí. Llamó a la puerta. Como no obtuvo respuesta decidió asomarse lentamente y descubrió que no estaba allí. Suspiró afligido y caminó cabizbajo hacia el set. Al llegar encontró un ambiente relajado y divertido. La buscó con la vista y la encontró concentrada poniendo toda su atención en algo que Gala le mostraba en su celular. De pronto vio que ambas llamaron a Sian y a Horacio y se dispusieron los cuatro a estudiar algo con detenimiento. La notaba divertida, incluso la escuchó carcajear y se preguntó si era posible que no hubiera escuchado su voz exaltada reclamando el accionar de su exmujer. Pensó en la posibilidad de que al salir del camerino hubiese tomado la dirección del set en lugar de quedarse en el suyo y su pecho se descomprimió, no porque quisiera mentirle sino porque quería ser él quien le aclarara la situación, aunque sabía perfectamente que no le sería una grata noticia. Observó a sus colegas un tiempo más deseando saber qué estarían mirando en el teléfono que los tenía tan atrapados, sin tener la menor idea de que pronto lo descubriría. Y no le agradaría nada.

El director los llamó para que comenzaran a concentrarse en el trabajo y se ubicaran prontamente en sus posiciones para arrancar los ensayos, así que aquellos cuatro se apartaron, Gala guardó su teléfono y todos se dispusieron a trabajar. Cuando por fin concluyeron ensayos y grabaciones, los cuatro volvieron a reunirse y de esta manera Itatí logró dos cosas. La primera, absolutamente planeada, evitar a Juan. Y la segunda, como efecto colateral, ponerlo nervioso y celoso. No le dio chance de acercarse ni le dirigió la mirada. Era como si él no estuviera allí, pero aunque lo hacía con intención verdaderamente salía muy natural y se sentía bien. Tomaron rumbo a un ambiente con un poco menos de gente y por fin Juan pudo develar el misterio. Pasos de baile para uno de aquellos famosos videos de tik tok. Un baile de parejas. ¿La música? Lambada, interpretada por el grupo Kaoma. Y aquello que veía era apenas el primer ensayo. Le bastó ver la posición inicial de la coreografía para saberse envuelto en celos. Las manos de Horacio sujetando su pequeña cintura desde atrás, sus cuerpos adheridos con sensualidad y sus rostros expresando todo lo que la lambada requiere, deseo, erotismo y seducción. Acorde a los nuevos tiempos de las redes sociales, no podían tardar más que unos cuantos segundos, pero fueron los suficientes para que los ojos de Juan se tornaran oscuros de rabia. Repitieron la coreografía hasta que la tuvieron lista y finalmente la grabaron. Mientras bailaba, ella pudo ver cómo él apretaba un puño y endurecía su expresión. Estaba más que claro que acariciar su cuerpo con una varita de ortiga significaría para él menos tortura que verla bailar de esa forma con otro que además, aun sin comprobarlo, sabía que no era indiferente a la belleza de Itatí. Estuvo a milésimas de segundos de lanzarse a despegarlo de ella en el instante en que los vio juntar sus pelvis en un movimiento erótico intenso, pero afortunadamente Patricio, que llevaba ya unos minutos observándolo, intervino a tiempo y evitó que Juan cometiera ese error con tan solo tomarlo del brazo y negar con la cabeza. Concluyeron el video de manera exitosa y quienes se quedaron a verlos realizar la coreografía se quemaron las manos aplaudiendo la osadía y habilidad de los cuatro que, agitados, decidieron reunirse en una apretada ronda y saltar juntos en celebración.

—Los celos no son buenos consejeros, muchacho —le dijo Pato por lo bajo.

—Lo sé pero...

—Te entiendo. Pero eso se iba a convertir en un campo de batalla y no es conveniente para nadie.

—Tienes razón, como siempre. Gracias Pato, de verdad.

—No tienes nada que agradecer. Ve y habla con ella, tienes una cara de tormento que no puedes disimular.

—Eso haré —afirmó. Caminó lentamente hacia ellos, que permanecían juntos charlando divertidos y los interrumpió —disculpen, ¿me permites un minuto? —preguntó dirigiéndose a ella —necesito hablar contigo.

CAMERINOS DE FUEGO *Un amor a escondidas*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora