CAPÍTULO LVII. Reto aceptado

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—¿Lo pensaste bien? —le preguntó él por lo bajo antes de tomar posiciones para grabar —mira que no hay reclamos.

—Lo mismo te pregunto yo a ti, bombón —dijo desafiante —porque tú eres el que va a perder la apuesta.

—Ya te estoy imaginando vestida de mujer maravilla —dijo con voz grave y mirada libidinosa —me vuelvo loco —suspiró y se acarició el pecho.

—Loco vas a volverte cuando tengas que hacer las cosas que estoy pensando —retrucó —me voy a aprovechar, lo sabes —finalizó. Enseguida giró sobre sus pies y se dirigió a su posición, acostada en la cama.


**


Después de haber pasado una noche llena de análisis, sentimientos encontrados, deseos y pensamientos, amaneció decidido como nunca antes. Temprano en la mañana se bañó y se arregló para ir hasta su cuarto y hablar con ella.

Se paró frente a su puerta, respiró profundo y por fin llamó dando ligeros golpes con sus nudillos. Esperó paciente para no invadir y cuando la puerta se abrió él creyó ver una aparición de camisón corto de raso color vino con encaje sobre el pecho y una bata del mismo color, el pelo alborotado y los ojos chiquitos.

—Tyler —susurró con sorpresa —¿pasó algo? —insistió cuando vio que él no tomaba acciones.

—¿Perdón? —dijo saliendo de su hechizo.

—¿Estás bien?

—Sí, es que... olvídalo. Necesito hablar contigo.

—Claro, pasa —lo habilitó —imagino que si vienes tan temprano es por algo importante —dijo cerrando la puerta.

—Es muy importante —sus ojos azules se clavaron en ella y la penetraron como jamás una mirada lo había hecho.

—Puedo imaginarme algo.

—¿Sí? ¿Qué te imaginas? —miró el sillón que estaba cerca de la ventana del cuarto —¿puedo sentarme?

—Por supuesto, ponte cómodo. Imagino que —se sentó en el borde de la cama —vienes a —su voz se cortaba en parte por los nervios y en parte por la tristeza —reclamarme todo lo que no me reclamaste anoche y a decirme que me vas a denunciar a la policía. Es lo que merezco. Soy una estafadora y a ti te estafé por partida doble —hablaba de manera compulsiva —estás en todo tu derecho de entregarme con las autoridades. Es más, si yo fuera tú, la policía ya estaría esperándome ahí afuera. Sé que no tengo derecho a pedirte nada pero Tyler, por lo que más quieras, no dejes sola a mi hija —su garganta se anudó —no merezco tu ayuda, yo lo sé, pero ella no tiene la culpa de la madre que le tocó. Yo la metí en todo esto y...

—Katya tiene una madre maravillosa —dijo interrumpiéndola para llamar su atención.

—Lo dices para consolarme, pero yo sé que no es así. Nada de todo lo que hice tiene justificación. Todo lo arruino, ¿sabes? —respiró profundo y no lo dejó hablar —arruiné las dos únicas relaciones que realmente me importaban... arruiné el vínculo con mi hija, lo más sagrado y bonito que tenía, le arruiné la vida.

—Tú no le arruinaste la...

—¡Claro que sí! —exclamó llorando —le arruiné sus sueños y su futuro. Eso hago siempre. Mírate —lo señaló —también arruiné tus sueños y tus anhelos, arruiné los sentimientos que surgieron, te engañé de la peor forma, jugué contigo, te mentí —sus lágrimas se soltaron con más fuerza —te mentí con tu mamá, que es lo más sagrado que uno tiene en la vida, te mentí con toda tu familia. Te estafé sentimentalmente, porque tú creíste en mí y sé perfectamente cuánto te torturaba la idea de estar enamorado de tu hermana y nunca fui capaz de romper todo y decirte la verdad. Arruiné todo, como siempre lo hago —soltó con todo el dolor que guardaba en su corazón.

CAMERINOS DE FUEGO *Un amor a escondidas*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora