(+18, reproducir la canción )
Después de lo ocurrido no le he dirigido la palabra a Leo en toda la tarde, aún sigo molesta con él. Odio su actitud de marca territorios y detesto que haya roto mí tarjeta. Su comportamiento es demasiado extraño para mí, en un segundo se comporta como una persona normal, pero al siguiente le entra un ataque de celos desquiciados que lo hacen parecer un psicópata. Prometo que me va a volver loca. Yo hace rato que estoy de pie frente al gran ventanal del salón observando la vista de los edificios al exterior, me he quedado aquí porque ni siquiera deseo tener que topármelo. Sin embargo, a los segundos como si el destino me quisiera jugar una mala pasada, percibo como su cuerpo se ubica detrás de mí y rodea mi cintura con sus brazos. Acerca su cara a mi cuello y deja un pequeño beso en la piel de la zona, que provoca que un montón de sensaciones recorran mi interior.
— Déjame, aún estoy molesta contigo —digo intento quitar sus brazos, pero él me aprieta más a él, permitiéndome sentir el notable bulto que tiene dentro de sus pantalones, ay por Dios.
— ¿Me vas a seguir ignorando? —pregunta mientras besa mi hombro.
— Te lo mereces, odio tu actitud —replico empezando a sentirme algo nerviosa por la cercanía de nuestros cuerpos.
— Me pones cuando te enojas —susurra en mi oído.
Coloca sus manos dentro mi camiseta y comienza a desplazarla hacia arriba hasta llegar a mí sujetador. Vuelve a besar mi cuello, y después sube al lóbulo de mi oreja el cual lame y muerde haciéndome estremecer. Se acerca a mi mentón para dejar un pequeño beso y yo no puedo contener la pequeña risa que brota de mi por el cosquilleo que me causa sentir su respiración y su rastro de barba incipiente. Luego de eso toma mi rostro con su mano derecha y acerca al suyo hacia mí para comenzar besarme de manera apasionada. Mientras nuestros labios se devoran con fiereza, su mano izquierda desciende por mi abdomen lentamente, y cuando esta llega a mi vientre, mi corazón se acelera y hace que la detenga por inercia.
—Confía en mí —murmura y noto que su voz se ha vuelto más ronca.
Observo sus ojos, y él me mira como si estuviera pidiéndome permiso para continuar, retengo todo el aire y después asiento. Su mano continúa su camino lentamente hasta llegar a mi ropa interior, roza mí feminidad por encima de la tela, su dedo se mueve de atrás hacia delante, siento como mi braga se empieza a humedecer. Corre el pedazo de tela hacia un lado, sus dedos llegan hasta mi parte y cuando encuentra mi clítoris, lo presiona con su dedo anular, yo dejo salir un gemido al percibirlo, él ataca mi boca de nuevo y comienza a frotar su dedo en círculos primero lento y después incrementa el ritmo, dejo caer mi cabeza sobre su pecho y siento como el placer empieza a formarse y mis bragas se mojan aún más. Leo atrapa todos mis gemidos con sus besos, mi lengua entra a su boca en busca de la suya y él me corresponde ansioso. Noto su dedo querer adentrarse en mi interior y el placer que esto me produce, provoca que me impulse fuerte hacia atrás y choque fuertemente con su erección, Leo deja salir un gruñido, saca su mano de mí y me gira para quedar frente a él.
— Necesito hacerte mía —Me toma de las caderas y me impulsa hacia arriba para poder cargarme. Yo enredo mis piernas a su alrededor y el las sujeta mientras camina conmigo hacia su habitación.
Entramos a su cuarto y él me coloca cuidadosamente sobre la cama. Se quita la camiseta rápidamente y se acerca a mi para también quitar mi camisa y dejarme en sujetador. Agradezco a Dios haberme puesto un brasier decente y no un top deportivo como los que generalmente uso. Jala mis tobillos para dejarme en el borde, aproxima su cuerpo al mío y empieza a repartir besos húmedos en mi cuello, luego desciende hasta mis pechos que sobresalen del sujetador y los besa por encima. Sus manos buscan el broche de este y cuando lo encuentra lo desprende y deja mis senos a la vista. No lo piensa dos segundos para comenzar a devorar mi pezón izquierdo, pasa su lengua sobre el formando círculos, lo succiona y lo muerde levemente como si fuera un pedazo de carne, siento mi vagina palpitar por excitación que siento en este momento, pasa a mi otro pecho y hace exactamente lo mismo que en anterior.
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LA ASISTENTE DE LEO ✔️
Teen FictionGianna Coleman, una recién graduada universitaria logra conseguir un empleo como asistente personal de su cantante favorito y además amor platónico, Leo Hertzman. Ella piensa que este será el trabajo de sus sueños, hasta que conoce al verdadero homb...