CAPÍTULO XXXI

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(Maratón 5/5)

Después de que Leo se fue, me puse a limpiar todo mi departamento, y desempacar la maleta. Keyla me marcó y después de hablar con ella me hice algo de cenar. Ahora estoy en la oscuridad de mi habitación mirando mi Instagram, que ni siquiera sé para que lo tengo si posteo cosas una vez al año.

Observo las fotos que han publicado las pocas personas que sigo, y bajando un poco más; me encuentro con una foto de Jace que ha publicado hace unas horas en su Instagram privado. Dios, perdóname por mis pensamientos infieles y pecaminosos, pero este hombre se ve guapísimo en esta foto, sale con una camiseta blanca sin mangas y con los reflejos del sol pegando en su rostro, resaltando su cabello rubio.

No sé si darle like o no, porque así como es Leo de psicótico seguro y hasta revisa los likes en las fotos de Jace, para ver si encuentra mi nombre. Aunque de hecho, él no sabe como aparezco ya que nunca le he dado mis redes sociales, o quizá sí lo sabe porque así como es. Pero qué más da, si él es capaz de coquetear y mandarse mensajes con otra en mi cara, un me gusta no dañará a nadie. Sin embargo también está el hecho, de que dejé de contestarle los mensajes a Jace sin darle razón alguna, y creo que se le hará extraño el que yo  reaccione a su fotografía; me da pena por él y por mí. Se comportó tan lindo conmigo y yo en cuestión de nada lo dejé en el olvido. Pero es que no podía decirle que ya no podíamos hablar más porque había empezado a salir con su amigo, quien es un celópata, y además sólo se suponía que era mi jefe.

Bien, le daré me gusta. De todas formas no es como que me volverá a hablar sólo porque le di un corazón a su foto ¿cierto? Presiono el símbolo de corazón y automáticamente se marca mi nombre en la lista de usuarios a los que les gustó la foto. Ok, eso era todo, no pasa nada; solo yo me altero por dar un simple me gusta, estás loca Gianna. No, eso no. Es justo como me dice el demonio y en este momento estoy enfadada con él, bueno más o menos enfadada. A quien engaño no he dejado de pensar en él desde el segundo en que se marchó de aquí, estoy jodida. Me acostumbré demasiado rápido a vivir con él, y ahora me siento sola.

En este momento ambos podríamos estar comiendo, charlando, viendo algo en la TV...  Eres una mentirosa Gianna Coleman, a quien quieres engañar, en este instante ambos estarían follando como conejos en cualquier rincón de su apartamento, dice mi conciencia y río porque es verdad. Él nunca está saciado y quiere que lo hagamos a cada rato, y yo no voy a hacerme la digna porque también me gusta estar encima de él en cada  momento, maldición lo necesito; me he vuelto en una jodida ninfómana.

No puedo creer que me haya convertido en una maldita dependiente de otra persona en tan poco tiempo, me pregunto si él también se sentirá así. Pero qué digo, por supuesto que no: La única enamorada en esta entre comillas relación, soy yo. Suelto un fuerte suspiro y dejo mi teléfono a un lado de la cama. Creo que necesito un baño para relajarme y quitar toda la calentura que traigo acumulada.

Salgo de la cama y camino hacia el cuarto de baño, al entrar pongo algo de música, porque sí, soy de esas personas a las que le encanta ducharse escuchando sus canciones favoritas, selecciono la playlist y finalmente me quito toda la ropa, para después meterme a la regadera. Al sentir el agua caer en mi cuerpo inmediatamente me siento más relajada. Riego el jabón por todo mi cuerpo y tomo el bote de champú para lavar mi cabello, lo enjuago, y finalmente termino de bañarme. Escojo algo de ropa cómoda para dormir y luego seco mi cabello, para ir a la cama.

Apago las luces de mi habitación; cuando me recuesto escucho el sonido de una llamada entrante y veo la pantalla de mi móvil iluminarse. Tomo el teléfono y mi pulso se acelera automáticamente al leer el nombre de Jace Taylor en la pantalla. Santa mierda ¡Jace me está llamando! mi mano tiembla producto del nerviosismo y en este momento me doy cuenta de que sin duda alguna fue un error el darle me gusta a esa foto. Pasan los segundos esperando a que él de una vez termine la llamada, pero en lugar de eso mi teléfono vuelve a sonar, y no me queda de otra que descolgar la llamada titubeante.

LA ASISTENTE DE LEO ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora