Gianna Coleman, una recién graduada universitaria logra conseguir un empleo como asistente personal de su cantante favorito y además amor platónico, Leo Hertzman. Ella piensa que este será el trabajo de sus sueños, hasta que conoce al verdadero homb...
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Mi trabajo puede que simbolice el sueño de toda chica. Más allá de ser casi su sombra, mano derecha, e ir por su café cada que me lo pida, el ser la asistente personal del cantante más famoso de Norteamérica, es la oportunidad por la que muchas morirían. Estar rodeada la mayor parte del día por ese sujeto de cabello negro como el carbón, fríos ojos azules al igual que un tempano de hielo, tan alto que al verte parece que estas siendo observada por un semidios que ha bajado del cielo. Y con una voz que con solo pronunciar una palabra te pone a temblar, parece una fantasía que en mi caso es una realidad.
Ese es él, Lionel Hertzman mejor conocido como Leo Hertzman. El reconocido cantante de veinticinco años, ganador de innumerables premios, y con millones de seguidores. Su música es una obra de arte, al igual que él. Sin embargo, ante toda esa perfección que aparenta, les aseguro que se esconde mayor hijo de puta de todos los tiempos. Sin respeto ante nadie, con su mirada altiva y arrogante, sintiéndose superior a cualquier simple mortal.
Puede que te preguntes quien es la persona que te relata todo esto, y esa soy yo, una amante de los gatos, obsesionada con Harry Potter, que tiene veintidós años, y es la mayor de fanática de ese ser que parece haber sido esculpido por los dioses del inframundo, y que tiene un carácter sacado del infierno. Mi nombre es Gianna Coleman, la mujer que está enamorada en secreto del más grande infeliz que acabo de mencionar. Y soy la asistente de Leo.
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