GIANNA
Como en un solo día todo se puede ir a la mierda. Lo que ha sucedido en las últimas horas es el perfecto ejemplo de eso. Las horribles escenas de lo que acaba de pasar en casa de mi madre, se han quedado grabadas en mi mente, y no puedo dejar de pensar en ello. El verlo a él fuera de sí, Jace tirado en el suelo, yo tratando de intervenir para intentar separarlos cosa que mi mamá me impidió hacer, Adam saliendo lastimado a causa suya. Jace siendo llevado en una ambulancia, y finalmente Leo detenido por la policía.
Sentada en la sala de espera del hospital que se encuentra totalmente vacía, luego de que Jace haya sido ingresado de emergencia y después haber visto las marcas en su cuello, la culpa no deja de carcomerme. Pensar en que, si yo hubiera sido directa con la persona que ha sido lastimada desde un principio, esto no habría llegado a este extremo. O de manera más contundente, si yo jamás me hubiera involucrado con alguno de los dos, esto nunca habría pasado. Porque al fin y al cabo el motivo de esta pelea fui yo.
Ni siquiera podía verlo a la cara después de lo que hizo, los cortos segundos en los que conecte mi mirada con la suya se sintieron de lo peor. Saber que el sujeto que amas estuvo a punto de asesinar a quien fue su amigo solo por celos, te hace debatirte muchas cosas. Y lo que más me he cuestionado es si debería seguir en una relación con una persona que es capaz de hacer algo así. Soy consciente de que lo que hizo se fue al extremo, y esto solo fue la demostración de hasta donde su celopatía es capaz de llegar. Y aunque me partió el alma verlo con esas esposas en sus manos, no podía hacer nada por él mientras Jace estaba ahí inconsciente. No tengo ni idea de que pasara después de esto, y tampoco quiero seguir pensado en la posibilidad de que este sea el desenlace de todo lo que vivimos. Por ahora sólo me preocupa que Jace logre recuperarse, y que, con suerte, aunque lo dudo; no desee levantar cargos contra Leo.
— Hija —escucho la voz de Dayanne hacer eco por toda la estancia, y al levantar mi rostro observo que viene Adam junto a ella.
— Mamá —formulo levantándome del asiento. —No era necesario que vinieran.
— ¿Cómo se te ocurre que te dejaríamos aquí sola? —manifiesta dándome abrazo. — ¿Cómo está todo?
— Con Jace no lo sé, en la ambulancia lograron estabilizarlo porque se había desmayado —explico. —Pero no he sabido nada más desde que llegamos aquí.
— ¿Y tú cómo te sientes muñeca? —pregunta, llevando ambas manos a cada lado de mi rostro. Me cuesta contestar, y es que obviamente me siento de todo menos bien.
— De lo peor —admito mientras inevitablemente las lágrimas se acumulan en mis ojos. —Por mi sucedió todo esto —admito.
— No, no es tu culpa mi amor —replica rodeándome en un abrazo. — Tú no eres culpable de las acciones de los demás.
— Pero si no hubiera sido por mí...
— Nada de peros, Gianna. Tú no le dijiste a él que viniera a casi matar a ese chico. Y tampoco le dijiste al otro que te besara a la fuerza —asegura. — No me quiero ni imaginar lo que habría pasado, si el oficial Davidson no hubiera estado ahí —expresa llevándose una mano a la cabeza, y tiene razón. Gracias a él es que esto no llegó a una tragedia. El señor Davidson es un sargento de policía, el cual ha sido nuestro vecino por años, y justamente salió a ver lo que estaba pasando, por eso pudo intervenir.
— Tenemos suerte de que sea nuestro vecino —admito. —¿Y tú cómo estás? —pregunto dirigiéndome al chico frente a mí, recordando el golpe que recibió, porque fue directo en su estómago, y lo dejo tirado por un buen rato.
— Estoy bien, no te preocupes —replica dedicándome una sonrisa tranquilizante. —Y hablando justamente del sargento Davidson, antes de venir me dijo que Leo estaría detenido al menos hasta que Jace despierte y pueda dar una declaración —Dios, quien sabe cuánto tiempo estará ahí. — ¿Irás a verlo? —suelta de pronto, y cuando estoy a punto de responderle dos fuertes voces masculinas se hacen presentes en el lugar interrumpiéndome.
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LA ASISTENTE DE LEO ✔️
JugendliteraturGianna Coleman, una recién graduada universitaria logra conseguir un empleo como asistente personal de su cantante favorito y además amor platónico, Leo Hertzman. Ella piensa que este será el trabajo de sus sueños, hasta que conoce al verdadero homb...