╭TWILIGHT - EDWARD CULLEN FANFIC╮
[🌷]❝Las hermanas Swan siempre han mantenido una buena relación, se cuentan sus más íntimos secretos, ambos saben que siempre contarán con la otra sin importar en qué situación se encuentren.❞
❝I...
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Mackenzie y Edward se mantienen mirando por uno de los grandes ventanales de la sala hacia el bosque, mientras que la mujer tenía a la pequeña Atenea en brazos, el vampiro, por otro lado, tomaba la cintura de su esposa.
La pareja de vampiros ve como Carlisle, Esme, Emmett, Alice y Jasper se acercaban a la casa con una sonrisa en sus rostros.
Mackenzie regresa su mirada hacia Atenea y sonríe ligeramente al ver como esta soltó un adorable bostezo que hizo sonreír a sus padres, la joven pareja de casados se dio la vuelta al escuchar algunos pasos acercándose a ellos.
—Mi turno —habla Rosalie con emoción mientras frotaba sus manos y quedaba frente a Mackenzie.
La neófita le entrega a Atenea con sumo cuidado, la pequeña abrió sus ojos unos cuantos segundos, pero terminó por cerrar los ojos y caer profundamente dormida.
Edward se acerca a su hija para dejar un pequeño beso en su frente que la hizo sonreír.
—¿En dónde duerme? —pregunta Mackenzie con curiosidad mientras era tomada de la cintura por su esposo.
—En mi cuarto —le explica Rosalie sin perder su sonrisa—. A veces con Edward o con Esme.
La castaña asiente y se inclina para dejar un corto beso de despedida en la frente de su hija, que volvió a sonreír, pero se mantuvo dormida en todo momento.
—¡Feliz Cumpleaños! —habla Alice con emoción al entrar a la sala.
—¿Cómo sabes que es mi cumpleaños? —le pregunta Mackenzie divertida.
—Bueno, investigué un poco —confiesa la vampiresa de corte pixie.
—Gracias, Alice, pero dejé de envejecer, hace..., ¿un día? —pregunta la neófita, algo insegura y regresa su mirada hacia su esposo.
Edward le sonríe y se inclina para dejar un beso en sus labios que la hizo suspirar encantada.
—Aun así, vamos a festejar —asegura Alice—. Te aguantas.
Mackenzie sonríe y asiente antes de acercarse a su cuñada para abrazarla cortamente.
Al alejarse, Alice le extiende a la neófita un juego de llaves que hizo que esta frunciera el ceño, ya que no sabía qué podía abrir o cerrar con la llave.
—Ahora, ustedes, vienen conmigo —asegura la vampiresa de corte pixie con emoción y se da la vuelta para dirigirse a las escaleras.
Mackenzie regresa su mirada hacia Edward, pero los dos decidieron seguir a Alice unos cuantos pasos hasta que la neófita se regresó parar mirar a la familia Cullen con una media sonrisa.
