๑ೋ ❝O61 | 𝑵𝒂𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐❞

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Mackenzie va retomando la conciencia poco a poco, pero se da cuenta de que se encontraba en la camilla de la biblioteca en donde comúnmente la revisaban, todos a su alrededor se encontraban mirándola sumamente preocupados, aunque para la castaña únicamente se podían ver sin mucha claridad.

—Rosalie, pasa la morfina —ordena Edward al momento en que se dio cuenta de como su esposa pudo recuperar la consciencia.

—Bella, tienes que irte de aquí —le asegura Jacob a su pareja que negó inmediatamente—. No puedes quedarte.

El pelinegro guía a Bella fuera de la habitación, pero Mackenzie ve como su melliza se resiste con varias lágrimas deslizándose por sus mejillas.

—Bella... —solloza Mack con dificultad por los bruscos movimientos que hacía el bebé en su vientre.

Rosalie encuentra la morfina y se la pasa a Edward, que no tardó en inyectarla en una de las piernas de la castaña que sollozo.

—Carlisle dice que la placenta se ha desprendido —habla Alice, algo alejada de ellos con el teléfono de la casa en mano—. Vendrá lo más rápido que pueda.

—Nosotros lo haremos —se apresura a decir Rosalie con seguridad.

La vampiresa toma el bisturí y lo acerca al vientre descubierto de Mackenzie, Edward se apresura a tomar la muñeca de su hermana luego de leer sus pensamientos.

—Rose, deja que haga efecto la morfina —pide el vampiro preocupado.

La embarazada comienza a gritar de dolor al sentir muchos más movimientos fuertes por parte de su bebé en su vientre.

—No hay tiempo —responde Rosalie entre dientes al regresar su mirada hacia Edward—. Se está muriendo.

El vampiro regresa su mirada hacia su esposa, pero ve como esta gritaba de la desesperación y del dolor.

—¡Sáquenlo! ¡Ahora! —ordena Mackenzie.

Rosalie se suelta del agarre de Edward y toma valentía antes de tomar una decisión.

—Mírame, Mack —pide Embry hacia la mujer que lucía asustada.

Mackenzie no puede hacerlo, ya que cierra los ojos fuertemente y comienza a gritar de dolor al sentir como filo del bisturí traspasó su piel.

Todos los presentes alejan la mirada al no poder soportar la imagen, pero Rosalie fija su atención en el bisturí de sus manos que se encontraba manchado de sangre de Mack.

—¡Rosalie! ¡No! —grita Edward al leer los pensamientos de la rubia.

Jacob se apresura a correr hacia ella para lanzarse hacia su cuerpo y evitar que atacara a la embarazada que seguía gritando.

๑ೋ 𝑺𝒘𝒂𝒏 𝑮𝒊𝒓𝒍𝒔 - 𝑬𝒅𝒘𝒂𝒓𝒅 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏® ๑ೋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora