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Era sábado y llevaba todo el día encerrada en mi departamento, no tenía ganas de hacer nada, mi energía estaba básicamente en el límite extremo de no levantarme ni siquiera para comer.
No tenía idea de qué hora era y tampoco me apetecía saberlo, me giré sobre mi cama para volver a dormir cuando escuché el sonido del citófono, dejé pasarlo e ignorarlo, pero tristemente no funcionó ya que la persona que al parecer quería hablar conmigo tenía mucha urgencia de que eso sucediera, supe al instante de quien se trataba al ver mi celular encenderse con una llamada entrante.
–¿Qué quieres? – hablé con todo el pesar del mundo.
–Déjame subir ahora mismo o te juro que Efraín sufrirá las consecuencias – no me imaginaba lo que el portero de mi edificio había tenido que pasar con una Lucía tan intensa y molesta. Así que sin decir más acepté su acceso.
Quise evitar el tener que levantarme una vez más, simplemente caminé hacia la puerta para abrirla y dejarla entreabierta.
Regresé a la sala y me senté en uno de los sofás recargando mi cabeza en el respaldo de este.
No pasó mucho tiempo cuando escuché a una Lucía comenzar a regañarme.
–¿Es en serio Poché?, esto es un desastre, – yo me mantenía con los ojos cerrados, no tenía intenciones de discutirle nada – levántate, ¿ya viste la hora que es? – Al ver que no hice caso a nada de lo que dijo sentí que se sentó al lado de mí – mírame.
–¿Qué?
–¿De verdad estás así por lo que pasó el jueves con Calle?, bebé entiendo que te hayan dolido sus palabras, pero ya es suficiente. Le pediste hablar y ella no quiso, ya se presentará el momento de aclarar las cosas.
–¿Y si ese momento no llega?, ella cree que soy lo peor y al parecer estoy comenzando a creérmelo – giró los ojos y soltó un suspiro.
–Ok, basta, ya fue mucho de lamentarte, te dejé llorar todo lo que quisiste cuando pasó lo de Abisambra, pero no con esto, así que levántate, date un baño y ponte de lo más hermosa que nos vamos a uno de los bares más exclusivos de esta ciudad. – La noche anterior mi amiga me había enviado un mensaje diciendo que ya tenía el lugar para festejar su cumpleaños pero sinceramente no había visto nada.
–Estará Laura y obviamente Calle también, no quiero verlas – Era claro que Laura estaría pues era una tradición que las Villa festejaran juntas su cumpleaños.
–¿Y qué, por eso no vas a ir conmigo?, van a estar nuestros amigos, viene Juana, Alejo, Sebas. Van a estar todos, no puedes no ir, eres mi mejor amiga. Y festejaremos mi cumpleaños – hizo una carita triste de la que no pude evitar reírme – Te prometo cantar todas las canciones de desamor contigo – su estupidez me hizo reír aún más.
Con un poco de resistencia me levanté y acto seguido hizo lo mismo. Puse atención en ella y vi que no estaba arreglada así que supuse teníamos tiempo, no sabía qué hora era ni a qué hora teníamos que estar en ese dichoso sitio.
–Tienes casi 2 horas para estar lista y para comer algo, te mando la ubicación a tu teléfono, quería pasar por ti pero tengo que hacer algo antes así que nos vemos allá – no quería llegar sola pero si esa era mi única opción mis quejas serían en vano, así que solo acepté y se despidió de mí haciéndome prometerle que no faltaría.
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Algo me decía que esta noche iba a ser muy diferente a los cumpleaños anteriores de mi amiga y su melliza. Con un poco de oposición caminé hasta la entrada para colocar el código QR que mi amiga me envío para entrar directo a la zona VIP, y así, sin ningún problema el guardia de seguridad me dejó pasar.
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Siempre Tuya, Siempre Mía | Caché
FanfictionSon impresionantes los cambios que puede dar la vida en tan solo un segundo. La vida es tan impredecible, que a veces lo que esperamos nunca llega y es lo inesperado lo que llega a cambiarnos todo. Acompáñame a conocer esta historia. ¿De verdad el a...