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Desperté muy temprano, quería aprovechar la mañana, prepararme mentalmente para la reunión de la tarde, yo sabía que todo iba a salir bien, mi trabajo nunca ha sido un problema aunque de igual manera debía mantener todo en orden para que no existiera algún error.
Tomé una ducha y me alisté con algo sencillo, después regresaría a mi habitación a colocarme ropa mucho más acorde a la junta con el cliente.
Le envié un mensaje a Calle para avisarle que la vería en unos minutos en el restaurante del hotel, sin esperar su respuesta seguí con mi rutina de piel.
Mi celular sonó y sin revisar la pantalla para saber quién era atendí pensando en que sería Calle.
–¿Ya estás lista? Yo ya casi acabo, en unos minutos nos vemos, ya bajo. –Hablé rápidamente.
–¿A quién verás? – Preguntó la otra persona al otro lado de la línea, de inmediato reconocí su voz y quise golpearme por no haber revisado antes de quien se trataba.
–¿Qué quieres? – Pregunté de muy mala gana.
–Yo te hice una pregunta primero Poché, ¿con quién vas a encontrarte? – su voz ahora se escuchaba molesta.
–Con nadie que te importe, ¿qué quieres? – fui severa con mis palabras.
–¿Por qué estás siendo tan grosera?
–¿Y qué quieres, qué te pregunte cómo estás, cómo te va en la vida, eres feliz sin mí? ¿Eso quieres? – Seguía a la defensiva, me había molestado mucho que hablara conmigo como si nada pasara.
–Estás de un humor insoportable María José, quería hablar contigo pero creo que estarás ocupada con alguien y te interrumpí, por eso tu cambio de humor cuando escuchaste mi voz. Me sigues lastimando.
–¿Ahora soy yo la mala del cuento? Dime que necesitas. –Me seguía sorprendiendo que se hiciera la víctima conmigo.
–Necesito verte, quiero hablar contigo.
–¿Sobre qué? –Necesitaba saber qué era lo que quería, lo que menos me interesaba era verla.
–No puedo decirte todo lo que quiero por llamada, necesitamos vernos.
–Que lástima, no estoy en Miami, y la verdad no tengo idea de cuando regrese. Llámame después o comunícate directamente con Andy, que te agende una cita.
–¿Me harás pedir una cita para ver a mi propia esposa? – Me estaba cansando el rumbo de esa plática, definitivamente me había arruinado la mañana.
Lo descarada que se estaba comportando hacia que perdiera mis estribos de una manera brutal. Suspiré pesadamente y le informé que después yo la llamaría.
Quería alejarme lo más pronto posible de esa situación, no era bueno para mí someterme a ese tipo de estrés y menos este día. Respiré profundamente, mi paciencia no podía perderse solo por una plática con Abisambra. Me quedé pensando un momento, cómo es que de un día para otro habíamos cambiado tanto, cómo es que ella había hecho algo para lastimarme, cómo se había atrevido a dañar nuestro matrimonio y mandar a la mierda todo y simplemente largarse para semanas después llamarme y comportarse como si nada hubiera pasado.
Un sonido en la puerta hizo que despertara mi mente, caminé para abrir y me encontré con la persona que ahora estaba cambiando algo en mí.
–Creí que no estabas, te mandé mensaje a tu celular pero no respondiste así que mejor decidí subir otra vez para saber si estabas bien. – Esa sonrisa otra vez. – ¿todo en orden, Poché?
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Siempre Tuya, Siempre Mía | Caché
FanfictionSon impresionantes los cambios que puede dar la vida en tan solo un segundo. La vida es tan impredecible, que a veces lo que esperamos nunca llega y es lo inesperado lo que llega a cambiarnos todo. Acompáñame a conocer esta historia. ¿De verdad el a...