-
Antes de caminar al elevador quise averiguar si Calle seguía en su oficina, me dirigí a su puerta, toqué y de inmediato me dio acceso a pasar, al entrar pude ver que ya había colocado algunas cosas, no había podido visitar ese espacio pero ella ya le había dado su toque personal, las flores que le envié le daban mucha más vida al lugar, en realidad no eran muchas pero sí aceptaba que había exagerado un poquito.
–Creí que ya habías salido. – Le comenté al verla sentada detrás de su escritorio mientras tecleaba algunas cosas en su computador.
–Ya casi, solo debo enviar algunas cosas más y listo. Dame dos minutos. – Asentí y me senté en una de sus sillas, su oficina era más pequeña que la mía pero era acogedora, observé su escritorio y vi dos portarretratos frente a ella, obviamente yo no podía verlos porque el respaldo estaba en mi dirección, supuse que serían de ella con su familia o algo parecido, no le tomé demasiada importancia.
Saqué mi celular para ver unas notificaciones de correos que llegaron a mi bandeja de entrada, no eran de mayor interés, así que solo lo bloqueé y regresé la mirada a la mujer que tenía frente a mí. Recargué mi codo en el escritorio y con mi mano sostuve mi barbilla para poder apreciar su rostro, Calle era la perfección hecha persona, realmente era una mujer demasiado hermosa.
–¿Qué? – Preguntó ella con una sonrisa, notó que la estaba viendo descaradamente y ni siquiera me inmuté, quería seguir apreciándola.
–Nada, solo que cuando estás concentrada muerdes tu labio inferior por dentro y entrecierras los ojos. Que por cierto, tus ojos en la luz se ven mucho más claros, y en ocasiones se vuelven tan oscuros que parecieran casi negros, pero en realidad son color avellana.
–Así que ha estado observándome, señora detective. – Arqueó una ceja y se levantó de su lugar para caminar hacia mí. – También te he observado, y ya te había dicho que tus ojos son preciosos, son verdes en el contorno y al llegar al centro hay destellos color miel, pero cuando algo te sorprende o te emociona el color verde se hace todavía más intenso. Por ejemplo, – Se acercó a mi oído y susurró – eso pasa cuando estoy arriba de ti, aunque en realidad prefiero estar yo abajo, o también justamente ahorita que estás nerviosa.
–¿Terminaste? ¿Nos vamos? – Pregunté de manera rápida, me encantaba su manera de provocarme pero esta vez no quería que notara que estaba sonrojada.
Comenzó a reír por mi reacción.
–Sí, pero quería proponerte algo, – La miré y asentí para que continuara – dejamos un cita pendiente en España, te cambié los planes la última noche, entonces, creo que mi deber era recompensártelo de alguna forma, – tomó algo de su escritorio y lo levantó entre sus dedos – tenemos pases para una de las mejores obras de teatro, la función es el sábado, ¿qué dices?
–Digamos que muy molestas por el cambio de planes no estuvimos – sonreímos al mismo tiempo al recordar ese día – bueno, ese era mi plan, así que yo debía haberlos comprado, pero ok, acepto si tú después aceptas cenar conmigo, ¿trato hecho?
–Me parece justo. – Aceptó mi propuesta, me emocionaba el hecho de compartir más tiempo con ella.
Seguimos platicando unos minutos más sobre de temas de trabajo, le tomó el ritmo a todo más rápido de lo que ambas pensamos.
Yo tenía una reunión agendada con su papá la semana entrante, suponía que ella tenía conocimiento de ello y que por eso se pasaba más tiempo en su oficina afinando detalles de los nuevos balances para Germán y Juliana.
Yo aún tenía muchas dudas respecto a ella y su familia solo que no quería presionar, ya me había mencionado lo más sobresaliente, pero aun así sentía la necesidad de saber un poco más sobre su vida.
ESTÁS LEYENDO
Siempre Tuya, Siempre Mía | Caché
FanfictionSon impresionantes los cambios que puede dar la vida en tan solo un segundo. La vida es tan impredecible, que a veces lo que esperamos nunca llega y es lo inesperado lo que llega a cambiarnos todo. Acompáñame a conocer esta historia. ¿De verdad el a...