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El viaje había sido considerablemente largo y pesado, logré controlar un poco a Calle, vimos 2 películas juntas, hablamos de muchas cosas que me hacían sorprenderme cada vez más en los gustos similares que teníamos, me contó un poco de su familia, eso hizo que al menos su mente estuviera pensando en otras cosas y no en que estábamos dentro de un avión.
El plan consistía en que al momento de llegar al aeropuerto un chófer nos esperara para transportarnos a nuestro hotel. Así fue como llegamos a B&B un hotel lujoso ubicado en el centro de Madrid cerca de la Plaza Mayor. Un excelente espacio para mi gusto, con todos los servicios disponibles, un trato amable, limpieza de calidad y una excelente vista de la ciudad.
Nuestra reservación estaba hecha con anticipación, nos dieron las llaves de acceso de nuestras respectivas habitaciones y con ayuda de una persona subimos con las maletas a nuestro piso.
Calle con la habitación 908 y yo con la 910, me aseguré que ella se sintiera cómoda en el lugar, yo ya había tenido la experiencia de estar en ese hotel y no tenía queja alguna sobre algún servicio. Le hice saber a Calle que cualquier cosa que necesitara me llamara enseguida, pero era hora de descansar un poco, el vuelo nos tenía agotadas, le informé que en cuatro horas nos reencontraríamos para salir a cenar algo o en su defecto para pedir el servicio al cuarto.
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Desperté de mi siesta, decidí tomar un relajado baño y apresurarme en arreglarme para salir a buscar a Dani e ir a comer algo, aunque en el avión probamos algunos alimentos no era algo notablemente nutritivo.
Toqué la puerta de su habitación, no tardó mucho en abrir para permitirme el paso.
–Hola, ¿estás lista? – pregunté al momento de verla caminar en dirección a una mesita que se encontraba en el recibidor de la habitación tomando su celular y su bolso.
–Lista –sonrío y caminó hacia a mí para alzar los brazos y pasar sus manos por mi cuello. Seguramente la expresión que yo tenía en el rostro le pareció graciosa ya que comenzó a reír. –Lo siento, tenías el cuello de tu abrigo desalineado.
–Gracias. –Asintió y salimos del lugar.
–¿A dónde iremos? –Preguntó curiosa. La verdad es que había pensado en algo pero necesitaba primero hablarlo con ella y saber qué opinaba al respecto.
–A la gloria, literalmente, porque así se llama el restaurante y créeme, todo es delicioso que te hace sentirte exactamente en eso, en la gloria.
–Ok, impresióname. –Salimos de su habitación y tomamos el elevador para que nos llevara al primer piso.
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Llegamos a "Gloria Bendita Madrid", por decisión de Calle nos sentamos en la terraza del lugar, el trato del personal se percibía agradable, el ambiente estaba es su punto perfecto para disfrutar del aire libre. Las raciones que pedimos ambas eran exquisitas, yo ya había estado en ese lugar anteriormente y lo había disfrutado pero ahora era completamente distinto tan solo con la compañía que tenía, Calle era la persona más interesante que pude conocer. Cualquier tema que se tocaba lo hacíamos nuestro y podíamos estar hablando por horas de cualquier cosa y de verdad no me aburriría nunca.
Terminamos nuestros alimentos y aunque la estábamos pasando muy bien debíamos retirarnos, tenía otros planes para más tarde y esperaba que ella aceptara lo que le propondría.
– ¿Qué te pareció el lugar? – Aunque ya me había dicho que todo le gustaba quería hacer tiempo antes de dirigirnos al siguiente sitio.
–De verdad me encantó, es increíble la comida, el trato del personal, la música hacía que todo fuera más que perfecto. Gracias, Poché.
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Siempre Tuya, Siempre Mía | Caché
FanfictionSon impresionantes los cambios que puede dar la vida en tan solo un segundo. La vida es tan impredecible, que a veces lo que esperamos nunca llega y es lo inesperado lo que llega a cambiarnos todo. Acompáñame a conocer esta historia. ¿De verdad el a...