Siempre Tuya, Siempre Mía | Caché

- Capítulo 44 -

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Llegué mucho antes de lo esperado a la reunión en el edificio de la empresa de los Abisambra, había pasado una noche terrible, casi no había dormido nada al tratar de comunicarme con Daniela. Solo rogaba que todo estuviera bien.

Me metí a la sala de juntas siendo la única persona en esa enorme oficina.

Llamaba cada diez minutos al celular de Calle pero sin obtener éxito, seguía entrando la llamada pero ella no me respondía, estaba realmente muy inquieta ante su nula respuesta.

Movía la pierna con total nerviosismo por debajo del enorme escritorio en el que estaba sentada mientras veía la pantalla de mi celular, no escuché cuando alguien entró a la oficina, me percaté de su presencia en el momento en que escuché su voz.

―Hola, Poché, buen día ―Vi a Abi de pie frente a mí con toda la intención de saludarme con un beso en la mejilla, me tomó totalmente desprevenida que no tuve de otra más que hacer lo mismo.

En estos días me había limitado a mantener una interacción específica de trabajo con ella, y mantenerme alejada. Esta era la primera interacción en meses de no tener ningún acercamiento. 

―Hola ―Y sin decir algo más seguí concentrada en mi celular.

―¿Cómo estás? ―preguntó con interés obligándome a levantar la vista hacia ella, en ese momento me percaté de su atuendo, un pantalón suelto de rayas azules y blancas, con un top blanco que dejaba ver un muy notorio escote y unos tacones de plataforma en color rojo, todo a juego con un maquillaje ligero y su cabello totalmente liso.

―Bien ―me limité a decir, quité la mirada de ella y fingí revisar unos papeles que me habían dado el día anterior.

―¿Cómo van las cosas con Street?

―¿Con quién?

―Con tu novia, con Calle ―resoplé al escucharla mencionar su nombre que por alguna extraña razón me molestó.

―No tengo porque hablar de ella y mucho menos contigo, dudo que realmente te importe mi vida después de todo y si te pido un favor, solo limitémonos a hablar de cosas laborales porque créeme que no me interesa entablar ningún otro lazo contigo ―levantó ambas manos en total rendición mientras bajaba la mirada.

Me sentí mal de inmediato al hablarle así, pero es que mis nervios estaban sobrepasándome, Abisambra solo estaba siendo amable y a pesar de todo me conocía y por esa razón preguntaba, y yo solo estaba siendo una idiota con mi pésima actitud.

―Lo siento ―levantó la cara para poner sus ojos en los míos y negó a mis disculpas con media sonrisa ―No he sabido de Calle desde ayer por la mañana y hasta ahora no recibo ninguna señal de ella. Solo estoy preocupada.

―¿Y entonces qué haces aquí? ―fruncí el ceño ―Ve a buscarla.

―No está en la ciudad, se fue a Los Ángeles. Se supone que hoy en la noche viaja de regreso a Miami. ―O eso es lo que yo sabía. Calle me había dicho que solo estaría tres días y que estaría llegando por la noche de ese día, ahora todo era incierto.

―Entonces toma un avión y espérala allí. ―Dijo como si fuera lo más lógico y obvio del mundo

―No puedo, aún tenemos cosas que arreglar aquí, tengo una cita con tu papá y ―me interrumpió.

―Todo lo que se tenía que hablar con los otros ejecutivos ya quedó listo, y de mi papá no te preocupes, yo le digo que te tuviste que ir y lo entenderá, ahora vete.