- Capítulo 36 -

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– ¡Eres una completa idiota, María José! – Sí, efectivamente mi mejor amiga haciendo acto de presencia y entrando a mi oficina como si su vida dependiera de ello.

Después del terrible fin de semana que tuve y de tomarme un día más de descanso decidí aparecerme por la empresa para seguir con mis actividades, ya el dolor en mi frente había cesado por completo, aunque todavía tenía la respectiva vendita que cubría la herida.

Luego de la necesaria e intensa plática que tuve con Daniela supe que lo más sensato era irme a mi departamento y aunque ella al principio se negó ambas sabíamos que necesitábamos un tiempo a solas, necesitábamos procesar todo lo que habíamos dicho para pensar cada quien por su cuenta, y estando en el mismo lugar complicaría todo.

A Lucía no la había visto, solo le mandé algunos mensajes para decirle que me encontraba bien y que junto con Abi se hiciera cargo de algunas cosas en la empresa.

–Con un hola, cómo estás, te prometo que me doy por bien servida, gracias. – Dije sarcásticamente a lo que ella solo volteó los ojos para ponerlos en blanco y negar con un movimiento de cabeza.

–Eres un dolor en el trasero, Poché. Te desapareces tres malditos días, no le avisas a nadie y no contestas el pinche teléfono. Estuve a punto de marcarle a tu papá – realmente se veía molesta y preocupada.

–Ya ves como si me amas, te preocupas por mí – hice un leve puchero solo para molestarla, que como respuesta obtuve que con ambas manos sacara los dedos de en medio. – Tan linda, sabes que si me amas, Lulú.

–Te odio, pero odio más que me digas así – me reí solo para seguirla molestando – Bueno, cuéntame todo lo que pasó. ¿En dónde te metiste y cómo es que solo Calle sabía en donde te encontrabas?

–Larga historia

–Tenemos mucho tiempo, así que habla ya.

Durante más de una hora tuve que contestar todas las preguntas que mi querida amiga hizo, le conté lo sucedido con Abisambra y Calle, la reacción que las tres tuvimos en aquella sala, la discusión extraña con Abi al decir algo que no le correspondía, y sobre las teorías de lo que su padre quería de mí.

–No parce, es que no te lo puedo creer, ¿en serio Abisambra le dijo todo a Calle? – asentí con un movimiento de cabeza y soltando un pesado suspiro – he de admitir que esa estúpida al fin hizo algo bien, aunque también ¿no te parece extraño que solo lo haya dicho nada más así? – Fruncí el ceño ante sus palabras – no sé, Poché, es raro que se esté comportando tan bien cuando al inicio solo se fue e intentaba culparte a ti de todo.

–¿Qué beneficio tendría Abi de que Calle supiera la verdad y me arregle con ella?, yo creo que solo se arrepintió y ya, no quiero pensar en eso. Ahora lo único que me importa es Calle y concretar ese dichoso divorcio. – Luci solo se limitó a levantar los hombros mostrando cierta desconfianza.

–¿Y qué fue lo que Calle te dijo?, ¿pudieron arreglar algo?

–Arreglar no es la palabra correcta, pero al menos ya hablamos civilizadamente, ya pude contarle todo. Solo espero que Fer agilice todo el proceso para ya darle fin a este caos.

Así nos pasamos unos minutos más hablando de todo, Luci es la persona correcta para todo momento y esta vez no era la excepción, siempre decía las palabras adecuadas para mí. Pero tuvimos que dejar para después nuestra charla porque ambas teníamos aun deberes por hacer.

Yo tenía una reunión que había postergado el día anterior, así que sin más le pedí a Andy que fuera ella quien me acompañara, no tenía intenciones de decirle a Abi, y Calle dudaba completamente que tuviera intenciones o algún interés de ir conmigo.

Siempre Tuya, Siempre Mía | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora