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El cambio de planes que Germán estaba diciéndome me tomó de sorpresa, no quería sonar grosera ni darle a entender a Germán que no me apetecía trabajar con su hija y que no era de mi total agrado pero no tenía ninguna otra opción más que aceptar.
–Hola, ¿sigue ahí licenciada Garzón?
–Ehh..., sí, lo siento. Claro, no tengo ningún problema con trabajar con su hija, usted está depositando toda su confianza en ella, yo no tengo porqué oponerme y no se preocupe, yo la apoyaré cuando me necesite y le ayudaré a conocer un poco sobre este entorno.
–Le agradezco que le dé esta oportunidad, de hecho ella ha trabajado conmigo, no puedo decir que por mucho tiempo porque la verdad es que no es así, apenas terminó su carrera y quiero involucrarla en este mundo de los negocios, yo sé que es una gran responsabilidad, pero sé de lo que ella es capaz y que podrá con esto, además también sé que usted puede guiarla y enseñarle un poco, claro si no es mucho abuso de confianza.
–No, para nada, cuente conmigo. –alguien tocó la puerta de mi oficina, tapé la bocina del teléfono para indicar que pasaran, Lucía se asomó y le di una señal para que tomara asiento.
–Perfecto, entonces mi hija se presentara con usted hoy mismo, le llevará el contrato para que lo firmen y den comienzo con esta nueva etapa. Y una vez más le agradezco su amabilidad y su comprensión ante esta situación. –Hizo una pequeña pausa como recordando algo. –Saldré de viaje y Juliana también tiene que atender unos asuntos en Minnesota, cualquier cosa Daniela se hace cargo, ¿está bien?
–Sí, Germán, nosotras nos encargamos. –nos despedimos y dimos por terminada nuestra conversación, cerré los ojos y solté un suspiro lleno de frustración.
– ¿Qué pasó, con quien hablabas? Por tu cara de pocos amigos, dudo que sea algo bueno. –Comentó mi amiga.
–Esto no puede empeorar más. –Solté un gran suspiro y comencé a contarle a mi amiga lo que el señor Calle me acababa de decir.
–No puedo creer lo que el destino, la vida, el universo o lo que sea, está tratando de decirte. –Dijo con una pequeña risa.
–Deja de burlarte de mí y mejor ayúdame a pensar en cómo lidiar con todo esto, yo para nada tenía planeado en trabajar con ella, menos de esa forma tan directa, ¿qué voy hacer?
–Solo deja de ser tan dramática, ¿quieres?, ya le estás viendo todo lo negativo a esta situación, no vas a tratar más que lo laboral con ella, no entiendo porque ahogarte en un vaso de agua cuando aún ni conoces nada de ella. Yo sé que su primera impresión no fue la más linda, pero la segunda vez que se vieron intentaron comportarse civilizadamente. –Tenía toda la razón, tal vez no era tan malo, debía darle una oportunidad.
–Quizás tengas razón, debo tomar las cosas con calma.
–Siempre tengo razón, querida. –giré los ojos de manera fastidiosa ante su comentario.
–A veces eres tan fastidiosa, ¿lo sabías?
–Así me quieres, baby. –Otra vez su sonrisa de superioridad. –Bueno ya, si llega hoy ya está lista la oficina que ocupará, ¿quieres que esté presente cuando hables con ella o quieres que las deje a solas un ratito? –movió ambas cejas sugestivamente.
Mi cara de odio le dio la respuesta. –Deja de decir tonterías, Lucía, entre esa tal Daniela y yo nunca pasará nada más que lo laboral. Y ya déjame en paz, yo voy a hablar con ella primero y después quiero que tú le muestres las instalaciones y todo para que se sienta más cómoda, ¿ok?
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Siempre Tuya, Siempre Mía | Caché
FanfictionSon impresionantes los cambios que puede dar la vida en tan solo un segundo. La vida es tan impredecible, que a veces lo que esperamos nunca llega y es lo inesperado lo que llega a cambiarnos todo. Acompáñame a conocer esta historia. ¿De verdad el a...