Frunzo el ceño.
- Todo depende de tu definición de fan - respondo seria mirandolo fijamente.
- Enganchada a un famoso sin conocerlo, deseosa de una noche loca, con mucho sudor, a ser posible que se repita, pero no es obligatorio - se encoge de hombros - Del sueño a la realidad, con un sola noche puede sentirse satisfecha.
- Eso es muy simplista, yo no soy una fan - respondo un poco molesta.
Owen me observa, como si intentara saber que pienso realmente de su amigo. Acabo por soltar:
- ¿Eres su canguro? - arqueo una ceja mirandolo con atención.
Con un gesto de desconfianza en los labios, se rasca la nariz, ahí donde se tuerce.
- Me preocupo de mi amigo, hay muchas nenas que van detrás de él - se encoge de hombros - En general, para acostarse con él o vivir el sueño de estar con un famoso, pero al final siempre lo dejan destrozado. - me mira de reojo.
Parpadeo, sorprendida por esta confidencia tan inesperada. Siento un nudo oscuro apretarse en mi pecho.
- Eres muy amable al preocuparte por tu amigo, pero creo que Abraham es capaz de defenderse solo, ¿No? Es mayor...
Owen frunce el ceño.
- Abraham lo disimula, pero es más sensible de lo que parece, siempre sonríe, la mayoría de la gente no sabe lo que realmente piensa. - bebe un trago de su cerveza y voltea a mirarme relamiendo sus labios - Pero yo lo conozco bien, así que... si estás aquí para divertirte, no le mientas, lo preferiría.
Me quedo patidifusa. No sé qué responder durante un momento. Miro fijamente mi cerveza, incómoda.
Cuando me dispongo a responderle a Owen que no tengo ninguna intención de burlarme de su amigo, vuelve Abraham cargado con dos platos.
- ¡Aquí está! - exclama Abraham con una sonrisa.
Los deja frente a nosotros. Un delicioso olor de carne en salsa se apodera de mi olfato aunque tengo un nudo en el estómago.
Al incorporarse, Abraham nota mi expresión de malestar. Su mirada va de Owen a mí.
Le sorprendo tensando la mandíbula y soltando un suspiro.
- Owen, ¿Qué le has contado?
El interesado levanta las cejas y coge su tenedor para remover las patatas dulces.
- ¡Nada en absoluto! - responde encogiéndose de hombros.
La mirada de Abraham cae sobre mí.
Un río frío se desliza a lo largo de mi columna vertebral.- No me ha dicho nada, te lo aseguro - miento y trato de sonreír un poco.
- Hum... No escuches a este idiota, no sé lo que te ha contado, pero estoy seguro al 99% de que son chorradas... - responde Abraham soltando un suspiro.
- ¡Yo no cuento chorradas! - exclama Owen frunciendo el ceño mirando a Abraham.
- ¡Tú si cuentas chorradas! - responde Abraham mirando a Owen.
Los dos se fulminan con la mirada, aunque me doy cuenta que solo es un juego. A pesar de las palabras tranquilizadoras de Abraham...
Me pregunto que debo hacer.
Owen hace hincapié en un problema real, pero no sé cómo debo reaccionar ante esto.
¿Debo confesarle que me gusta o mostrarme solamente amistosa?
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Ángel Mío | Abraham Mateo
أدب الهواةElla ha estado viviendo en la ciudad de Nueva York durante varios meses trabajando en uno de los pisos de un edificio enorme rascacielos de cristal con vistas a Manhattan. Su vida siempre ha ido muy bien, tiene un trabajo estable, sus amigos son lea...