Maratón 5/5
Estoy de un humor insoportable, no he dormido nada, he intentado desesperadamente recordar todas mis palabras y las de Abraham, y todo lo sucedido.
Pero nada me parece lógico.
Me besa, me dice que soy importante para él, y al momento siguiente, marca una distancia más que evidente entre nosotros. Tengo que ser realista y aceptarlo: algo no le ha gustado y hecho que nuestra historia, que apenas había empezado, se termine.
No puedo más con todas estas preguntas que van a volverme loca, me gustaría tanto preguntárselo...
El día pasa y no he dejado de pensar en todo esto, mi mirada cae sobre mi móvil. ¡Está claro que no tengo voluntad ninguna! Y además, ¿Es una buena idea?
Es el único medio de aclarar esta situación, soy una joven sensata. No tengo ninguna razón para temer su reacción, la de ayer, fue bastante explícita.
Suelto un largo suspiro, mientras mis dedos recorren la carcasa de mi móvil.
- No sé qué te preocupa, preciosa, pero lo mejor es hablar con él...
Levanto los ojos hacia mi amigo que me dirige una tierna sonrisa, mordisquea la punta de su lápiz, sin ni siquiera mirarme, dejándome con mi caos interior.
- ¿Cómo sabes que se trata de "Él"? - arqueo una ceja, Matt no me mira solo sonríe.
- No tienes problemas de dinero, no tienes problemas de trabajo... ¡Esto huele a problema de corazón lo mires por donde lo mires! - alza su vista hacia a mi y me guiña un ojo. - Y como últimamente frecuentas a Abraham... ¿Ves a dónde quiero ir a parar? - baja nuevamente su mirada hacia su tablet.
Esbozo una sonrisa y asiento. - ¿Crees que es una buena idea?
Se encoge de hombros y levanta nuevamente la cabeza de su tablet. - ¿Quieres hablar con él y solucionar la situación?
- Sí, claro que quiero, pero ¿Y si no quiere hablar conmigo? - muerdo mi labio inferior nerviosa.
- Pues entonces, lo dejas, porque entonces eso querría decir que no merece la pena que te preocupes por él.
Suelto un gran suspiro, dejando caer mis mejillas entre mis manos.
- ¡Y por eso prefiero seguir estando soltero! - exclama con una sonrisa.
- ¡Algún día te enamoraras y ese será tu fin!
Sus ojos se abren como plato, suelta un taco y se inclina hacia mí con cara falsamente seria. - Ten cuidado con lo que dices, princesa, y no te fíes, podría ser que un día tú te enamores de mí.
- ¡Antes reviento, guapo! - le guiño un ojo sonriendo.
Matt consigue arrancarme una carcajada incluso con la mente nublada y la pena que se estanca en el fondo de mi corazón.
Acabo por ceder y cojo mi móvil, dudo mucho tiempo sobre el mensaje que le voy a escribir.
SMS PARA ABRAHAM:
"Hola, apuesto castaño, espero que estés bien desde la última vez"¡Dios mío! ¡Qué mal suena esto!
Suelto un largo suspiro, porque tengo que encontrar la fórmula correcta para no parecer ni demasiado a la defensiva ni demasiado agresiva. ¡Y no es fácil!
Borro el mensaje que había escrito y vuelvo a escribir:
SMS PARA ABRAHAM:
"Hola Abraham, me gustaría hablar contigo"
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Ángel Mío | Abraham Mateo
Fiksi PenggemarElla ha estado viviendo en la ciudad de Nueva York durante varios meses trabajando en uno de los pisos de un edificio enorme rascacielos de cristal con vistas a Manhattan. Su vida siempre ha ido muy bien, tiene un trabajo estable, sus amigos son lea...