CAPÍTULO 46

67 19 3
                                    

Me quedo helada en mi interior. Todos mis músculos se tensan. En el momento en el que me vuelvo hacia Abraham, soy consciente de mis lágrimas. Me está mirando, apoyado contra la pared.

He llorado sin ni siquiera darme cuenta, por lo mucho que me ha impresionado el dolor de Owen. El rostro de Abraham se crispa ligeramente. Veo un destello pasar por sus ojos. Pero no hace ningún movimiento.

Con una mano en el bolsillo, y un tobillo cruzado sobre el otro, me mira como si intentara atravesar el fondo de mis pensamientos.

- Yo... lo siento... No es...

- ¿Lo que yo creo? - su mirada se torna triste, traga duro. Asiento apretando los labios. - ¿Qué debo creer exactamente, _______? - frunce el ceño.

- No he hecho nada... Owen quería...

- ¿Me estás diciendo que tú lo has rechazado? Porque no es eso lo que yo he visto...

Me tenso de los pies a la cabeza. El rostro de Abraham, primero frío, se va atravesado por la ira  la pena, todo mezclándose en un cóctel explosivo.

- Hace una hora te estabas peleando con Cloe, no querías que se acercara a mí, y ahora. ¿Qué haces tú? - sacude la cabeza, baja los ojos. - ¿Con quién quieres estar, con él o conmigo?

- ¡Contigo! - me acerco a él, con el corazón latiendo a toda velocidad. Se aparta de la pared para mirarme mejor. Como es más grande que yo, me veo obligada a levantar los ojos hacia los suyos. - Te aseguro que no quería que me besara, ni siquiera me lo esperaba. Es solo que...

- ¿Que qué? - aprieta los puños.

- Parecía tan desgraciado... Sentía pena por él. - murmuro, la voz me tiembla.

- Y ahora, ¿sientes pena por mi? - murmura con la voz entre cortada.

- Ahora, me siento culpable. Pero yo no quería que ocurriera esto, te lo juro. No quería que sufriera, pero yo te quiero a ti.

Abraham frunce el ceño y aprieta la mandíbula.

- ¡Pues tienes una bonita forma de demostrármelo! ¿Qué pensarías de mí si dejara que Cloe me besara así?

Algo enorme se fragmenta en mi pecho. La mano de Abraham se posa en mi mejilla y se desliza a lo largo de mi mandíbula, como un cuchillo.

- ¿Cómo te sentaría que dejara que sus labios se posaran sobre los míos? ¿Y si la dejara tocarme? ¿Cómo te sentaría si dejara que me dijera lo mucho que me desea, sin detenerla?

Estoy conmocionada y mis ojos se llenan de nuevo de lágrimas. Su mandíbula se tensa repentinamente al verlas, pero mantiene su fría expresión.

- Me romperías el corazón y encima, lo pisotearías. - trago duro y suelto un suspiro. - Lo siento mucho, Abraham. No quería herirte, es solo que... era duro verlo así, ¿Comprendes?. - bajo la mirada - Tienes razón, tendría que haberlo rechazado. - alzo la vista llena de lágrimas. - Pero no sabía cómo, le he dicho que te quería a ti, que te había elegido a ti.

Su rostro se suaviza ligeramente, pero su mirada sigue con el mismo tono enfadado.

- Sí estás conmigo, ________, no estás con él. ¿De acuerdo? Si vuelves a dejar que te toque asi, no lo dejaré pasar. ¿Esta claro?

Asiento.

- Muy claro.

Se aleja un paso, pasa la mano por su cabello y la deja suspendida en el aire durante un largo momento. Su mirada vaga por encima de mi hombro, y luego suelta con tono irritado:

Ángel Mío | Abraham MateoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora