Maratón 3/5
Durante toda la noche y todo el día siguiente, mi mente se ha llenado de fantasías. Lea y yo después de esa noche memorable en el Stalite, hemos vuelto en taxi a casa.
Quería asegurarme de que él también lo haría, pero no ha sido así.
He sentido que dudaba al acercar sus labios a mi cara, en su mirada, he leído inseguridad, como si algo luchara contra su deseo. No sé qué puede ser, sin embargo, puesto que hemos pasado la velada pegados uno contra el otro, prefiero no hacerme esa pregunta toda.
Tendré tiempo de reflexionar sobre sus últimas palabras. ¿Era una advertencia?
Puede que me esté avisando de algo, y sus diferentes reacciones, tiernas, distantes, me hacen dudar, dedo tener esto en cuenta... quizá...
No, más tarde, ______. ¡Deja de pensar, tienes trabajo!
En mi mesa, se acumulan los informes. Gabriel, mi jefe, no es nada tacaño con las tareas que me ha encargado. Matt también se ahoga bajo tantos folletos, con el lápiz de su tablet en la mano.
Me sacudo e intento concentrarme, pero el recuerdo del contacto ardiente del cuerpo de Abraham, contra el mío me obsesiona.
De pronto, recibo una goma en la frente.
Levanto la cabeza y suelto un gruñido, Matt se echar a reír, orgulloso de su tontería.
- Tienes rojas las mejillas, _____, me pregunto en qué piensas. ¡Seguro que no tiene que ver con la próxima campaña de marketing! - me mira burlón con una sonrisa divertida en los labios.
- Me preguntaba cómo voy a estrangular a mi compañero demasiado curioso, sin atraer la atención de los demás - respondo entre dientes fusilando con la mirada a Matt.
- ¡Venga, princesa, no pensabas en mí! Pensabas en tu baile pegada al batería de un grupo de metal que está de moda... - mueve sus cejas de arriba hacia abajo mientras me mira con picardía. - Dime que me equivoco y ¡Te prometo tirarme de lo alto del edificio!
- Pero, ¿A quién iba yo a mirar durante mis largas horas de trabajo, si tú no estuvieras frente a mí? - me burlo de él con una sonrisa divertida en los labios.
- Desde luego, te verías privada de una figura perfecta, y un humor a toda prueba... ¡Imagina que Emma Davis estuviera en mi lugar!
- Vale, me has convencido, te voy a atar a la silla... - le guiño un ojo sonriendo.
Nos echamos a reír al mismo tiempo, luego, Matt coloca el lápiz en su oreja, posa el codo en la mesa y se inclina hacía la mía.
- Venga, princesa, cuéntaselo todo a tu tío Matt...
- ¡Mira que eres metomentodo!
- No tengo ninguna vida amorosa en este momento...
- ¡Pero si nunca dejas de tenerla!
- ¡Eres peor que una amiga! ¿Tienes senos, por cierto?
Matt se muerde el labio para no soltar una carcajada de nuevo, desabrocha ligeramente su camisa.
- ¿Quieres ver...?
Asiento. - A ver, a ver... enséñame lo que tienes que ofrecer...
- ¡Tú lo has querido, compañera! ¡Ahora verás! - está a punto de sacarme la lengua, tirando al mismo tiempo de su camisa. Distingo los primero abdominales, verdaderas onzas de chocolate, cuando de pronto...
Una pila de informes se desploma ante sus narices. Se sobresalta, mientras que yo pongo la mano en la boca.
Levanto los ojos por encima de la cabeza de Matt y recibo en toda la cara las dos bolas de acero de la mirada de Gabriel.
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Ángel Mío | Abraham Mateo
FanfictionElla ha estado viviendo en la ciudad de Nueva York durante varios meses trabajando en uno de los pisos de un edificio enorme rascacielos de cristal con vistas a Manhattan. Su vida siempre ha ido muy bien, tiene un trabajo estable, sus amigos son lea...