Todo afuera era un caos. De un momento para otro, ya no había nadie. Los pasillos estaban desolados y tenía un mal presentimiento que me acompañó en el momento en que atravesé la puerta de la habitación, la piel se me erizó y de pronto sentí un brazo en mi hombro.
-¿Qué paso?-Preguntó Ed a mi espalda, quien notablemente estaba desconcertado.
-No tengo idea-Dije con total sinceridad. Suspiré-Tenemos que salir de aquí.
De pronto, a lo lejos, casi en la invisibilidad, noté una figura humana corriendo a toda prisa. Cuando se acercó unos cuantos metros, pude distinguir su respiración agitada. Todos los que estábamos en ese lugar nos quedamos inmóviles, hasta que pude notar que esa figura era una chica castaña. Se acercó a mí directamente, y se detuvo enfrente de mí con su respiración aún estrepitosa.
-Tienen…que…salir…de aquí-Dijo entre jadeos, me miró fijamente con sus ojos penetrantes y cayó inconsciente en el suelo. Instantáneamente, tomé a la chica antes de que su cuerpo golpeara en el suelo y me levanté, tomando su peso. De forma casi tan rápida como la luz, unos hombres ser acercaron para quitarme a la castaña de los hombros y llevarla a una zona segura. Entre los dos la tomaron y se aproximaron a unas escaleras que se encontraban al costado del elevador y bajaron por ahí. Segundos más tarde el elevador se abrió después de que los guardias desaparecieran fuera de mi vista.
Al ver a la persona que salió del ascensor, corrí con todas mis fuerzas hacía ella para estrecharla en una abrazo. Ese abrazo se sintió tan reconfortante, como cuando estás en una fiesta donde nos conoces a nadie y de repente ahí está, preparado para hacerte compañía o para sacarte de esa fiesta en la que comienzas a sentirte realmente abrumada e incómoda.
-Mangel-Susurré en su oído, sintiendo como rodeaba sus brazos en mi cintura, la simple idea de saber que había estado aquí me hacía feliz, pero a la vez quería golpearlo-¿Qué haces aquí, idiota?
-Vine para estar contigo, tonta-Mangel rio, como si fuera obvio, pero al notar que yo no estaba de acuerdo para nada, su rostro se volvió sereno-¿Qué? No voy a dejarte hacer esto sola, no de nuevo.
-Pero Ed está conmigo, no tenías-Susurré y me giré, viendo a unos cuantos guardias, Ed y Rubén.
Rubén.
Pero no era el momento para pensar en esas mierdas del amor.
Que cruel.
Cállate, Aiden.
-El caso es que no tenías que hacer esto.
-Lo hago porque eres mi amiga, Anna. Quiero hacerlo, sin importar nada.
Me giré con una sonrisa y luego miré a Ed, me acerqué a la ventana y luego mi sonrisa se borró instantáneamente de mis labios. El condensador. Alguien había desactivado el campo y podía ver las almas vagar y entrando a la estructura del laboratorio. Atravesando ventanas y rompiendo los cristales, haciéndolos añicos.
-Tenemos que apagar el condensador-Dije apenas audible en un hilo de voz.
-Ya oyeron, muchachos, en marcha-Ordenó Ed, haciendo que todos los guaruras prendieran marcha hacia el condensador-Hay que destruir a Zeus,
-Espera-Detuve a Ed en un momento-¿Zeus?
Ed esbozó una sonrisa y asintió.
-Son raras las ideas locas que se ocurren a Robert, ¿eh?
Ed comenzó a caminar, mandando a las personas que estaban a su disposición, Mangel se fue a su lado, mientras comenzaban a entablar una conversación. Super normal, vas a salvar al mundo y platicas. Rubén y yo éramos los que quedamos solos. Comencé a caminar lentamente mientras sentía los pasos lentos de Rubén a mi lado.
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Más Allá (ElRubius fanfiction, EN EDICIÓN)
FanfictionAnna Holmes no es una chica normal. La persigue la CIA, luego de haber trabajado para ellos y sus sucios planes, y hay una entidad conectada a ella, desde un extraño incidente que ocurrió hace tiempo, el cual no recuerda. Una temporada en su lugar n...