Capítulo 36: No sé.

507 17 0
                                    

Cuando desperté me di cuenta de que me encontraba sola en esa habitación, me pregunté qué hacía sola en la habitación y fue cuando recordé la cruda realidad, estaba enojada con Rubén. Me levanté de la cama y me dirigí sin muchas al baño. Tomé una ducha de unos minutos, tal vez más de los esperados, debido a que necesitaba pensar, acomodar todo en mi mente ya que este estaba confuso y no sabía que sucedía. Estaba en un mar de confusión, que poco a poco me ahogaba y me hacía extraña, distinta y más estúpida que el día anterior.

La ducha fue relajante y me ayudo a comprender todo. Estaba decidida a regresar antes de tiempo a Londres, ya no quería seguir más aquí y encontrarme a la sucia de Julieta. No quería sentir odio por ella, pero si la miraba transitando por la calle, seguramente partiría su fea cara en pedazos.

Salí de la ducha envuelta en una toalla, caminé hasta la cama y mordí mi labio al darme cuenta de que la maleta estaba en la otra habitación. Demonios, pensé. Tenía que salir y encontrarme con Rubén y encima solamente con una toalla encima. Me la pensé un rato antes de tomar la decisión de salir a la otra habitación. De cualquier forma no podía evitar encontrármelo con él en todo el día. No es como que fuera a estar encerrada todo el día en la habitación, evitándome encontrármelo. Sería buena idea, dijo Aiden. Rodeé los ojos y abrí la puerta de la habitación lentamente.

Para mi suerte, toda la familia estaba desayunando en la parte de abajo, en el comedor. Rápidamente me acerqué a la puerta y la abrí. La cerré a mi espalda y me acerqué a la maleta, la abrí y comencé a buscar un cambio agradable para el día de hoy. Me coloqué mi ropa interior negra y una vez puesta, comencé a llenar mi cuerpo de crema con aroma a frutas. Me puse un poco de perfume y desodorante. Tomé unos jeans oscuros y una camisa blanca. Sobre la camisa me coloqué mi blusa preferida roja a cuadros de botones. Me puse mis amadas botas y me recogí el cabello en un chongo mal hecho, que daba la sensación de estar despeinado, para finalizar coloqué un poco de perfume sobre mi ropa y guardé todo muy bien en la maleta. La dejé ahí y me dirigí a la puerta de la habitación, giré la manija lentamente y la abrí. Me asomé por el pasillo antes de salir de la habitación y cerré suavemente la puerta.

Comencé a caminar por el pasillo temerosa y bajé las escaleras. Escuchaba las risas proviniendo del comedor, al bajar las escaleras caminé hasta el comedor y cuando llegué hasta él Eva y Richard se callaron. Tragué seco al ver como Rubén se giraba y me miraba. No dije nada y me senté en la mesa, justo al lado de él, ya que no había otro lugar donde sentarme. Que coincidencia. Y vaya que sí. Frente a mi había un vaso con jugo de naranja que no había sido tocado desde que supuse, se habían sentado en la mesa. Le di un trago al jugo y miré a Eva que miraba a su plato concentrada.

-¿Cómo dormiste anoche?-Me preguntó Richard, para comenzar con la conversación.

-Si te refieres al sofá…Incomodo-Solté una risa, pero pronto me callé para continuar-Pero la cama estuvo cómoda-Sonreí y me dispuse a desayunar lo que había sobre el plato. Estaba recién cocinado, salía humo de la comida, como que sabían que ya me había despertado.

-No quise despertarte por que estabas muy a gusto dormida-Dijo Eva. Hubo una larga pausa, yo solo jugaba con los huevos estrellados que Eva había preparado-¿No tienes hambre, cariño? Tienes que comer.

Negué al escucharla y miré hacia el otro lado, dónde no pudiera ver la silueta de Rubén a mi lado por el rabillo de mi ojo.

-Vamos, Anna-Me dijo dulcemente Eva-

-No tengo apetito, agradezco que quieran hacer esto, pero estoy bien solo con el jugo-dije, realmente no me gustaban los huevos así.

-A Anna no le gustan los huevos estrellados-dijo Rubén, y después de haberlo ignorado desde que llegué lo miré, asentí levemente y me levanté del comedor. Eva y Richard alarmados, me miraron un poco confundidos.

Más Allá (ElRubius fanfiction, EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora