Pasaron las horas y Rubén ya había salido del baño. Se había vestido con unos vaqueros holgados y una camisa negra que tenía una frase muy peculiar con letras blancas: if you got haters you must be doin somethin' right!. Como hacía frío se puso una Campera Quicksilver de cuadros de diversos colores.Su cabello peinado hacía atrás y reforzado con gel, le daba la imagen de un chico lindo y atractivo. Me gustaba mucho mirar cuando se peinaba, la forma en que peinaba su cabello hacía atrás. Reí un poco al ver que comenzó a hacer peinados graciosos con su cabello.
-¿De qué te ríes?-Me miró, hablando con ese acento jocoso que solo él tiene.
-Tu peinado-Apunté a su pelo, que estaba peinado en forma de punk. El rió conmigo y volvió a hacerse el peinado normal, del flequillo hacía arriba. Me levanté y me acerqué a él. Yo misma comencé a peinar su cabello, acomodando unos cabellos rebeldes que no se querían acomodar en su cabello-Es bueno que no utilices mucho gel
-La verdad es que... Rara vez me pongo gel-sonrió mientras miraba como peinaba su cabello-Recuerdo que me decías que odiabas que usara gel porque mi cabello era perfecto-Un brillo en los ojos de Rubén aparecieron de repente y yo los miré. Sus ojos verdes con brillo se veían más lindos. Me separé de él e hice una mueca. Me guiñó el ojo y corrió hasta mí, me cargó, como si fuera un costal y comenzó a correr, saliendo de la habitación. Me aferré a él, tomando su campera y apretándola con fuerza.
-¡Bájame!-Grité mientras contenía las ganas de reír. Miré que bajaba las escaleras, ¿A dónde me llevaba este hombre?
De pronto escuché una puerta corrediza y sentí un aire frío golpearme la espalda. Me bajó de su agarré, pero me acostó en el suelo. Puse mis manos sobre el suelo. Nieve. Una capa de áspera nieve cubría el patio de la casa. Me levanté y miré el patio, miré todo a mi alrededor. Realmente hermoso. Un bello árbol en el patio, hacía juego con la nieve. El árbol también estaba cubierto por una capa blanca. Volteé y miré a Rubén haciendo angelitos en la nieve. Reí un poco.
-¿Es costumbre hacer esto?-Lo miré y me acosté al lado de el, haciendo lo que el también estaba haciendo. Angelitos en la nieve.
Rubén asentía mientras hacía caras graciosas y decía palabras sin sentido. No podía aguantas la risa así que me reía sin importarme nada. Como me hacía reír este chico. Era súper cómico y lindo. Me levanté y miré el angelito que se había formado con mi silueta. Me abracé a mí misma, contemplando el cielo, el día. De pronto, unos suaves brazos delgados me rodearon la cintura, Sonreí. Miré a mi lado y tuve que alzar la vista para encontrarme con los ojos verdes de Rubén. Una sonrisa iluminaba su rostro junto con el brillo de sus ojos. Se agachó un poco para besar mi frente.
-¿Puedes imaginarte como estábamos antes?-Sí. Podía imaginarlo. Y mejor aún, podía recordarlo.
-Lo recuerdo-Sus ojos brillaron aún más cuando las palabras salieron suavemente de mi boca-Puedo recordarlo.
-¿De verdad?-Asentí y besó mi mejilla.
Y de pronto, estaba tan cerca de mí, que podía sentir su respiración rozando la mía. Me estaba abrazando. Yo rodeaba su cuello con mis brazos, y le tenía abrazada por la cintura. Estábamos a pocos milímetros de besarnos, pero de pronto sonó mi móvil. Gruñí y me separé del chico de ojos verdes para contestar a la llamada.
-¿Si?-contesté un poco borde. La voz de mi padre estaba del otro lado de la bocina.
-Anna, Necesitamos que vengas pequeña-¿Ahora? ¿De verdad?-
-¿Es urgente?-Le pregunté a mi padre por la bocina. Mientras lo hacía, sentía los brazos de un chico rodear mi cintura nuevamente y un beso en mi mejilla me hizo sonreír.
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Más Allá (ElRubius fanfiction, EN EDICIÓN)
Fiksi PenggemarAnna Holmes no es una chica normal. La persigue la CIA, luego de haber trabajado para ellos y sus sucios planes, y hay una entidad conectada a ella, desde un extraño incidente que ocurrió hace tiempo, el cual no recuerda. Una temporada en su lugar n...